¿Qué fue de la memorable Quinta del 92 en el Espanyol?
El Alevín A de los Amat, Gerard Moreno o Sani conquistaban Brunete el 6 de junio de 2004. También ganarían el Campeonato de Catalunya, la Liga y el Mundialito.
Venían de proclamarse campeones de su Liga y el Campeonato de Catalunya. Pero su hegemonía contra rivales como el todopoderoso Barcelona se extendió aquel 6 de junio al Torneo Nacional de Fútbol 7. El popular Brunete. Y aún quedaría por delante un cuento de Navidad, el Torneo Internacional de Arona, conocido como el Mundialito de la categoría. El Alevín A del Espanyol de la 2003-04, posterior Infantil B, conquistó el planeta. La generación del 92 es una de las más prolíficas que ha dado el club perico. ¿Qué fue de ellos?
A día de hoy, se puede decir que la punta de lanza de aquella formidable quinta, comandada por Albert Villarroya primero y Lluís Planagumà acto seguido, es Gerard Moreno, quien se marchó del Espanyol, al Badalona y el Villarreal, para regresar a su casa y posteriormente también al Submarino, donde pugna ahora por convertirse en el máximo goleador estatal de LaLiga. También a un nivel de elite absoluto sigue rindiendo Jordi Amat, que esta temporada ha militado en el KAS Eupen belga a préstamo por el Rayo Vallecano.
Y en similares circunstancias se encuentran Enric Saborit, que del Athletic Club pasó al Maccabi de Tel Aviv tras rumorearse en 2018 que el Espanyol lo tenía en su radar, o Roman Golobart, quien en enero aterrizó en el AEK Larnaca chipriota y es un auténtico trotamundos del fútbol. Lo contrario, la estabilidad y la capitanía ha encontrado Albert Blázquez en el Olot, donde permanece desde 2015 y donde seguirá, ya que la semana pasada renovó.
El auténtico héroe en la final de Brunete del 6 de junio de 2004 fue Sani Bello Mahama, un clásico ya del fútbol catalán que juega en el Santfeliuenc tras haber pasado por Gavà, Sant Ildefons, Vista Alegre o Castelldefels. También en el Vista Alegre estuvo Jan Lladó, que llegó a pasar por el Tamworth inglés y que ahora defiende los colores del Martinenc.
En cuanto a Adrià Blanchart, militó en el Vilassar tras jugar en Manlleu, Gavà, Llagostera… Y el Barcelona. Xavi Montcusí, por su parte, estaba hasta hace un tiempo en la Gramenet, casi al mismo tiempo que Sergi Maymí militaba en el Mataró y Joan Viñallonga se enrolaba en el Olímpic La Garriga. Aleix Domínguez, ya retirado pese a que la generación del 92 tiene entre 27 y 28 años, pasó por Rubí, Sabadell, Terrassa o Badalona.
Distintas formas de afrontar el fútbol. Pero todas igual de poderosas y cargadas del mismo orgullo. El de una quinta histórica para el Espanyol a la que más tarde se unirían Álvaro Vázquez o Carlos Clerc.