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Los pericos no olvidan a Aduriz

Más allá de los 11 goles que anotó al Espanyol durante toda su carrera, el donostiarra enterró todas las ilusiones blanquiazules, hace un lustro, en la Copa del Rey.

BARCELONA, SPAIN - MARCH 04: Aritz Aduriz (C) of Athletic Club fights for the ball with Alvaro Gonzalez (L) and Anaitz Arbilla (R) of RCD Espanyol during the Copa del Rey Semi-Final Second Leg match between RCD Espanyol and Athletic Club at Cornella-El Pr
Alex CaparrosDIARIO AS

Aunque nos tocó sufrirte como rival, nuestro reconocimiento a tu carrera profesional. Suerte en la nueva etapa, Aritz Aduriz”. Así despedía el Espanyol en redes sociales, este miércoles por la noche, al veterano delantero, quien horas antes había decidido poner fin a su carrera. Un trayecto con el que el equipo perico se cruzó en numerosas ocasiones, 26, con una especialmente dolorosa e ‘inolvidable’.

Verdugo en un sinfín de ocasiones, Aduriz solo perdió ante el Espanyol en una de las 11 ocasiones en las que marcó un gol, en las filas de Athletic Club, Valencia y Mallorca. Una de las grandes citas en las que saltaron chispas fue la visita de los pericos a Mestalla del 2 de enero de 2011, en que fue expulsado por un codazo que él siempre negó, no sin antes haber anotado un gol. Pero el momento que todo aficionado del Espanyol asocia a Aduriz es la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey 2014-15, a la que llegaban los blanquiazules tras haber apeado a Valencia y Sevilla.

Su gol en el encuentro de ida, en el Nuevo San Mamés, había pasado prácticamente desapercibido, porque fue en el minuto 10, después empataría Víctor Sánchez y se llevaría el Espanyol la sensación de una enorme superioridad que a la postre, al no haberse reflejado en el marcador, resultaría inútil. O peor: contraproducente.

Las cuatro semanas que transcurrieron hasta la vuelta, en Cornellà-El Prat el 4 de marzo, jugaron en contra de un cuadro perico que ya se veía en la final. La afición recibió como en las grandes ocasiones a unos jugadores que, en lugar de soñar en grande, se bloquearon. Y Aduriz, cómo no, acabó con todas las esperanzas de nuevo a los diez minutos pero esta vez sí de forma definitiva. El donostiarra dejó helado al Espanyol al completo.

El 1-1 de la ida, que parecía una ventaja espectacular, se había ido al traste y el partido no había hecho más que empezar. Lejos de levantar el ánimo, el vuelo, aprovechar el ambiente y salir airosos, los pericos deambularon hasta que Xabi Etxeita anotó la sentencia al filo del descanso. Ya no hubo más historia. Como no la habrá con Aduriz, una vez retirado.