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DEPORTIVO

Mantener el ritmo en un Riazor vacío, el reto del Deportivo

El Deportivo había logrado convertir Riazor en un fortín apoyado en su afición. No pierde desde el 8 de diciembre, sumando cuatro victorias y dos empates.

El Deportivo jugará en un Riazor sin público.
Jesús Sancho (Sanchofoto)

Poco a poco se acerca el retorno de la Liga y en los once partidos que faltan el objetivo del Depor es abandonar el descenso y certificar su salvación. El primer test lo tendrán el domingo 14 de junio en el estadio de Riazor ante el Sporting, un baluarte que ha sido clave para pasar de ser un equipo desahuciado a otro que tiene la permanencia en sus manos. El reto de los blanquiazules es continuar con la dinámica positiva en casa como piedra angular de la salvación, pero es una incógnita saber si mantendrá la buena línea sin el apoyo de una afición que desde el inicio de 2020 ha ido llenando el estadio cada día más llevando a su equipo en volandas.

La importancia para los de Vázquez de mantener la buena dinámica como local se multiplica, ya que jugará en Riazor seis de los once partidos que faltan para cerrar la Liga. El Deportivo, después de un nefasto inicio, había reconducido su rendimiento como local en los últimos meses. La última derrota la sufrió el 8 de diciembre ante el Zaragoza (1-3) y desde entonces había enlazado seis encuentros sin perder sumando cuatro triunfos y dos empates, lo que le significó 14 de los 18 puntos en juego (78%). El dato contrasta radicalmente con la dinámica hasta entonces: una victoria, cuatro empates y cuatro derrotas; siete puntos de 27 posibles (26%).

La racha positiva se inició ante el Tenerife (2-1) con Luis César en el banquillo en el último partido de 2019. El inicio de año supuso la llegada de Fernando Vázquez, con el que el Deportivo derrotó a Racing (2-1), Cádiz (1-0), Las Palmas (2-1) y empató con Girona (2-2) y Lugo (0-0). En esta ola positiva el apoyo de la afición, identificada con el de Castrofeito, fue determinante como indica el cambio de tendencia en la grada: 8.457 espectadores había en la despedida de Luis César, 25.965 en el último duelo ante el Lugo. Ese aliento desaparecerá en este final de Liga y los de coruñeses tienen un claro aviso desde Alemania (3 victorias locales en 18 partidos) para buscar fórmulas que permitan prolongar el ‘efecto Riazor’.