Ni fotos, ni pancartas ni muñecas hinchables: El Sardinero lucirá desnudo
El Racing descarta invertir dinero en disfrazar la soledad de las gradas de su estadio en los seis partidos que le restan por jugar en Santander
El Sardinero estará vacío y parecerá vacío. El Racing ni se plantea edulcorar la imagen que puedan ofrecer los Campos de Sport sin la presencia de sus aficionados. La decisión la ha tomado por dos razones, una económica y otra ética. No puede afrontar un gasto extra, por pequeño que sea, y no quiere disfrazar la soledad que siente sin el racinguismo. Se ha decidido jugar sin público y lo lógico, entienden, es que se note. Incluso está a la espera de instrucciones concretas de LaLiga sobre si es necesario contar con megafonía, locutor y marcador electrónico. Si no se exigen en el protocolo de partido podrían también prescindir de esos elementos.
La ausencia de público la consideran en el club, y en el vestuario, una losa más pesada para el Racing que para la mayoría de sus rivales, "No hay tantos equipos que tengan el apoyo de su afición desde la grada como el que nos dan a nosotros" es el mensaje casi unánime de los verdiblancos. Eso, obviamente, es subjetivo. No solo porque todos los clubes, o casi, presumen de afición, sino porque los datos parecen desmentirlo: los resultados como local esta temporada han sido muy pobres, dos victorias, nueve empates y cuatro derrotas, lo que han hecho que el Racing tenga, con 15 puntos, el peor balance como local de LaLiga Smartbank.
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