Aguirre: "Quiero que la segunda línea de un paso cara a gol"
El técnico del Leganés volvió a dar una conferencia de prensa, telemática y en diferido, para avisar que los suyos llegan fuertes, echar de menos a la afición y recordar su motivación.
¿Qué bajas tiene el equipo?
Afortunadamente tenemos a los 23 del primer equipo, más tres o cuatro chavales del filial. Afortunadamente todos llegan bien.
¿Cómo tienen que ser los jugadores en este retorno para salvar la categoría?
Los jugadores son conscientes de este nuevo fútbol. Está claro que es algo a lo que se tiene que acostumbrar. Jugar sin público. Esto los obliga a jugar con la misma intensidad, pero tienen que sacar la motivación de otra parte. Ese aliento que te da el público de local. Hacerte sentir visitante, que te motiva también con aquello de “¿Ah, sí me silbas? Pues ahora verás…” Hay que esperar a los rivales de verdad. Hemos jugado entre nosotros, pero no es lo mismo…
¿Insistirá mucho en los errores puntuales? En la Bundesliga se están viendo muchos…
Sí, hay errores. Lo que pasó en la Bundesliga, yo creo, fue el ritmo. No es lo mismo la Bundesliga ahora, que hace tres semanas, cuando comenzó. Se vio un partido ayer muy intenso, el derbi andaluz. No parecía que iban a jugar con o sin público… Iban a tope.
Así que en España no prevé esos errores de Alemania.
Más que errores en la Bundesliga había muchos espacios. Era un ritmo de pretemporada. No encontraban el ritmo de un partido normal. Es lógico. Vienes de 90 días, de 60, los que sea. Le metes mucha carga de trabajo físico… entonces cuesta. Eso lo coges con amistosos. Ahora nos lo pudimos realizar. Veremos mañana cómo estamos… no va a ser fácil. Espero que el ritmo sea alto. Que no haya errores de concentración, que haya sólo los propios de un partido, no de que el público no me avisó que detrás tenía un rival.
¿En qué punto físico y psicológico llega el equipo?
Físicamente creo que llegamos bien. Pero lo que hemos dicho… no hay parámetros… hemos visto nuestros entrenamientos y números, nuestras formulitas… físicamente estamos como nos fuimos. Bien. Pero no es una competencia real. Hasta que no estemos frente al rival, no veremos cómo están. Psicológicamente no es tangible, algunos no le motiva eso de jugar sin público, otros no les gusta hablar así, algunos hablan de más… Esas cosas sí que van a tener que cambiarlas.
¿Y usted qué les dice?
Yo en la medida de lo posible he tratado de hacerles jugar de nuevo en fútbol. He incidido en ese aspecto, pero hasta que no volvamos a jugar, no sabremos cuál es la realidad.
¿Le beneficia eso de volver contra un rival directo?
Bueno, la verdad es que me gusta jugar en casa, que venga Valladolid, un rival bueno, que juega al fútbol, bien dirigido, que allá nos complicó las cosas. Que tiene mucho tiempo con el mismo míster… es un rival que nos va a exigir. En casa sí, bueno, porque estamos familiarizados con el inmueble. Estamos en una zona comprometida. Jugar en casa así, y de paso que no sume Valladolid, que podemos meterle en el lío, sería bueno ganar, claro.
¿Qué fue lo primero que le dijo a sus jugadores cuando los pudo ver de nuevo? ¿Alguno le ha sorprendido para bien?
Lo primero es cómo estaban ellos y sus familias. Si tuvieron algún problema familiar en casa o la gente que no esté con ellos. Luego ya entramos en materia. Me ha sorprendido gratamente diría que el 90% de los jugadores, que llegaron mejor de lo que se fueron. Trabajaron más a conciencia en la soledad.
Lo de los cinco cambios, a los modestos, ¿les ayuda o perjudica?
A mí me gusta. Ni beneficia, ni perjudica a nadie. Si beneficia, es al espectáculo. Porque la gente por televisión, dónde lo vea, verá equipos frescos constantemente. Si hay jugadores lesionados, sin la posibilidad de reemplazarlos con este clima, en junio, julio… yo creo que beneficia al espectáculo.
¿Se echa de menos más ahora el público por entrar en una fase clave?
Bueno… doler duele, claro. Porque la gente ya ha estado mucho tiempo confinad en casa y para familias enteras es un día bonito, ir al estadio a ver a su equipo. Hay gente del Lega que espera el domingo con ilusión: te tomas el aperitivo, vas con tu camiseta, tu bufanda, los hijos, cantando… eso duele porque estarán en casa… y no es lo mismo. Eso me duele.
Con respecto a lo de los cambios, quizá alguno los usa para perder tiempo…
Difícil… difícil… puede ser. Todo dentro del reglamento, si te permiten hacer esos cambios y no los usas… lo bueno es que en este sentido hay opciones de hacer cinco cambios, pero sólo tres veces. Se usaría igual. Lo dudo, pero si está dentro del reglamento, habrá que aceptarlo.
