Tienen 40 días para alcanzar un acuerdo
La plantilla y la propiedad del Racing siguen sin alcanzar un acuerdo, que llevan semanas negociando, que permita seguir jugando después del 30 de junio
Ningún jugador, ni en público ni en privado en su vestuario, ha amenazado con no querer jugar después del 30 de junio. Ni tan siquiera en el caso de los seis que acaban contrato o los nueve que terminan cesión ese día. Es más, alguno de ellos han asegurado off the record que van a jugar con total seguridad hasta el final de la competición. Sin embargo, esto no lo puede asegurar el Consejo de Administración del Racing ya que, después de semanas de negociación, la plantilla y el club no han llegado a un acuerdo al respecto.
La clave del desacuerdo hay que buscarla en el ERTE que afectó a los trabajadores del Racing desde el decreto del estado de Alarma hasta el comienzo de los entrenamientos, lo que supuso a todos ellos (no solo a los futbolistas) una merma en sus ingresos. Hay una parte del vestuario que entiende, como principio, que si durante el confinamiento cobraron menos ya que no podían trabajar con normalidad, lo justo es que ese dinero lo recuperen si ahora van a trabajar después de la finalización de sus contratos lo que no pudieron hacer en su momento. En el club, sin embargo, entienden que la clave está en que lo que no se van a recuperar son los ingresos que se perdieron en su momento, como los taquillajes de los partidos, parte de los patrocinios, el merchandising o, pendiente de resolver, la compensación a los abonados. Todo es según el color del cristal con el que se mira.
Después de varios contactos a través de videoconferencias con los máximos dirigentes del club, Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, y con la interlocución del director general Víctor Alonso a raíz de la vuelta a los entrenamientos, las propuestas que llegan al vestuario desde el club no convencen a parte de la plantilla. No se hace referencia a la devolución de lo perdido en el ERTE y sí compensaciones en base a otros criterios. Aunque, de momento, no hay crispación, cada vez se percibe más distancia anímica entre una parte y otra. Los técnicos estuvieron también afectados por el ERTE (en el caso de Oltra y sus ayudantes, recién aterrizados en Santander) y, obviamente, también les concierne la actual negociación en marcha.
En cualquier caso, se alcance o no el acuerdo marco para toda la plantilla, luego cada uno de los futbolistas y técnicos podrá tomar la decisión que quiera respecto a seguir jugando en el mes de julio. A ningún trabajador se le puede obligar a acudir a su puesto laboral tras la finalización del contrato. Cada uno deberá firmar una prolongación individual del mismo. En principio, no parece que vaya a haber ningún problema con los cedidos ya que hay un pacto de caballeros entre los clubes españoles para prolongar las múltiples cesiones cruzadas entre ellos hasta el 31 de julio. La duda puede existir en si hay algún jugador de los que acaba contrato el 30 de junio que ya ha firmado con otro club. Ese podría ser el caso de Luca o de Aitor Buñuel y, tal vez, podría conllevar una negociación con sus nuevos equipos.
