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Once leyendas del Espanyol por dorsales

Uno de los mejores porteros de todos los tiempos y el jugador más universal del Espanyol, debutó con solo 15 años, en 1916, y siguió en el club hasta que en 1922 se lo llevó el Barcelona. Volvió en 1925, conquistó la Copa de España de 1929 y fue traspasado un año más tarde por 100.000 pesetas al Madrid. “1-0 y Zamora de portero” o “hay dos porteros: Zamora en la tierra y San Pedro en el cielo” son dos frases que dan muestra de su grandeza.
Cambió de interior izquierdo a lateral derecho un año antes de firmar por el Espanyol, en 1950. Contribuyó a ser el equipo menos goleado de Primera en las temporadas 1952-53 y 1953-54. Es el jugador en la historia del club con más minutos en LaLiga (26.988’), el capitán en el debut europeo, en 1961 en Hannover, y en el primer descenso. También técnico del segundo descenso.
En cinco años con la camiseta del Espanyol fue claramente de menos a más, exhibiendo cada vez mayor calidad técnica e incluso sirviendo, en su único gol como blanquiazul, el pase a la Copa UEFA en 1996. Como lateral zurdo compartía de maravilla la banda con Moisés Arteaga, otro mito perico.
Ocupa un lugar destacado en la historia perica por su descomunal marcaje a Ruud Gullit en el Milán-Espanyol de la Copa UEFA 1987-88, en la que los blanquiazules alcanzaron la final. Central o libre, fue uno de los máximos exponentes del ‘Yo, cantera’, la campaña del club para promocionar a los jugadores formados en su fútbol base.
Pasó a la historia también por un célebre marcaje, a Jackie Milburn en el España-Inglaterra del Mundial de Brasil-50, por lo que se considera el más universal de los pericos tras Zamora, y el primer central moderno. Participó del mítico 6-0 del Espanyol al Barcelona en Sarrià, en 1951.
Casi legendaria es la relación entre el Espanyol y el hispanoargentino, que llegó de la mano de Planeta Deportiva, que despuntó con José Antonio Camacho, que fue titular en la Copa de 2000 y que, a su regreso, aportó jerarquía para un par de salvaciones ‘in extremis’ y otra Copa en 2006. Central duro, expeditivo pero técnico, internacional con Argentina, en 2009 tomó las riendas del banquillo, en su primera experiencia como técnico. El resto es historia.
Delantero de vocación aunque extremo diestro de profesión, no solo le hizo dos goles al Barcelona en el 6-0 de 1951, sino que llegó a un póquer, cuatro, en el derbi del 27 de mayo de 1956. Fue con 86 dianas el máximo goleador de la historia del Espanyol hasta que llegaron Rafa Marañón y Raúl Tamudo,
Técnico, talentoso, Dani Solsona es uno de los mejores centrocampistas que ha dado el Espanyol, al que llegó en edad infantil y que le impuso la insignia de oro y brillantes antes incluso de haber debutado con el primer equipo porque había ganado un concurso estatal de habilidad. Pura magia en el campo, de los jugadores que justifican una entrada, internacional y posterior estrella del Valencia.
Llegó con el sambenito de tener varios descensos a sus espaldas, y con su pasado culé, pero pronto se ganó a la grada con su calidad, con sus recursos para asomarse por la portería rival, y por sus goles. Carismático, no le costó ser capitán. Y convertirse en el máximo realizador de Cornellà-El Prat. Aún se le echa de menos.
El ala izquierda de los Cinco Delfines, la plantilla del Espanyol que tanto maravillaba en la segunda mitad de los años 60, con Amas, Ré, Rodilla y Marcial, aunque acabaron bajando a Segunda. Durante 11 temporadas militó en el conjunto perico hasta convertirse en uno de los ídolos de su historia.
Llegó al Espanyol tras cuatro años de ‘mili’ en el Real Madrid para convertirse en un ídolo, con 144 goles que le convierten en el máximo realizador de la historia perica sumando todas las competiciones oficiales. 22 fueron en LaLiga 1976-77. Y nueve, contra el eterno rival. Genio, figura. Y arquitecto. Profesor Marañón.
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1. Ricardo Zamora

Uno de los mejores porteros de todos los tiempos y el jugador más universal del Espanyol, debutó con solo 15 años, en 1916, y siguió en el club hasta que en 1922 se lo llevó el Barcelona. Volvió en 1925, conquistó la Copa de España de 1929 y fue traspasado un año más tarde por 100.000 pesetas al Madrid. “1-0 y Zamora de portero” o “hay dos porteros: Zamora en la tierra y San Pedro en el cielo” son dos frases que dan muestra de su grandeza.

