Una decisión adoptada de mutuo acuerdo hace un par de meses
El presidente Javier Fernández dice que la “no continuidad” de Torrecilla fue acordada con el salmantino porque “los resultados no son los que esperábamos”
El relevo en la dirección deportiva del Sporting ha pillado por sorpresa a muchos pero llevaba tiempo gestándose. Al menos un par de meses y fue producto del acuerdo entre las partes. Ni Miguel Torrecilla ni el club se plantearon la renovación del contrato que ha unido al salmantino con la entidad gijonesa.
El presidente Javier Fernández reveló durante la presentación de Javier Rico que “hace unos meses que el club y Miguel llegamos a la conclusión de que el camino iniciado hace tres años debía llegar a su fin a la finalización del contrato”. Es horizonte estaba fijado en el próximo 30 de junio. “Los resultados deportivos no son los que esperábamos", añadió el máximo accionista del Sporting.
El motivo de esta decisión "permitía contar con el tiempo suficiente a la nueva dirección deportiva y a Miguel la búsqueda de nuevos proyectos”, añadió Fernández, que se mostró agradecido al trabajo de Torrecilla en las tres temporadas en el Sporting.
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Javier Fernández destacó en la labor de Miguel Torrecilla “el avance que ha supuesto para nuestra identidad, que resultó de su implicación en la mejora y el funcionamiento de la dirección deportiva".
Miguel Torrecilla llegó en el verano de 2017 a un Sporting recién descendido de Primera y se marcha con el equipo en Segunda después de haber contado con cuatro entrenadores y habiendo contratado a 36 futbolistas, entre fichajes y cedidos. En el camino también hubo traspasos sonados de canteranos como Meré, Sergio Álvarez y Dani Martín.
El desgaste de la figura de Torrecilla había sido notable en los últimos meses y desde el mercado de invierno había desaparecido de la vida pública.