¿Ha dirigido alguna vez a puerta cerrada? Se le oirá lo del hijo de chingada…
(Risas) Sí, estuve en un partido de Champions entre el Atlético de Madrid y el PSV en el Calderón. Lo que recuerdo fue el silencio y la forma de hablar con más precaución, evidentemente. Recuerdo la gente que estaba fuera del estadio, los 40.000-50.000. Cualquier gol, cualquier ocasión, se oía porque la gente lo estaba viendo en los bares o en los monitores. Aquí no va a ser posible, no va a haber esa concentración. La gente no estaba dentro pero estaba fuera, 40.000 tíos con bengalas aplaudiendo un córner, un gol. Creo que ganamos. Es la única experiencia que tengo. Aquí va a ser peor porque no vamos a poder concentrar gente fuera del campo. No es agradable, pero todo sea por el bien de la salud. Eso es indudable. Lo primero es lo primero.
Una de las cosas que le costaba al equipo era el gol. ¿Cómo están hombres como Carrillo o Guerrero tras el parón?
No ha costado hacer goles. De hecho, somos el peor equipo en ese aspecto en LaLiga. No tengo el dato desde que nos juntamos el cuerpo técnico nuevo y ellos, en qué lugar estaríamos en la clasificación de goles. Sí la tengo en cuanto a puntos. Encima de que nos costaba mucho nos quitaron a dos jugadores que llevaban varios goles, el 60% de los del equipo. Hubo que buscar la forma de reemplazarles con jugadores o a través del sistema de juego. Carrillo está muy bien, hizo gol con el Alavés y empatamos. Luego Óscar le hizo dos al Villarreal y ganamos. Guerrero está entrenando muy bien. Son digamos los delanteros centros del equipo. Pero espero más de la segunda línea, de gente como Aitor, Kevin, Recio, Rubén, Roque, Amadou, Eraso, Bryan, Assalé... son gente que pueden y deben manifestarse, no solamente el nueve. Sacar algo más del balón parado también es una asignatura en la que estamos trabajando.
¿En que se parece lo que dejo aquel 12 de marzo y lo que se encontró casi tres meses después?
Pues aquel 12 de marzo lo recuerdo bien. Fue un jueves, un día normal viendo el vídeo y haciendo los entrenamientos. Lo normal. El saludo, la ducha, el gimnasio... Y ya el runrún. El Eibar ya había jugado a puerta cerrada y nos preguntamos que iba a pasar. Había la alegría de la victoria contra el Villarreal, estábamos preparando el partido ante el Valladolid. Me fui a casa y por la noche recibí una llamada de que se suspendía todo hasta nuevo aviso. Pedí venir el viernes, sentarnos para despedirnos y me dijeron que ni eso. Allí ya vi que iba en serio porque no me dejó la directiva. Volvimos noventa días después y no se parece en nada. Aquí estás tu, la silla, una cámara, no podemos acercarnos, tenemos que usar guantes, desinfectantes... Es muy impersonal todo, los entrenamientos empezaron con dos, con cuatro, con ocho... Es algo muy fuerte para nosotros que nos dedicamos a eso. Pero si a eso le agregas un drama personal, una pérdida... peor.
¿Están preparados los canteranos?
Sí. Manu me gusta mucho. Un tiarrón grande, fuerte, jovencito y con muy buenas hechuras. Un nueve puro. Aparte están Avilés, Amores, Iván, los porteros... nos han ayudado estos días. Aymane también estuvo un rato ayudándonos. Están preparados, ojalá haya alguna oportunidad de darles minutos. En ese sentido no tengo problema, tengo veintitrés del primer equipo y cuatro o cinco fuera que pueden incorporarse ante una baja sin ningún problema.
¿Cómo ve a Szymanowski? ¿Lo ve jugando antes de que termine la temporada?
De momento Alexander ha entrenado con nosotros quince, veinte minutos en estos dos o tres últimos días. Algunos centros, algún remate, algún rondito. Pero no ha hecho un trabajo ya integrado en el plantel. Hasta que esto suceda tendré que evaluarlo. De momento está en manos del médico y él sería el indicado para decir en qué etapa se encuentra. Hasta que no le tenga conmigo no podré emitir un juicio. Puede que llegue y puede que no. Como de momento no está conmigo no puedo expresarme.
Antes del parón se señalaba a Óscar como la esperanza para la salvación, ¿es demasiada responsabilidad? ¿Tienen que dar un paso al frente otros jugadores?
No sé quién señalaba a Óscar. Veo que se ha convertido en el líder goleador del equipo ante la ausencia de Braithwaite y En-Nesyri. Esto hace que la gente deposite sus esperanzas en sus goles. Pero evidentemente tanto por su juventud como por el hecho de que forma parte de un equipo la responsabilidad es de todos. Los equipos empiezan por el entrenador, la responsabilidad máxima es la suya porque es quien pone a los once que cree que están mejor para ese día. Luego en el terreno de juego las conductas individuales, los quehaceres, pasan por ellos. Tiene una función como la tiene Bustinza, Cuéllar, Carrillo, Siovas y todos. Si él hace bien su función y los demás la suya al equipo le irá bien. Es joven, me gusta su forma de ser, su talante, que le guste el gol y lo tenga.