Rubén Cano: "Ronaldo estaba fichado, pero al final llegó el Tren Valencia..."
El exjugador y exdirector deportivo del Atlético en la etapa de Jesús Gil recordó en el podcast Maneras de Vivir la famosa anécdota del delantero y la marcha de Raúl al Madrid.
Rubén Cano (5-2-1951, San Rafael, Argentina) fue un importante delantero del Atlético entre 1976 y 1982, con el que ganó una liga. Tras su retirada, pasó a ser director deportivo del club bajo el mandato de Jesús Gil. Más adelante, siguió vinculado como asesor e intermediario en el mercado. El argentino ha vuelto a repasar en el podcast Maneras de Vivir dos detalles que pudieron cambiar el devenir deportivo del Atlético en los años noventa y del que fue partícipe. En primer lugar, la marcha de Raúl, por entonces cadete del Atlético de Madrid para enrolarse en el Real Madrid, donde se convirtió en un jugador de leyenda. Rubén Cano trabajaba por entonces en el Atlético, en la dirección deportiva y lo vivió en primera persona.
“Raulito era un fuera de serie en el Cadete. Yo le llamaba Maradonita, porque deslumbraba. Un domingo invité a su padre al palco. Quedamos en una semana para renovar, pero no vino. El Madrid siempre fue de tocar jugadores, siempre estaba ahí detrás por dinero o por lo que fuera. Y un día me dijeron que firmó por el Real Madrid, un año antes de que Jesús dejara las divisiones inferiores, algo que me pareció una locura, una de las que hizo. Fue una de las veces que me fui del club. La gente dice que fue porque se dejaron las categorías inferiores, pero fue un poco antes. Convencieron al padre y se lo llevaron”, afirmaba Cano.
El exjugador pasó a ser intermadiario y tuvo hecho a Ronaldo Nazario para el Atlético, aunque el final fue otro. “Estaba comprado. Me fui del club y me hice intermediario, porque tenía muchas relaciones y contactos, sobre todo en Sudamérica. Vi un pibe de 16 años en Brasil, Ronaldo. Dije ‘este se sale’. Le dije a mi socio que se fuera a Belo Horizonte a comprarlo. Le dije a Miguel Ángel y fue el chico y estaba allí también el PSV. Ofrecían 600 millones de pesetas. En Argentina ya estaba la opción de comprar derechos a medias y le ofrecí al Cruzeiro, con la aprobación de Jesús Gil, 400 millones por el 50% del pase. Dijeron que sí. Que preferían eso. Llamo a Jesús y me dice que sí. Pero Miguel Ángel dijo que no, que qué era eso del 50%. Entonces en Argentina ya se hacía. El jugador podía estar toda la vida en el Atlético, los derechos federativos eran del Atlético, pero a la hora de cerrar un pase a otro equipo Cruzeiro pediría su parte, nada más. Miguel Ángel Gil dijo que no y acabó llegando el Tren Valencia...”, concluye Rubén Cano.