La Real Sociedad no cambia sus hábitos de entrenamiento en las sesiones grupales de Zubieta impuestas por el protocolo de LaLiga, a pesar de que ya se permite ampliar los grupos de trabajo a 14 jugadores. Pero el equipo txuri-urdin continúa ejercitándose en tres turnos de grupos de no más de diez futbolistas. Y todo apunta a que así lo va a hacer, salvo que Imanol Alguacil diga lo contrario de cara al final de la semana. Eso sí, a pesar de no subir el número de jugadores por grupo, lo que tampoco cambia es la intensidad que imprime tradicionalmente a sus sesiones, antes o después de que se parase todo por la pandemia mundial del coronavirus. Imanol aprieta de los lindo a sus jugadores, porque ya puede preparar entrenamientos en los que puede incluir a los porteros en los ejercicios de remate. Y eso da pie a sus habituales palabras de aliento y motivación. El entrenador oriotarra no da excesiva importancia a la posibilidad de aumentar los grupos de trabajo de Zubieta de diez a catorce jugadores , como ha permitido para esta semana LaLiga, después de las palabras de Javier Tebas el pasado domingo, y haciendo caso a lo que viene reflejado en el BOE en relación a los entrenamientos de los deportistas profesionales. Entiende Imanol que los ejercicios que tiene previstos para esta semana lo puede desarrollar con la dinámica que les ha funcionado hasta ahora, y no quiere variar la rutina de trabajo de sus jugadores, con un protocolo de seguridad que siguen de forma estricta, no sólo por la recomendación de LaLiga; sino porque entienden que es la única manera de evitar contagios para que el fútbol pueda volver en la fecha prevista, como es el deseo en la entidad txuri-urdin, que en todo momento ha mostrado su total predisposición a que se pudiera completar lo que restaba de temporada. Por esa razón, en Zubieta seguirán con la división de tres turnos de trabajo hasta que la semana que viene se pueda dar el paso definitivo para volver a la normalidad en los entrenamientos, con las sesiones completas con todos los jugadores de las plantilla, algo que en Zubieta sí que están esperando con muchas ganas.Poco a poco en Zubieta se va volviendo a la estampa anterior al parón de la competición. Imanol no ha aumentado los grupos de trabajo, pero sí ha vuelto a gritar. Sus gritos se han vuelto a escuchar por todas las instalaciones, quizá ahora hasta más, porque el resto de los campos están vacíos. Sus gritos de aliento, de exigencia, de correcciones, de ánimo, de enfado en algunos casos... han vuelto cuando por fin ha introducido en las sesiones las disputadas de balón y, sobre todo, cuando ha incluido en los ejercicios de finalización a los porteros, que hasta ahora trabajaban aparte. El trabajo ahora es algo más real, eso permite subir todavía más la intensidad, y también ver situaciones que se ajustan más a lo que puede pasar en un partido, por lo que puede sacar mejores conclusiones de cómo están sus jugadores y les puede apretar más.Así que la esencia de Imanol Alguacil ha vuelto a Zubieta por fin después del confinamiento . Eso sí, siempre con la mascarilla puesta, como marca el protocolo de seguridad. El oriotarra ya vuelve a estar en su salsa, tal y como se refleja en el último vídeo enviado a los medios de comunicación por parte del club. Los goles y las paradas han regresado, y con ellos las disputas, y con todo ello los gritos de Imanol. El fútbol vuelve poco a poco a ser más normal en Zubieta. "Ya lo tienes, Mikel, ya lo tienes", se le ve gritando a Oyarzabal mientras disputaba un balón con Mikel Merino, que lograba zafarse del marcaje del eibarrés para servir un balón muy goloso a Diego Llorente, al que también gritaba Imanol: "No perdones, Diego, no perdones". El madrileño se aprestaba a salir victorioso de un mano a mano con Remiro. El propio Llorente también recibía sus indicaciones de Imanol cuando estaba en su faceta natural, la de defender: "Lo tienes ahí, no sale de ahí, de ahí no sale", gritaba el técnico realista, al que también le seguían sus jugadores animándose entre ellos. "¡Vamos a disfrutar!", se ve que grita Portu a sus compañeros. Son circunstancias especiales, pero en Zubieta ven la vuelta a los partidos cada vez más cerca, y no pueden ocultar sus ganas.