Quinto aniversario para uno de los grandes hitos de la historia
Gijón entero se tiró a la calle en la noche del 7 de junio de 2015 para celebrar el milagroso ascenso del 'Sporting de los guajes' que lideró Abelardo
El Sporting ha vivido momentos grandes momentos a lo largo de sus ya 115 años de historia. Aquel primer ascenso a Primera, el subcampeonato de Liga, las clasificaciones para la Copa de la UEFA, las dos finales de la Copa del Rey, pero casi nadie puede dudar que el último ascenso será recordado siempre por ser uno de los más grandes pasajes que ha vivido el sportinguismo por las circunstancias en que se produjo.
El 7 de junio de 2015 ha quedado grabado en la memoria colectiva rojiblanca por el ascenso del denominado 'Sporting de los guajes'. Aquel equipo que lideró Abelardo Fernández, en plena crisis económica del club y sin posibilidad de hacer fichajes por una sanción de LaLiga, dejó una lección para toda la vida por la forma en que alcanzó la gloria.
| Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Muchos no daban ni un duro por aquel equipo plagado de canteranos y sin refuerzo alguno. La permanencia era el objetivo, apostaban muchos. Pero fueron pasando las jornadas y aquel equipo, a base de esfuerzo, sacrificio, entrega, entusiasmo y fe ciega, fue marcando hitos hasta sumar 82 puntos, con solo dos derrotas en todo el curso --la primera llegó después de 20 jornadas--, y alcanzar de forma inesperada el ascenso directo.
Fue en la tarde-noche de aquel caluroso 7 de junio en Sevilla. El Betis ya estaba ascendido como campeón y el Benito Villamarín esperaba la gesta sportinguista. El equipo de Abelardo, asegurado el 'playoff', debía ganar pero el Girona no podía sumar un triunfo en su campo.
Los rojiblancos cumplieron de forma clara (0-3), con goles de Guerrero, Jony e Isma López. Pero el Girona ganaba por 1-0 al Lugo hasta que apareció Pablo Caballero, en el último minuto del encuentro, para establecer un empate que desató la locura en Gijón entero y en la Asturias rojiblanca.
El partido de Montilivi se prolongó un buen puñado de minutos, con gol anulado incluido a los locales. La angustia se movía de un lado para otro entre los sportinguistas en el Villamarín a la espera del pitido final en Girona. Abelardo retrasó su comparecencia de prensa hasta que vio confirmado el ascenso más emotivo de la historia del Sporting, del que se cumple el quinto aniversario.