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RAYO VALLECANO

Comesaña lideró el tiqui-taca del Rayo en su vuelta 7 meses después

El gallego aprovechó los 45 minutos ante el Albacete: fue quien más pases buenos dio y el segundo jugador que más balones recuperó. El motor de un Rayo con el 74% de posesión.

Comesaña recupera un balón.
JAVIER GANDULDIARIO AS

El miércoles fue un día de reencuentros. Volvía el fútbol, tres meses después del parón propiciado por la pandemia de coronavirus, y también lo hacía Santi Comesaña, al once del Rayo. El centrocampista llevaba alejado de los terrenos de juego siete meses por una lesión, pero regresó con un papel protagonista en el triunfo contra el Albacete (1-0). Exprimió cada minuto para reivindicarse y lo consiguió. Durante esa segunda parte, el gallego se convirtió en el motor del equipo franjirrojo, que desplegó un juego de toque que se tradujo en un 73'8% de posesión.

Y si el Rayo se erigió en el rey del 'tiqui-taca', buena culpa la tuvo él. Comesaña fue el jugador que más pases buenos dio (51 en 45 minutos, por los 52 de Trejo y 56 de Milic en 90) y el segundo que más balones recuperó (cuatro, los mismos que Trejo y dos menos que Advíncula). Números que confirman las sensaciones vistas sobre el verde. "Santi ha empezado muy bien. No tiene ningún tipo de molestia. Este era un encuentro para que fuera cogiendo minutos. A lo mejor no hubiera aguantado los 90, pero creo que está a al mismo nivel que el resto", afirmó Paco Jémez.

El técnico franjirrojo recupera a una pieza importante de cara a esta frenética recta final del campeonato. Los partidos cada 72 horas obligarán a hacer rotaciones y Comesaña ya ha presentado su candidatura al once en una temporada algo atípica para él. El gallego no entró en las primeras convocatorias de Paco, pero la lesión de Mario Suárez le permitió tener minutos en la medular y convencer, poco a poco, al míster. Hasta el punto de llegar a asentarse en la titularidad y encadenar cinco seguidas (Tenerife, Extremadura, Ponferradina, Lugo y Cádiz).

Entonces, cuando disfrutaba de su mejor momento, aparecieron unas molestias en el pubis. Éstas le relegaron a la suplencia en Los Pajaritos un 16 de noviembre (Numancia-Rayo, 2-2) y permanecieron semana tras semana. Jornada tras jornada. Finalmente, el centrocampista tuvo que ser intervenido de "una hernia inguinal bilateral" a mediados de enero y los servicios médicos del club vallecano estimaron en unos dos meses el tiempo de baja. Eso sí, el inesperado parón por el COVID-19 le dio algo más de margen para ultimar su recuperación.

Regresaron los entrenamientos: primero en solitario y después, en grupo. También lo hicieron las buenas sensaciones y su amplia sonrisa. "Estoy deseando volver a jugar porque llevaba tiempo lesionado. Me encuentro muy bien. Hacía meses que no me sentía así. No sabía cómo iba a estar porque en casa no es lo mismo. Me he notado mejor de lo que me esperaba", confesó el mismo Santi antes de su reestreno. Siete meses después... Comesaña no sólo volvió, además, destacó.