Serantes: "Debía salir de Leganés para quererme a mí mismo"
El exportero pepinero evoca desde Japón el 4º aniversario de su penalti parado en Oviedo y habla del pasado y futuro: "No volvería por volver. Ni al Leganés, ni Athletic. Aquí soy feliz"
La voz de Jon Ander Serantes (Barakaldo, 30 años) suena demasiada nítida. Cristalina. Una limpieza que borra la distancia. Son casi 10.539 kilómetros los que separan Leganés de su casa en Fukouka, Japón, desde donde habla relajado minutos antes de cenar. Bendita tecnología.
Bendita normalidad. Porque el estado anímico del exportero pepinero, uno de los héroes del ascenso, también influye en esa percepción calmada de un verbo suave y campechano. Lo que siempre fue. Puro Serantes. Aunque hubo un tiempo en el que Serantes no fue Serantes. Era otro. Los nervios y la ansiedad se colaron en su cuerpo para hacer de él un tipo diferente. Jon lo admite.
Dice que en sus últimos meses en Butarque no se reconocía a sí mismo. Que le daba demasiadas vueltas a la cabeza. Que de cada grano, erigía montañas. Por eso quiso irse lejos, muy lejos, para reencontrarse con el que siempre fue. Lo ha conseguido. Jugada arriesgada de la que ahora disfruta sin prisa alguna por regresar. "Si Japón estuviera a dos-tres horas en avión de España, me quedaría aquí a vivir", admite en esta conversación calmada, provocada con la excusa de recordar que el pasado martes hicieron cuatro años de su día de gloria. La noche que paró un penalti en el Tartiere que impulso al Leganés rumbo a Primera.
Lo de recordar Oviedo debe ser como un segundo cumpleaños. Todos se acuerdan de usted el día de la efeméride…
(Risas) No me han escrito por mensajes, pero a mí me gusta mucho Twitter y ya sé rápido que se acerca el día, porque algún aficionado del Leganés siempre lo recuerda. Yo también me acuerdo, ¿eh? Fue inolvidable… ¡como para no recordarlo!
¿Fue el día más importante de su carrera?
Yo creo que sí. Se lo decía antes a mi chica. Lo fue por todo. Por lo que nos jugábamos ese día. Porque el día antes, con el triunfo del Nàstic, habíamos perdido la posición de ascenso directo.
Gabriel Pires le debe odiar a usted. ¿Nadie recuerda el gol que marcó para ganar?
(Risas) Pero es que sin su gol, no habríamos ganado. Alguna vez lo hablé con él. Se lo leí también en una entrevista. Que decía que ese gol fue quizá de los más importantes de su carrera y nadie se acordaba de él. Todo Serantes, Serantes, Serantes… pero sin su gol no habría valido de nada.
Arcediano Monescillo debe estarle agradecido. Usted eclipsó su error al pitar aquel penalti que se produjo fuera del área…
Ay… ay… ya te digo… No veas. Con lo vinagre que soy yo con los árbitros, después del partido, cuando iba a subir al autobús, me los encontré y hasta les di las gracias. Imagínate. “Me has hecho famoso en Leganés”, le dije. Yo creo que él también se alegró luego porque cuando lo viese, seguramente pensaría que la podía haber liado guapa si llega a marcar Susaeta y luego no ascendemos.
¿Él le reconoció que no era penalti?
No llegamos a tener esa conversación. Sólo hablamos justo después del partido. No sé si cuando lo saludé ya sabía que no era penalti, pero yo sí que lo sabía. Sabía que era fuera del área. Pero vamos… que daba igual… que llevaba un subidón que me daba igual echarle la bronca.
"El partido de Oviedo fue el más importante de mi carrera. Pires me vacilaba con que que por mi culpa nadie se acordó del gol que marcó"
Bustinza dice que, si no es por él, se va usted a celebrarlo y el Oviedo les habría pillado en el córner inmediatamente posterior al penalti…
¡Pero seguro! ¡Segurísimo! Siempre me lo dice: “Menos mal que estaba yo ahí y que te chocaste conmigo”. Cuando me lo encontré me empujó y me dijo: “Venga, va, que aún queda mucho”. Y todo fue rapidísimo. Me puse a celebrar y cuando me quise dar cuenta, ya estaban sacando el córner, que además lo hicieron en corto y me fastidiaron. Joder… eso es como un gol… te deben dar un tiempo para celebrarlo tranquilo.
Muchos creen que ese día lograron el ascenso, aunque en verdad se certificase dos jornadas después en Anduva. Pero vamos, que desde Oviedo estaba cantado…
Hombre… moralmente para nosotros sí que supuso eso. Sí que fue el ascenso. El Oviedo era entonces el mejor equipo local y habíamos perdido la posición con el Nàstic… aquello fue un golpe duro. Era remar contra muchas cosas.
No se olvide que ese día el Alavés ganó al Bilbao Athletic y dejó el liderato casi imposible.
Es verdad. Nos enteramos al descanso de que habían vencido encima en Barakaldo, que es mi ciudad. Vamos, que no nos valía el empate para seguir entre los dos primeros. Pero sí, al ganar en Oviedo teníamos claro que los dos siguientes partidos ganaríamos sí o sí…
Y después llegó Miranda.
Fue la leche. Íbamos con una ilusión tremenda. Teníamos claro que la armaríamos y ascenderíamos.
Hace cuatro años le dicen que iba a acabar en Japón, tomaría por loco al que se lo dijera…
Totalmente de acuerdo.
¿Cómo le va ahora?
