Se exigirá 'distancia social' en las protestas a los árbitros

El Reglamento establece claramente que el árbitro puede amonestar a los futbolistas que le acosen tras una decisión, pero ahora no hará falta ni tan siquiera que abran la boca. Bastará con que los jugadores no respeten la distancia social para que el colegiado les enseñe la tarjeta amarilla. Así lo ha solicitado Rizzoli, el exárbitro internacional italiano y actual designador de la Serie A. Rizzoli quiere que las cuatro grandes ligas de Europa (España, Premier, Bundesliga y Serie A) tomen postura común para salvaguardar la salud de los colegiados.

El 'nuevo fútbol' sin público y sin abrazos también lo será sin protestas. Al menos como lo hemos conocido hasta ahora. La imagen de los jugadores rodeando al árbitro para protestar una decisión pasará a mejor vida si los futbolistas son capaces de controlar sus emociones, algo que pondrá a prueba su templanza en las jugadas de área y especialmente en los penaltis.

Pero los colegiados saben que no será fácil cumplir la norma. Proponen que se aplique el Reglamento a rajatabla, y que sea sólo el capitán, siempre con respeto y sin aspavientos, quien le haga llegar la protesta. El asunto tiene su miga, porque no será fácil controlar a los jugadores de sangre caliente para que renuncien a rodear al colegiado si se sienten perjudicados por una de sus decisiones. Pero no va a quedar más remedio, si no quieren ver como crecen las estadísticas de las tarjetas amarillas asociadas a la protesta.