2. Antoni Argilés

Cambió de interior izquierdo a lateral derecho un año antes de firmar por el Espanyol, en 1950. Contribuyó a ser el equipo menos goleado de Primera en las temporadas 1952-53 y 1953-54. Es el jugador en la historia del club con más minutos en LaLiga (26.988’), el capitán en el debut europeo, en 1961 en Hannover, y en el primer descenso. También técnico del segundo descenso.

3. Víctor Manuel Torres Mestre

En cinco años con la camiseta del Espanyol fue claramente de menos a más, exhibiendo cada vez mayor calidad técnica e incluso sirviendo, en su único gol como blanquiazul, el pase a la Copa UEFA en 1996. Como lateral zurdo compartía de maravilla la banda con Moisés Arteaga, otro mito perico.

4. Josep Maria Gallart

Ocupa un lugar destacado en la historia perica por su descomunal marcaje a Ruud Gullit en el Milán-Espanyol de la Copa UEFA 1987-88, en la que los blanquiazules alcanzaron la final. Central o libre, fue uno de los máximos exponentes del ‘Yo, cantera’, la campaña del club para promocionar a los jugadores formados en su fútbol base.

5. José Parra

Pasó a la historia también por un célebre marcaje, a Jackie Milburn en el España-Inglaterra del Mundial de Brasil-50, por lo que se considera el más universal de los pericos tras Zamora, y el primer central moderno. Participó del mítico 6-0 del Espanyol al Barcelona en Sarrià, en 1951.

6. Mauricio Pochettino

Casi legendaria es la relación entre el Espanyol y el hispanoargentino, que llegó de la mano de Planeta Deportiva, que despuntó con José Antonio Camacho, que fue titular en la Copa de 2000 y que, a su regreso, aportó jerarquía para un par de salvaciones ‘in extremis’ y otra Copa en 2006. Central duro, expeditivo pero técnico, internacional con Argentina, en 2009 tomó las riendas del banquillo, en su primera experiencia como técnico. El resto es historia.

7. Julián Arcas

Delantero de vocación aunque extremo diestro de profesión, no solo le hizo dos goles al Barcelona en el 6-0 de 1951, sino que llegó a un póquer, cuatro, en el derbi del 27 de mayo de 1956. Fue con 86 dianas el máximo goleador de la historia del Espanyol hasta que llegaron Rafa Marañón y Raúl Tamudo,

8. Dani Solsona

Técnico, talentoso, Dani Solsona es uno de los mejores centrocampistas que ha dado el Espanyol, al que llegó en edad infantil y que le impuso la insignia de oro y brillantes antes incluso de haber debutado con el primer equipo porque había ganado un concurso estatal de habilidad. Pura magia en el campo, de los jugadores que justifican una entrada, internacional y posterior estrella del Valencia.

9. Sergio García

Llegó con el sambenito de tener varios descensos a sus espaldas, y con su pasado culé, pero pronto se ganó a la grada con su calidad, con sus recursos para asomarse por la portería rival, y por sus goles. Carismático, no le costó ser capitán. Y convertirse en el máximo realizador de Cornellà-El Prat. Aún se le echa de menos.

10. José María García

El ala izquierda de los Cinco Delfines, la plantilla del Espanyol que tanto maravillaba en la segunda mitad de los años 60, con Amas, Ré, Rodilla y Marcial, aunque acabaron bajando a Segunda. Durante 11 temporadas militó en el conjunto perico hasta convertirse en uno de los ídolos de su historia.

11. Rafa Marañón

Llegó al Espanyol tras cuatro años de ‘mili’ en el Real Madrid para convertirse en un ídolo, con 144 goles que le convierten en el máximo realizador de la historia perica sumando todas las competiciones oficiales. 22 fueron en LaLiga 1976-77. Y nueve, contra el eterno rival. Genio, figura. Y arquitecto. Profesor Marañón.