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La extraña pero feliz vuelta a Zubieta de la Real

Los jugadores del club donostiarra empezaron a ejercitarse en circunstancias excepcionales, pero se mostraron contentos de volver a pisar el césped .

La extraña pero feliz vuelta a Zubieta de la Real.
Real Sociedad

Los jugadores de la Real Sociedad han vuelto a llenar de fútbol las instalaciones de Zubieta. El balón ha vuelto a rodar en las instalaciones del equipo txuri-urdin, aunque en circunstancias muy peculiares, por culpa del protocolo de seguridad que marcan las autoridades sanitarias de la crisis sanitaria del coronavirus. A partir de las 16.30 horas han empezado a llegar los jugadores de forma escalonada y dividido en grupos para ejercitarse en dos de los nueve campos que hay en Zubieta. Antes, habían llegado los técnicos, utilleros y resto del cuerpo tecnico. Los miembros de la empresa de desinfección han desinfectado todo el material que han utilizado los jugadores. Y después ya ha comenzado la primera sesión en Zubieta después de dos meses sin fútbol.

El protocolo que han seguido los jugadores ha sido un ritual que se va a repetir a partir de ahora. Al menos en esta primera fase de vuelta a los entrenamientos con las sesiones individuales. Cada jugador llegaba a Zubieta en su vehículo personal y a la entrada les paraban para tomarle la temperatura bajando la ventanilla y sin bajarse del coche. Cada jugador llegaba ya cambiado y con sus botas, al bajar del coche se dirigían a la ventana del bar del edificio Gainditu, donde un trabajador le proporcionaba unos guantes, sus botellas de agua y el resto de material que iba a necesitar ya desinfectado. Para entonces todos los jugadores debían ir con mascarilla puesta. Después, se les indicaba si tenían que entrenar en el Z1 o en el Z2.

Ya en el césped, cada jugador tenía asignado un plan individualizado bajo la supervisión de los técnicos y los preparadores físicos, siempre siguiendo de forma escrupulosa la distancia de seguridad marcada. A la entrada de cada campo de entrenamiento había gel que se han aplicado al entrar y al abandonar el césped. Han hecho mucho trabajo físico, pero también han tocado balón, aunque sin entrar en contacto entre ellos en ningún momento. Cada jugador ha tenido su balón de principio a fin del entrenamiento. Ha habido jugadores como Monreal, Aritz Elustondo, Zaldua o Le Normand que han entrenado con guantes de protección. Pero otros lo han hecho sin nada en las manos. No es obligatorio durante el entreno. Es opcional. Quienes si han estado con guantes y mascarilla han sido los entrenadores, entre ellos Imanol Alguacil. Han hecho trabajos de pase, regates y velocidad con balón, pequeños circuitos que han completado por partes. La buena noticia ha sido ver a Illarramendi entrenando con un preparador físico a buen ritmo.

Al terminar su entrenamiento, cada jugador recogía el material que había utilizado y lo llevaba a desinfectar. Se ponía sus zapatillas de calle, con guantes y mascarilla, y antes de abandonar Zubieta, recibía una bolsa con ropa para su entrenamiento de mañana ya desinfectada y en la que debe meter su ropa de la sesión de este viernes para llevarla a que la limpien y desinfecten en Zubieta. Todos los jugadores se han duchado en su domicilio. Apenas han tenido contacto entre ellos, pero sí han podido verse las caras en persona después de dos meses, aunque sea a dos metros de distancia. Así ha sido el primer día de trabajo de la Real en Zubieta en pleno confinamiento. Así va a ser a partir de ahora durante un tiempo. Empieza la adaptación a la nueva normalidad del mundo del fútbol.