Deportivo y Sporting olvidan el gol en un duelo frenético
Partido de alta intensidad entre dos equipos ambiciosos a los que les falló la puntería. El punto no le vale al Depor para salir de descenso ni al Sporting para escalar.
Deportivo y Sporting disputaron un partido de poder a poder, abierto de principio a fin al que sólo le faltó el gol. Unas veces por falta de acierto, otras por los porteros y otra por el palo. Ambos tienen motivos para estar tristes, ambos tienen motivos para estar contentos de no perder. Porque lo que se vio en Riazor en el regreso de Djukic fue un empate que no quiso nadie y que a nadie le sirve de mucho. Los coruñeses, que suman ya cinco partidos sin ganar, siguen en puestos de descenso con una visita a Oviedo el miércoles de alto voltaje. Los asturianos, que venían en muy buena línea, no terminan de dar el salto de calidad para pelear en serio por la promoción de ascenso.
La primera incógnita, la del efecto de una grada vacía y fría, quedó dilucidada desde el mismo arranque del partido, que fue frenético. Avisos del Sporting con Carmona y Unai, respuesta local con Sabin Merino y Çolak. Cinco intensos minutos hasta que y Gaku tomó el pulso del partido para inclinar el campo. Buen toque y circulación con Çolak de aliado que Sabin estuvo a punto de certificar en el minuto 21. Pero en un suspiro el Depor pasó de la sensación de dominio al sudor frío tras una enorme combinación entre Carmona y Murilo que el brasileño envió al palo cuando el banquillo visitante ya cantaba gol. El zarpazo invirtió el duelo para tomar color rojiblanco. La respuesta de Vázquez fue adelantar a Peru, pasar a defensa de cuatro y jugar en rombo con Gaku más adelantado. Más igualdad y calma, otro aviso de Sabin, pero de nuevo el peligro visitante era mayor tras varios errores en la salida de balón Ba y Salva Ruiz.
Y la segunda parte comenzó como la primera, a cien. 40 segundos tardó Çolak en filtrar un gran pase a Bóveda, que escorado se quedó a centímetros del gol. Las emociones pasaron en el 53' del campo a los banquillos, con un Fernando Vázquez dando entrada de golpe a Uche, Keko y Koné en busca de frescura. El ritmo continuó alto, lo mismo que las ocasiones sin gol. Gran internada de Koné y remate fuera de primeras del insistente Sabin Merino. Tras los sustos, el Sporting buscó el refugio en el balón, en posesiones más largas que volvieron a igualar el partido. Y de nuevo la cercanía del gol cambió de bando con una gran llegada de Manu García que Peru sacó casi bajo palos. Los movimientos de banquillos, la gasolina a la baja y el paso de los minutos dejaron un tramo final tan abierto como el frenesí anterior. Tan abierto como igual de infructuoso, porque nadie fue capaz de romper un 0-0 difícil de entender.
Fernando Vázquez: "La sensación es decepcionante"
El entrenador del Deportivo aseguró tras el empate: "Siempre soy demasiado crítico, después veo el partido y cambio de opinión, pero la sensación es decepcionante. Intentamos hacer una cosa diferente al inicio del partido, pero sentía peligro. Sentía que el Sporting me podía hacer gol y es una sensación que no soporto. Aunque estuviéramos impresionantes, el Sporting tenía posibilidades. Tuvimos momentos buenos, pero estuvimos imprecisos con la pelota y el partido se convirtió en un 'ahora atacas tú, ahora ataco yo'".
El técnico se pronunció sobre la ausencia de la afición: "La experiencia ha sido rara, desagradable. Hasta me he cortado en mi actuación. Me daba corte, porque cuando hay público hablas, gritas... una situación incómoda. Yo escuchaba a Djukic, él a mí... es raro y triste. Riazor no debería sonar así".
Djukic: "Es raro ver Riazor vacío"
El entrenador del Sporting dijo tras el punto logrado en Riazor: "Estoy contento con el trabajo del equipo. Hemos trabajado bien, hemos tenido oportunidades que no hemos aprovechado, que no es fácil hacerle ocasiones al Dépor. Tenemos que ir entrando en forma, cogiendo el tono físico. Es evidente que el equipo no está al 100% y entraremos a través de la competición. Es raro ver Riazor vacío, sin la gente, sin la afición... era un partido precioso, bonito entre dos grandes de España. Habría sido un espectáculo enorme".