Leganés presume de césped y avisa de los riesgos en el retorno
La empresa responsable de su cuidado cuenta cómo no habrá resiembra o cambio de verde. Habrá que dejarlo crecer y regarlo más. "Será más complicado, pero estamos listos"
Hubo un tiempo en el que el césped del Municipal Butarque se parecía mas a la antigua huerta que flanqueaba el fondo norte del estadio que a lo que debía ser un terreno de juego. Eran tiempos de Segunda B. Lucía un tono verde parduzco (por los arenales) que estuvo en la génesis de los piques recurrentes que Quique Setién ha mantenido con el Leganés.
En 2011, entrenando al Lugo, el cántabro se quejó amargamente de un campo que también afectaba a los locales, por aquello de ser un equipo que aspiraba al ascenso. Los pepineros cambiaron de categoría, pero apenas se notó en un tapete que, también en Primera, tuvo serios problemas. Ya no.
Ahora el Leganés presume de césped. El cambio de empresa que se ocupa de su pradera, allá por 2017, le sentó bien. Muy bien. Modificación sustancial que ahora se enfrenta a un reto mayúsculo.
El retorno de la competición en la fase más dura del verano impedirá su habitual trasplante y mejora estival. Sucede que la vuelta será más dura que la competición per se, con más partidos consecutivos y condiciones climáticas adversas. Todo un reto con riesgos y soluciones a la vista.
"Va a ser más difícil mantenerlo, pero estamos listos"
"El tiempo de recuperación en verano es mucho más largo que en primavera o en otoño, y si encima se juegan partidos más seguidos, cada semana... va a ser mucho más difícil para nosotros, pero estamos preparados para ello", cuenta en los medios del club Eric Durán, responsable de las instalaciones en Madrid de Royalverd, la empresa que mima el césped ya no sólo de Butarque, sino también del Wanda Metropolitano o el Camp Nou, entre otros.
"Lo que cambia es que en verano no se van a poder hacer las regeneraciones como solemos, quitar el césped y replantarlo de nuevo. Hemos tenido que hacer trabajos más agresivos para ir quitando densidad y preparar los campos para que puedan aguantar bien en verano", continúa su explicación.
Porque es en verano cuando el césped de Butarque se somete a un tratamiento específico. Bien "se cambia por completo" o bien "se deja un 10% de la planta", y todo con el objetivo de que el verde "no sufra enfermedades". El nuevo panorama, las once jornadas que se jugarán entre junio y julio provocará que haya "más riesgo de tener enfermedades".
Un césped más blando y algo más largo
Ante esto, Durán explica que tomarán soluciones más pragmáticas. Por ejemplo, teniendo que regarlo con más frecuencia para mantenerlo, lo que hará que "esté un poco más blando". Además, "tampoco se podrá tener tan corto como normalmente y habrá que dejarlo un pelín más largo, siempre dentro de los parámetros que exige LaLiga", cuenta.
El reglamento de la competición fija que debe estar cortado entre 20 y 30 mm, esto es, no más de 3 centímetros. También debe mantener unas condiciones de dureza. Debe situarse entre los 60 y los 90 gramos. Son parámetros que LaLiga vigilia antes de cada partido. Forma parte de las atribuciones que tienen los directores de cada encuentro y será uno de los cometidos que más se vigilará con la vuelta del torneo. Parámetros estrictos que en Leganés, insisten, se cumplirán sin problemas. El césped de Butarque ya no es aquel huerto de hace una década.