ALMERÍA
La importancia del portero en el modelo de juego del Almería
Sacar el balón jugado desde atrás exige a Sivera y Fernando adaptarse al trabajo de juego ofensivo, defensivo y táctico del estilo de Gutiérrez.
La norma con las cesiones al portero fue una de las que más hizo evolucionar al fútbol, teniendo el portero que saber manejarse con el juego de pies como cualquier otro jugador. Determinados modelos de juegos llevan esto al límite, como el de José María Gutiérrez, lo que hizo que Fernando, el eterno suplente, le quitase el puesto y el brazalete a René. "El modelo de juego intentamos aplicar en nuestro equipo, que es proponer desde atrás y ser dominador, el portero tiene un papel fundamental porque es el que inicia el juego", explica Borja Álvarez, preparador de porteros que llegó de la mano de Gutiérrez y el que entrena a los metas del Almería junto a Ricardo Molina.
"Al final nuestro modelo de juego exige otras cosas al portero como jugar adelantado o estar atento a posibles coberturas, lo que conlleva tener mucho repliegue... El modelo de juego a nivel de portero es exigente y lo que intentamos es dentro de nuestro entrenamiento específico o aislado es adaptarnos a este modelo de juego que el míster propone", prosigue Álvarez, para el que la parcela táctica es fundamental para desarrollar el estilo de Gutiérrez. "Hay que adaptarse al trabajo de juego ofensivo, también en la faceta más defensiva y, sobre todo, lo que considero más importante, toda la faceta táctica: estar bien posicionado, entender el juego y tomar decisiones a partir de las situaciones de juego que se proponen", explica el entrenador de porteros.
Así, los entrenamientos individuales dificultan llevar esta labro a cabo. "Esta situación nos permite focalizarnos más en cada portero, trabajar la mejora individual de los diferentes aspectos. Pero obviamente cuando tengamos nuestro grupo de trabajo de los tres porteros y los dos preparadores habrá unos recursos que ahora no tenemos, como trabajar con cooperación, oposición", apunta el preparador rojiblanco, que echa en falta no poder realizar una sencilla tarea como centro y rematar.