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TENERIFE

A un año de la llegada de Luis César Sampedro

El entrenador gallego sustituyó a Oltra y tuvo la difícil misión de salvar al equipo del descenso en cuatro jornadas, situación que finalmente sucedió.

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A un año de la llegada de Luis César Sampedro

“No soy un loco, vengo porque confío en los jugadores y en las posibilidades enormes que hay de hacer un buen papel. Creo que hay potencial”. Así se presentó Luis César Sampedro nada más aterrizar en la Isla después de aceptar el reto de dirigir al Tenerife los últimos cuatro partidos de Liga tras la destitución de José Luis Oltra.

La dinámica del equipo tenía preocupada a la dirección deportiva y sobre todo al presidente Miguel Concepción quien veía el abismo cada vez más cerca. La gota que colmó el vaso fue la derrota en Granada, donde el entrenador valenciano sacó una alineación muy extraña, dando motivos para el cambio. A las once de la noche del domingo 12 de mayo de 2019, el club anunciaba la salida del técnico con más partidos en el banquillo blanquiazul.

Víctor Moreno tiró de contactos y su amistad con Luis César Sampedro ayudó para que el gallego aceptara el gran desafío a solo cuatro días para preparar el duelo ante el Elche y con cuatro partidos para acabar la campaña. Y con la zona roja a dos puntos. “Lo que tengo que hacer es vivir el hoy y el presente. El pasado no se puede modificar”, aseguró Luis César.

Su estreno no pudo ser peor: cayó goleado en el Martínez Valero por 3-0 ante un rival que no se jugaba nada. Solo Suso y Naranjo se salvaron de la quema. Sampedro tenía mucho que trabajar para evitar un triste desenlace, justamente ese que vino a evitar.

A pesar del duro tropiezo, el entrenador no se desanimó y tomó buena nota de lo sucedido para no repetirlo contra el Real Oviedo en el Heliodoro duelo que había que ganar sí o sí. El club fue consciente de ello y generó iniciativas para que el Heliodoro tuviera un gran ambiente. Y lo hubo porque casi 16.500 personas animaron al equipo, que ganó 2-1 y respiró aliviado. Suso, autor del primer gol, jugó gran parte del encuentro con una fractura en el arco cigomático.

A la semana siguiente, llegó otro duelo para el infarto y que resultó determinante: tocaba visitar al Lugo que también se jugaba la salvación. Tanto lucenses como tinerfeños hicieron un partido lleno de temores y estuvieron más pendientes de lo que sucedía en el Carlos Tartiere donde el Rayo Majadahonda dejó escapar una buena renta a favor (ganaba 1-3) para perder 4-3 y asegurarle la permanencia a ambos.

A la última jornada se llegó con el deber cumplido para recibir al Real Zaragoza al que se le ganó por 1-0 con un solitario tanto de Nano. Así, Luis César Sampedro se despedía por todo lo alto: en cuatro partidos sumó dos victorias, un empate y una derrota, pero lo más importante: evitó que el equipo cayera al pozo de la Segunda B.

“Se puede decir que ha salido todo rodado”, resumió el míster tras esa victoria. “Vine a aquí con una situación concreta, la de conseguir la salvación en cuatro partidos y, por suerte, lo hicimos con una semana de antelación. Estoy satisfecho de mi paso por la Isla”, finalizó.