Javi Rico recupera para Mareo el cargo de secretario técnico
El director deportivo se incorpora a su despacho junto a Noé Calleja, "mi mano derecha", que asumirá una función que había desaparecido en los últimos años
Javi Rico, el sustituto de Miguel Torrecilla en la dirección deportiva del Sporting, se incorporó ayer a su despacho en Mareo, y lo hizo junto a Noé Calleja, al que presentó como "mi mano derecha, el secretario técnico del club", un cargo que había desparecido como tal en los últimos años en el organigrama del club rojiblanco.
Emilio de Dios y Raúl Lozano habían sido los últimos secretarios técnicos en el Sporting. La contratación de Nico Rodríguez en 2015 se produjo con la categoría de director deportivo que también asumió después Miguel Torrecilla y ahora Javier Rico. Los dos primeros tuvieron bajo su responsabilidad en el organigrama de la dirección deportiva a diferentes personas pero ninguno con la función específica de secretario técnico que ahora asume Noé Calleja.
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Enrique Casas, en la mejor época del club, fue el gran referente como secretario técnico en un Sporting que en diferentes épocas mezcló tradicionalmente ese cargo con el de director deportivo de Mareo. Por esa función, el encargado de realizar los fichajes, pasaron José Manuel Díaz Novoa, Carlos García Cuervo, Miguel Montes o Eloy Olaya, entre otros, por mencionar a históricos de la entidad que desempeñaron esa labor.
El nuevo director deportivo y el secretario técnico se dejaron ver por Mareo, unas instalaciones que "no son nuevas para Calleja porque las conocía de pequeño", apuntó Rico. "Ambos coincidimos en valorar cómo han cambiado con el paso de los años. De los campos que había aquí, con grandes deficiencias, hoy en día hemos pasado a unas instalaciones de primer nivel", añadió.
Para Javi Rico, su incorporación al trabajo en el Sporting ha estado cargada de emoción. "No es lo mismo venir aquí a Mareo a ver partidos que hacerlo ahora como director deportivo. Éste es un momento de alegría, de responsabilidad, emocionante, y ojalá todo vaya bien", confesó el gijonés que pasó la mayor parte de su confinamiento en Tarragona, donde tenía su residencia.