Koke: “Pasar por la cárcel es duro, pero no lo peor del mundo"
El exfutbolista, preso en Alhaurín de la Torre, concedió una entrevista a ‘El Desmarque’. “En este tiempo quizás hayamos estado mejor que vosotros”, reconoce.
Sergio Contreras, Koke, fue futbolista del Málaga, Rayo Vallecano y Aris Salónica, entre otros equipos. Se ganó bien la vida con el deporte y conoció las mieles del triunfo, pero hace medio año fue detenido en el transcurso de una operación antidroga y bajó a los infiernos. Desde entonces permanece en la prisión de Alhaurín de la Torre, en Málaga, donde le está tocando vivir el estado de alarma y la crisis por la pandemia del COVID-19.
"Me gustaría transmitir a la sociedad que somos personas normales, que la presunción de inocencia tiene que existir, que por pasar por la cárcel no se puede excluir a las personas, todos merecen una oportunidad. En mi caso yo me considero buena persona y aquí soy aún mejor". Son las palabras con las que Koke se despide del redactor de El Desmarque de Málaga que le ha entrevistado en la cárcel mediante un cuestionario de 20 preguntas.
También en la que Koke se ha mostrado sin tapujos y ha dejado patente su lado más humano. El malagueño es consciente de la situación que se está viviendo a nivel mundial, lo que le hace quitarle cierto hierro al asunto de estar privado de libertad: "La situación aquí no es mala, estamos todos bien y quizás este tiempo hemos estado mejor que vosotros fuera. Podemos correr, entrenar etc etc... Espero que esto pase pronto".
Reconoció sentirse seguro ante la amenaza del coronavirus, pero su preocupación se traslada hacia fuera: "Yo sí me siento seguro. Aquí los protocolos son los mismos. No tenemos relación con el exterior, así que hay poco riesgo de contagio. Sólo que echamos de menos a nuestros seres queridos. Estoy más preocupado por mi familia fuera que por mí mismo".
Asegura que su paso por la cárcel le ha hecho mejor persona: "Pasar por la cárcel no es lo peor del mundo, sí duro está claro. Estar aquí te hace vivir cosas impensables y pensar como un preso". Recuerda que en la cárcel son todos iguales y cuando se habla de fútbol, esa equidad se enfatiza todavía más: "Soy malagueño y casi todos me conocen. Cuando llegué ya todos me estaban esperando. Cuando hablamos de fútbol aquí somos todos iguales. Hay de todo: panaderos, albañiles, gestores, exfutbolistas etc, etc. Pero todos estamos en la cárcel, no tengo ningún privilegio, el respeto se lo gana uno siendo como es".
Aunque reconoce que echa de menos el fútbol, no juega en la cárcel: "Lo echo de menos, el fútbol es casi toda mi vida. Aquí juegan todos los días, pero yo he jugado sólo una vez, no juego porque no me gustan las pelotas de fútbol sala, no tengo el toque de esa pelota...".
Respecto al próximo regreso de la competición, reconoce no concebir el fútbol sin público: "El fútbol hace tiempo que se convirtió en negocio y está claro que hay que acabar la temporada. Hay mucho interés televisivo y sin acabarse muchos clubes dejarían de cobrar por esos derechos y su viabilidad sería problemática. Pero no veo ni comparto el fútbol sin su esencia: los aficionados. Incluso he visto que el Real Madrid jugará en Valdebebas, triste pero es lo que hay".