Se cumple un año del histórico baño del Leganés al Sevilla
El 3 de mayo de 2019 los de Pellegrino salvaron la categoría tras vapulear 0-3 al Sevilla. En Nesyri, Braithwaite y Óscar marcaron. Aquel duelo fue el principio del fin.
No es el Leganés un equipo acostumbrado a darse grandes alegrías fuera de casa en Primera. Las ha habido, sí, pero suelen aparecer con cuentagotas. Por eso la que sucedió hace un año, el 3 de mayo de 2019, está anotado en letras doradas en un calendario, el pepinero, que exhala nostalgia en la evocación de lo que fue más que una victoria. Fue el inicio de un fin de ciclo que ahora tiene a los pepineros caminando por el alambre de la angustia con vistas al infierno del descenso.
Sucedió en Sevilla, en el Sánchez Pizjuán. El Leganés se permitió el lujo de vapulear 0-3 a un Sevilla que llegaba con ambiciones de Champions. De hecho cuando arrancó la jornada (aquel partido la inauguró en viernes), los sevillanos tenían los mismos puntos (55) que el Getafe, que ocupaba la cuarta plaza y ambicionaba ponerse el parche de las estrellitas por primera vez en su historia. Curioso. El eterno enemigo, el Leganés, les tendió la mano para que lo lograran asaltando Nervión. Pero no fue suficiente ayuda para Bordalás y sus muchachos.
El asunto no es menor porque en la previa del partido en la capital hispalense hubo voces en la afición del Lega que sugerían que lo mejor era no armarla en Sevilla. Total, la salvación estaba (casi) conseguida y así no se inyectaría ilusión Champions al otro lado de la Carretera de Toledo. No era un pensamiento descabellado. Visto lo sucedido en las jornadas precedentes, lo normal es que el Leganés hubiera perdido contra el Sevilla.
Del desastre a la gloria
En los cinco partidos previos, el Leganés sólo había logrado tres empates. Dos, los primeros, fuero consecutivos ante Alavés y Real Madrid. Aquellos dejaron la salvación casi sentenciada y abrieron las puertas de ciertas opciones europeas a los de Mauricio Pellegrino. Pero el equipo, relajado en su objetivo primario, el de evitar el descenso, se evadió, y perpetró tres partidos más a cuál más horrible: derrotas ante Villarreal y Athletic y empate contra el Celta. Nadie esperaba nada de la visita a Sevilla. Y entonces se obró el milagro.
Fue el mejor partido de la temporada para un Leganés ciclónico que no sólo no sufrió ni un segundo, sino que acogotó al rival en un resultado que se quedó corto. En Nesyri, Braithwaite y Óscar marcaron los goles, un recital que hoy es imposible de ver porque los dos primeros han volado de Butarque durante la temporada actual. El primero, de hecho, rumbo al Sevilla. Quizá esa noche Monchi se enamoró de él.
La oferta postpartido del Betis a Pellegrino
La otra parte de Sevilla, la del Betis, también se enamoró de aquel partido no sólo por el triunfo frente al enemigo rojiblanco, sino porque Serra Ferrer tenía entre ceja y ceja intentar el fichaje de Pellegrino. Es más, se vio con el Flaco esa noche para hacerle una oferta tentadora que triplicaba el salario que percibía en el Leganés. Mauricio, hombre de palabra, aún no había firmado la renovación, pero decidió que lo prometido al Leganés ("Me quedo") era suficiente.
Amablemente declinó la propuesta y se preparó para ampliar su contrato por dos años con los madrileños. El triunfo en Sevilla fue lo que dio luz verde a la negociación real, porque el entonces entrenador del Lega siempre dijo que, sin salvación, no habría diálogo. Y esa victoria certificó la tercera permanencia blanquiazul en la élite, la última conocida hasta el momento.
Fue eso y más, porque también fue la victoria por más diferencia de goles del Leganés en Primera de forastero, la primera vez que se asaltaba el Pizjuán y el único triunfo de visitante hasta que, el pasado 8 de marzo, se ganó al Villarreal por 1-2. Ahora el parón ha frenado la remontada pepinera y dejado Butarque lleno de interrogantes que hace un año parecían imposibles. El Leganés que arrasó el Pizjuán era una certeza absoluta, de ésas que, visto lo visto, al fútbol le encanta desnudar.