Diez años del último baile de Guti
El 16 de mayo de 2010, en La Rosaleda, Guti jugó su último partido vestido de blanco y fiel a su historial, le añadió picante: tuvo una bronca considerable en la banda con Chendo.
1. En la Peña Barcelonista de Torrejón
Fue una anécdota, pero una de las primeras fotografías de Guti como futbolista le retrata con una camiseta del Barcelona. Cosas del destino, la estilosa promesa jugaba en la Peña Barcelonista de Torrejón. Un espejismo, siempre supo cómo azuzar el pique con el gran rival madridista. "Yo siempre quiero que el Barça pierda", ha admitido más de una vez. También ha tenido para el Atlético. "Siempre va a ser el segundo equipo de la capital". Madridista y guerrillero.
2. Llegó a 'La Fábrica' por trece balones...
No llegó a La Fábrica desde esa peña culé. El Real Madrid le fichó tras una prueba cuando jugaba para otro club, el Rayito Torrejón, por un precio simbólico: trece balones. Desde el Juvenil convivió con otro icono blanco, Raúl, pero su ascenso no fue tan meteórico. Tuvo que fajarse en Segunda con el Real Madrid. Sergio Egea le hizo debutar y sólo necesitó cinco partidos para marcar su primer gol...
3. Debutó contra el Sevilla en el Bernabéu.
Como con Raúl, el artífice de su debut fue Jorge Valdano. Diciembre de 1995, el rival era el Sevilla. Con 19 años, un novato de rubia cabellera sustituyó a Amavisca en el 60' y logró asentarse poco después gracias a Arsenio Iglesias, 'El Bruxo de Arteixo'. Fueron los primeros aplausos del Bernabéu para Guti, con el que entablaría una peculiar relación, con sus altos y bajos. El torrejonero formó parte de lo que se llamó la 'Quinta de la Galleta' junto al siete, Álvaro Benito, Sandro, Dani, Víctor... El Madrid ganó ese día por 4-1.
4. Su gran éxito con La Roja: el Europeo Sub-21
Ironías de la vida, el '14' sólo jugó 14 partidos con la Selección española absoluta y nunca fue santo de la devoción de ningún seleccionador. Su gran éxito fue el Europeo Sub-21 de 1998, en Bucarest. Desplegó su arte junto a la camada de Míchel Salgado, Valerón, Víctor Sánchez del Amo, Salva Ballesta y Angulo, entre otros. España ganó a Grecia (1-0) y se trajo el segundo título continental en esta categoría en su historia. Guti brillaba con 'La Rojita'.
5. 'Enfant terrible'
A veces volcánico tanto dentro como fuera del campo, ése carácter irascible le supuso 11 expulsiones y 123 amarillas durante su carrera (sólo le superan Ramos y Fernando Hierro). En 1999, tras una derrota en Vigo, Toshack le echó de un entrenamiento después de que el torrejonero le hiciera dos entradas fuertes a Mijatovic y Morientes. "No me gusta expulsar a un jugador", explicó el técnico galés, "pero había que tranquilizar los ánimos, Guti tiene calidad, pero a veces tiene una actitud que no es positiva...". El propio Guti, una vez sereno, pidió disculpas al vestuario.
6. La gran noche: hat-trick al Villarreal
Guti nunca fue tan goleador como aquel año, cuando Del Bosque decidió ubicarle en ocasiones casi de falso nueve. El Submarino amarillo fue torpedeado tres veces por Guti, la única vez que consiguió un hat-trick en Liga. El primero, una volea genialoide desde fuera del área tras un centro medido de Roberto Carlos y que se coló por la escuadra de Vallejo. Muy probablemente el mejor gol de su carrera. Curiosidad: aquel fue el primer partido al que Lucas Vázquez asistió en el Bernabéu.
7. Toda una rock-star
Portada de revistas, muy conocido en la noche madrileña, Guti formó parte del star-system en todo el sentido de la palabra. También del musical, en 2003 posó para AS con sus amigos Leiva y Rubén Pozo, integrantes de Pereza. "Me habría encantado ser cantante de rock and roll", ha confesado. Un pionero en hacer del futbolista un icono de la moda. Peinados inverosímiles, tatuajes por doquier cuando la piel de los futbolistas aún solía estar virgen, y coches personalizados incluso con su dorsal, el 14. Nunca pasó ni pasará inadvertido.