Genial. Estoy muy, muy feliz. En lo deportivo, pero sobre todo en lo personal, que es lo que más necesitaba. En Leganés lo había conseguido todo a nivel deportivo, pero por una cosa o por otra no era feliz. Feliz como persona. Necesitaba llenar ese vacío. Recuperar esa ilusión por el deporte, por competir. Por quererme también un poco a mí mismo.
Vaya… suena duro.
Sí, necesitaba pensar de nuevo en mí. Pensar no tanto en dónde estaba, sino en cómo me encuentro. Ahora soy feliz, de verdad. No me arrepiento para nada.
"En Leganés lo había conseguido todo a nivel deportivo, pero por una cosa o por otra no era feliz"
En Leganés, ¿le traicionó la cabeza? Quizá se la comió demasiado…
Sí, sí… 100%. Al final de cada problemilla o cosa que puede surgir en el fútbol profesional, la presión a la que estamos sometidos o nos someten… yo de todo hacía una montaña. Al final llegué a un punto en el que estaba a punto de estallar. Dentro del vestuario no estaba siendo yo. No sumaba. Mi rendimiento no era bueno. El que yo quería. Necesitaba salir del tema de la lesión también…
¿Cómo salir de la lesión? Pero si ya estaba recuperado cuando se fue…
Por eso… Todo el mundo me decía que si la lesión, que si la lesión… ¡pero si había pasado un año ya recuperado cuando salí! Y veía que no acababa de abandonar ese círculo. Ese tema. Y entonces lo tuve claro: tengo que marcharme… Y que sea lo que tenga que ser. Y salió bien.
Sin haberse comido tanto la cabeza, ¿podría haberse quedado en el Leganés para ser el que fue? ¿El bloqueo mental fue el que le impidió continuar?
Leganés es un sitio especial. Para lo bueno y para lo malo. No lo sé… no lo sé… a toro pasado todos habríamos hecho todo de forma diferente. Yo seguro que me equivoqué en muchísimas cosas, pero en algunos momentos no lo tuve fácil. No fue un camino de rosas.
Entiendo…
Leganés es una familia, tienes un trato muy cercano con todo el mundo, pero cuando todo va mal provoca que te lo tomes todo más a pecho por esa cercanía. Puede que tengas razón, que todo fuera por mi cabeza, por darle demasiadas vueltas a todo.
¿Volvería a Leganés?
No lo sé… en Leganés pasé unos años maravillosos. Aunque saliera por la puerta de atrás, me siento muy querido allí, por el club. Y la afición… ni te cuento… Todavía hablo con muchos de ellos. ¿Volver? Encantado, sí… pero es que todo lo que me faltaba allí lo tengo ahora aquí. Estabilidad deportiva, personalmente vivo genial, es un país maravilloso y disfruto mucho. Ahora no me lo planteo.
"Al final llegué a un punto en el que estaba a punto de estallar. Dentro del vestuario no estaba siendo yo. No sumaba"
Pero termina contrato…
Sí, termino ahora, pero mi idea es seguir en Japón hasta que cambie esta situación… por ahora no me planteo volver a España.
¿Ni al Athletic? Se le ha mencionado alguna vez para retornar…
Hombre, en el Athletic últimamente han pasado muchas cosas en la portería. También Bilbao y el Athletic son mi casa. He pasado muchos años allí. Me formaron como futbolista en el Barakaldo y como persona me dieron muchísimo. Me educaron, me dieron la opción de estudiar… solo puedo agradecerles todo eso…
Así que al Athletic sí que volvería…
A ver, es que yo no volvería por volver. Aunque fuese el Athletic. Si se da la situación, si fuese algo en lo que todos estuviéramos de acuerdo, pues encantadísimo, pero igual al Athletic que al Leganés. Pero es lo de antes: estoy muy contento aquí. No haría esfuerzos por ir a ninguna parte…
A este paso se saca la nacionalidad japonesa… Le veo quedándose allí a vivir…
Pues no tengo ni idea…
¿En serio?
Hombre, a mí me gusta mucho estar en contacto con mi gente. Mira, antes vivía en Madrid y decía: “¡Bah! Yo no necesito a mi familia, a mis amigos… con saber que están ahí, es suficiente”. Claro, los tienes ahí cerca, ni te hace falta, claro… pero ahora se echa de menos. Si necesito ir a España, el viaje es mínimo 24 horas… Pero si estuviera más cerca, a dos horas en avión… Seguro que me quedaba a vivir. Al menos de momento, quizá mañana te diría otra cosa…
Entre esa gente que echa de menos, ¿algún amigo del Leganés?
Hombre… claro. Con Rubén Pérez hablo bastante. Con Szymanowski también. Y con Eraso y Bustinza, los que más.
"No volvería por volver. Ni al Leganés, ni al Athletic. Aquí soy muy feliz. Si estuviera a 2-3 horas en avión, me quedaría vivir en Japón"
¿Los ve salvándose?
Ojalá, ojalá se salven… Con la llegada de Aguirre, el equipo tiene otro punto. Les ha devuelto la ilusión. Les ha hecho creer a ellos y a la afición. Eso es lo importante. Que la gente en Butarque crea, que se olviden de criticar por un mal partido. Que está claro que el equipo estaba preparado para otra cosa, pero el fútbol es caprichoso y te pone en tu sitio rápido. Si quieren ayudar al equipo, deben animar desde casa y a tope.
Pero responda… ¿se salva el Lega?
Lo tienen ahí, hubo un momento que parecía que ni de broma, pero ahora yo creo en la salvación. Ojalá así se dé…