Haaland, frenazo a la racha
El noruego acumula dos partidos sin ver portería y tuvo que irse del duelo por la Bundesliga con el Bayern por una lesión. Inaudito: se dañó la rodilla al chocar contra el árbitro...
Erling Haaland empieza a darse cuenta de que, en el mundo del fútbol, la balanza cambia de lado muy rápido. Si su regreso al fútbol tras el parón por el coronavirus fue como si nada se hubiera interrumpido, con ese gol al Schalke que hacía el 41 del noruego en esta temporada, desde ahí la cosa ha ido a peor. Contra el Wolfsburgo el pasado sábado se le vio con menos brío y sin ver puerta, y este martes, en die Klassiker, el partidazo que valía media Bundesliga para el Borussia, el objetivo madridista volvió a quedarse sin el gol. Y lo que es peor aún: se fue lesionado en el minuto 70, cojeando y con signos de tener una rodilla lastimada. Lo más inexplicable es cómo se produjo la lesión: fue por un choque fortuito, rodilla contra rodilla, con... el árbitro.
Las imagénes televisivas lo dejaron entrever y fue el exfutbolista noruego y ahora comentarista, Jan Age Fjortoft, el que confirmó citando a fuentes del Dortmund que esa acción desafortunada con el trencilla del encuentro (Tobias Stieler) fue la que provocó la lesión. Haaland tuvo que irse y dejar su puesto a Reyna y quedarse sin batir al poderoso Bayern. Estuvo cerca de por lo menos generar un tanto para su equipo, pero su remate lo despejó Boateng con una zamorana y ni el colegiado ni el VAR indicaron el claro penalti.
Un pequeño bache quizá producido por el parón por el Covid-19 o por la juventud del nórdico, tiene sólo 19 años, pero el hecho de que resulte extraño en Haaland indica hasta qué punto es un futbolista habituado al gol. Un killer diseñado minuciosamente. Estos dos partidos ligueros igualan la peor racha de Haaland en el Borussia (junto antes del parón tampoco marcó contra el Mönchengladbach y el Friburgo, aunque en este partido sólo tuvo 27'), la peor del ariete en el Red Bull Salzburgo y para encontrarse tres partidos suyos de Liga consecutivos sin perforar una portería hay que remontarse a septiembre de 2018, cuando aún estaba en el Molde y tenía 18 años casi recién cumplidos.
Tampoco es para que se eche las manos a la cabeza. El promedio del noruego pese a esta minisequía sigue siendo espectacular, es de 1,13 goles por partido este curso. Así de letal es y si su lesión de rodilla no es grave, este próximo domingo el Paderborn puede ser el que pague los platos rotos.