2. Michel Salgado
Despuntó en el filial céltico actuando como extremo, hasta que se reconvirtió a lateral durante su cesión en Salamanca. Regresó a Balaídos para ser titular indiscutible y convertirse en el mejor carrilero diestro del país, lo que provocó que el Real Madrid acabara pagando su cláusula de rescisión de 2.000 millones. Destacaba por su pundonor y su garra, incansable recorriendo la banda.