Gayà, Soler, Ferran, Roger, Koke o Morales: rivales desde críos
Varios de los protagonistas del derbi del viernes entre el Valencia y el Levante lo llevan viviendo desde categorías inferiores o desde duelos entre los filiales de los clubes.
Morales hacía el 1-1 a los 11 minutos del derbi valenciano. Roger corría para abrazarse con su compañero mientras Iván López lo festejaba con el resto de zagueros granotas. La otra cara de la moneda era la de Gayà, que se lamentaba por el gol encajado. Paco López, rostro serio, daba instrucciones a los suyos, que entonces eran los que defendían el escudo del Valencia. Hablamos del derbi valenciano del 23 de febrero de 2013, uno de Segunda B entre filiales, que por cierto acabó 2-2, uno de tantos duelos en los que cada año se enfrentan los equipos de las inferiores del Valencia y Levante, un derbi que el viernes vivirá su capítulo 28 en Primera.
En los campos de Paterna y Buñol, desde infantiles a juveniles, se ha forjado una rivalidad que ahora, Morales, Roger, Iván López, Koke, Gayà, Carlos Soler, Ferran, Jaume y Kang-in protagonizan en la élite. Esos duelos entre los equipos de las canteras del Valencia y Levante, tanto los de Liga como los que protagonizan en infinidad de torneos en Semana Santa y verano, atraen a decenas de los ojeadores que los principales clubes de Europa tienen repartidos en la Comunitat Valenciana. "En este mundillo nos conocemos todos y en esos duelos ves al 95% de los cazatalentos", comenta un técnico de la escuela ché. Entre ello y que en muchas categorías el campeón sale de ese duelo, aflora la rivalidad desde críos.
Gayà no olvida el frío que pasó cada vez que jugó en Buñol, unas instalaciones del Levante en las que Ferran marcó dos goles siendo cadete, uno de cabeza, o donde Carlos Soler, siendo alevín, le dio el triunfo a los suyos con un gol de falta desde la frontal. Pero si un futbolista vive de manera especial este derbi es Roger. El delantero (cuatro goles al Valencia en Primera) fue ché hasta juveniles, compañero de Alcácer e Isco. Pero el Valencia le cerró su puerta y, un breve periplo en el Burjassot, el Levante le abrió las suyas. Y Roger nunca lo ha olvidado.