8. En el meollo galáctico
El talento de Guti para leer el juego y dar los pases más inverosímiles fue sobreviviendo en el Madrid a fichajes galácticos (Zidane, Figo, Beckham...) y a la competencia de titulares que tiraban de musculatura (Makelele y Seedorf). Su fama de ser a veces blando y en otras de perder los nervios le restó titularidades en partidos importantes, como las finales de la Séptima, la Octava y la Novena. En la primera era pronto, a la segunda llegó lesionado y a la tercera, cuando iba a entrar, fue la famosa lesión de César que permitió a Casillas edificar su leyenda. Aún así, Guti fue un superviviente, estuvo casi 15 años en el primer equipo.
9. Una acción inmortal: el Taconazo en Riazor
"Tacón de oro", tituló al día siguiente AS. Será la escena que siempre le defina en la memoria de los madridistas. Pongámonos en situación: 30 de enero de 2010, minuto 40 de un Deportivo-Real Madrid que iba 0-1. Guti se encontró ante Aranzubia y decidió, en vez de marcar, dejarle de tacón la pelota a Benzema (que venía unos metros a su espalda) para que rematara él la faena. Una acción torera, casi de Globetrotter. Un arabesco que sigue sorprendiendo no tanto por su dificultad como por la osadía, fútbol callejero en Primera. "Antes de que me llegara la pelota de Kaká, ya vi todo lo que iba a pasar", admitiría después. No fue su primera asistencia así. Le dio otra de tacón a Zidane en 2006.
10. Adiós en La Rosaleda... con picante
El 16 de mayo de 2010, en La Rosaleda, Guti bailó su último vals vestido de blanco. No fue en Concha Espina y fiel a su historial, le añadió picante: tuvo una bronca considerable en la banda con Chendo, delegado blanco, que le recriminó perder tiempo. Cinco días después y pese a que daba por hecho que se iría, le comunicó a Valdano (por entonces director general del club) que quería seguir. El club creía que, como Raúl antes, su ciclo había acabado. Tras 542 partidos, 77 goles y decenas de acciones para para el recuerdo con el Madrid, tocaba pasar página.
11. Arropado en su adiós por sus 15 trofeos
Tras 25 años en el club, Guti salió por primera vez de Chamartín. Convocó una conferencia de prensa con Valdano, que apenado, anunció que dejaba el Madrid "un futbolista de culto". "Mi corazón siempre estará aquí y me queda la tristeza de retirarme en el Madrid", admitió el propio Guti, arropado por sus 15 trofeos como madridista. Se le quedó esa espina clavada. Tanto él como muchos madridistas siguen echando en falta un partido homenaje, una última noche con el 14.
12. Recibido como un dios en Estambul
Ya fuera del club que le hizo futbolista, había curiosidad por saber en dónde seguiría su carrera. Se fue a un país tan exótico como su fútbol, a Turquía. Le llamó Bernd Schuster, al que había tenido como técnico en el Madrid, y firmó por dos años con el Besiktas a razón de 2,7M€ cada uno de ellos. Llegó a Estambul como un semidiós. Cientos de seguidores fueron a recibirle en el aeropuerto Atatürk y a su presentación acudieron 15.000 hinchas. Fue un periodo corto, salpicado con alguna polémica al volante, de apenas 40 partidos (12 goles) y coronado por una Copa de Turquía.
13. Campeonísimo con el Juvenil
Al Guti entrenador le salieron los dientes de leche en casa, en Valdebebas. Primero como asistente en el Alevín, el Infantil y el Cadete, finalmente pidió una oportunidad de verdad y el club le dio la joya de la cantera, el Juvenil A. La 'generación Guti' lo ganó todo: Copa de Campeones y Copa del Rey Juvenil. Sólo se les escapó la Youth League. Por su mano pasaron Fede Valverde, Achraf, Óscar Rodríguez... pero les apartó de la gloria el Benfica de Joao Felix. Le tocaba el Castilla, pero el club prefirió a Solari...
14. El 'otro' jeque de Almería
"La gente se acuerda de Guti porque fui un futbolista diferente", viene diciendo desde su retirada. Pero eso es el pasado. Su filosofía como entrenador la resumió hace poco en 'Universo Valdano'. "Al llegar al Almería le dije al equipo. 'Olvidaos de Guti. Aquí Guti no está. Soy José María Gutiérrez, soy vuestro míster. La exigencia va a ser máxima. Quien no lo haga, no va a jugar conmigo". Cambio de ciclo y aspirante a sumar un ascenso a Primera como entrenador a su dilatado palmarés. De Guti a José María Gutiérrez...
