El histórico primer ascenso a Primera del Cádiz cumple 43 años

Otro 5 de junio en Cádiz, una fecha siempre especial desde 1977, cuando el conjunto cadista alcanzó por primera vez en su historia la Primera División. Los goles de Villalba y Ortega ante el Tarrasa (2-0) desataron la fiesta en la ciudad. Era un hecho histórico, el más importante desde su fundación. Habían sido muchos los presidentes, entrenadores y futbolistas que lo habían intentado, pero no fue hasta la temporada 1976/77 cuando se alcanzó la gloria.

La temporada comenzó con cambios importantes. A la presidencia llegó Manuel de Diego, que permaneció dos temporadas en el club, y del banquillo se apoderó Enrique Mateos, ex futbolista de equipos como el Real Madrid, Sevilla o Betis e internacional con España. Una gran apuesta, ya que el madrileño aún no tenía mucha experiencia como entrenador. No obstante, Enrique Mateos supo conjuntar a la perfección a sus hombres para conseguir el ascenso a Primera y su nombre quedó bordado con letras de oro en la historia del Cádiz.

Al vestuario amarillo llegaron hombres como Ramón Blanco, Botubot, Quino, Barrachina, Rosado o Santamaría, que se unieron a los ya cadistas Villalba, Urruchurtu, Mané, Ortega, Carvallo, Cenitagoya, Puig o Ibáñez. Grandes nombres dentro de la historia del Submarino Amarillo que conocen todas las generaciones de cadistas.

El Cádiz comenzó la temporada con grandes altibajos. Desde la jornada número 1 hasta la 11, el club estuvo rondando entre la séptima y la décima primera posición. No obstante, en la jornada 12 los amarillos vencen en Carranza al Granada por 3-0. Ese fue el punto de inflexión, a partir de ahí el equipo escaló posiciones y se hizo fuerte entre los tres primeros equipos. En la jornada 31 el Cádiz se aferra a la tercera posición, aportando aún más expectación a la última jornada, donde se decidió todo.

Y llegó el 5 de junio de 1977. Cádiz se preparaba para celebrar el primer ascenso a Primera al mismo tiempo que mantenía la precaución que caracteriza a los cadistas en los momentos importantes, porque si algo ha aprendido la afición del Cádiz a lo largo de su historia es que, en un partido de fútbol, todo puede pasar. Los aficionados colmaron el estadio Carranza, y los que no consiguieron entrada siguieron el encuentro a través de la radio en los aledaños.

El Cádiz se enfrentó al Tarrasa con la siguiente formación: Santamaría, Cenitagoya (Puig), Rosado, Barrachina, Urruchurtu, Carvallo, Ortega, Ibáñez, Mané, Quino y Villalba (Ramón Blanco).

El equipo sabía que necesitaba la victoria para hacer historia, y no les tembló el pulso. En el minuto 40 llegó el primer tanto, obra de Villalba, y para certificar la victoria, tres minutos después apareció Ortega, que subió al marcador el 2-0. Carranza estalló de felicidad, aunque los nervios se extenderían hasta el pitido final.

Cuando el árbitro señaló el final del partido Carranza estalló de felicidad. Los cadistas allí presentes saltaron al verde para abrazar y agradecer lo conseguido a jugadores y entrenador, que fueron paseados a hombros. Para la posteridad queda esa imagen de Enrique Mateos llorando a hombros de aficionados.

La fiesta se extendió hasta la madrugada por las calles de la ciudad. Al día siguiente, cuando el equipo realizó la visita al Ayuntamiento, recibieron otra noticia que quedaría en la historia: el Cádiz participaría por primera vez en el Trofeo Carranza.

Aquel día el Cádiz consiguió entrar en la élite del fútbol español, pero fue mucho más que eso, como afirmó el escritor José María Pemán, que estuvo presente en el Carranza, “hoy hemos ascendido todos los gaditanos”.

Este año el Cádiz vuelve a tener en la palma de sus manos el regreso a Primera División, tan sólo 11 jornadas restan para que se consiga el objetivo. Una buena forma de celebrar el 43 aniversario del primer ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional.