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REAL SOCIEDAD

Sube la intensidad en Zubieta

Imanol aprieta a sus jugadores incluyendo ya ejercicios de posesión y finalización en los que pide velocidad y fuerza.

San SebastiánActualizado a
Sube la intensidad en Zubieta
HandoutGetty Images

La intensidad no para de subir en Zubieta. A pesar de las dificultades para completar entrenamientos de calidad, por las restricciones que marca el protocolo de LaLiga en una semana en la que los grupos de trabajo no pueden superar los diez futbolistas, Imanol Alguacil aprieta a sus jugadores con ejercicios de posesión y finalización en los que exige velocidad, fuerza y eficacia. Los jugadores, cada vez con mejor tono físico, responden de forma positiva a las demandas de su entrenador, porque la intención es volver a tener el mismo estado de forma arrollador de antes del parón de la competición por culpa de la crisis sanitaria del coronavirus.

La semana que había dispuesto el entrenador oriotarra está siendo muy exigente, porque tras ocho sesiones con protagonismo de forma inevitable para el trabajo físico, no iba a dejar escapar la oportunidad de empezar a añadir ejercicios colectivos a sus jugadores con los que poder exigirles un peldaño más en la mejora de sus condiciones. El hecho de poder trabajar en grupos, aunque sea en tres turnos diferentes, permite a Imanol introducir trabajo táctico por líneas, pero sobre todo aumentar la exigencia de las sesiones físicas con el balón como gran protagonista, diseñando diferentes circuitos para ensayar diferentes jugadas y opción de remate ante la portería contraria.

También se puede ver en Zubieta las primeras disputas de balón, porque los rondos vuelven a ser uno de los ejercicios típicos para comenzar las sesiones. Pero es que, además, el técnico de la Real también vuelve a trabajar la finalización y defensa de acciones a balón parado y de centros laterales, en los que pide a sus futbolistas intensidad en cada jugada, tanto para defender como para rematar el centro de un compañero.

Los porteros, que hasta ahora trabajaban al margen del grupo con su entrenador especialista, Luis Llopis, ya han entrado en esos ejercicios colectivos, en los turnos en los que hay alguno de los cuatro porteros que están estos días trabajando con el primer equipo en Zubieta. Por fin se puede ver ya lanzamientos a portería con guardametas bajos los palos, en situaciones más reales a lo que es fútbol de antes de la pandemia, y no la vuelta al trabajo individual de la semana pasada. Eso sí, las medias de seguridad no han cambiado en nada con respecto a los primeros días. Los jugadores siguen teniendo que ir cambiados a Zubieta y ducharse en sus domicilios, es obligatorio que utilicen guantes y mascarilla todos el tiempo que estén por las instalaciones de entrenamiento, salvo en la propia sesión.

El club les permite ya desayunar de nuevo en Zubieta, pero siguiendo unas estrictas normas, evitando en todo momento que los diferentes grupos que ha dividido Imanol entren en contacto. Los jugadores, además, pasan pruebas médicas casi todo los días para controlar su buen estado. Además, cada semana pasan los diferentes test del coronavirus, algo fundamental para seguir dando pasos hacia delante y que LaLiga pueda justificar ante sanidad que se puede ir aumentando el número de jugadores en cada turno hasta llegar a las sesiones de toda la plantilla al completo. Con mucha precaución, el fútbol entra en su nueva normalidad, mientras Imanol aprieta cada vez más a sus jugadores. Objetivo: amarrar esa cuarta posición que otorga el último premio para la Champions League.