De Marcos disfruta en el segundo día en Lezama
Probó con toques de balón y desplazamientos ante porterías pequeñas. El tobillo izquierdo le había dado la lata casi toda esta temporada.
La primera plantilla rojiblanca se entrenó esta mañana nublada de martes en las instalaciones de Lezama con el trabajo individualizado por segundo día consecutivo de esta primera fase de desconfinamiento de cara a arrancar la competición el día 12 de junio. Toques de balón apoyados con redes que portaban los dos entrenadores y conducción de balón con el sonido de las obras del nuevo edificio de Lezama a pleno pulmón.
Uno de los protagonistas indiscutibles de este deseoso retorno a la actividad tras 58 días en barbecho es Óscar de Marcos, operado el pasado mes de diciembre para sanar su avería en el tobillo izquierdo. Probó con toques de balón con el apoyo de Garitano y Ferreira y desplazamientos ante porterías pequeñas. El tobillo izquierdo le había dado la lata casi toda esta temporada tras siete años sin lesiones y ahora De Marcos camina hacia la normalidad golpeando el balón sobre el césped de Lezama para recuperar sensaciones y el toque natural.
Esta es una minipretemporada que puede costar, aunque no habían estado precisamente de vacaciones. Deportivamente, por sacar algo positivo, a De Marcos le ha venido bien porque le ha dado más tiempo para recuperarse. Este tipo de lesiones lo que más necesitan es paciencia. Con todos los recursos que tiene Lezama, sellará su puesta a punto tras permanecer continuamente hablando con los fisios para pautar los ejercicios de reforzamiento de su articulación en su domicilio. Les enviaba los baremos de dolor para tenerle controlado. Estos dos días la comunicación es directa con ellos. Solo De Marcos, Beñat, que acabó con un esguince de tobillo y Villalibre, que se recuperaba ya de una dolencia en la espalda, estaban tocados antes de aplazarse la competición.
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