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RACING

El Racing en Segunda está de paso

Los de El Sardinero, que van últimos y han bajado en las dos anteriores ligas que han jugado en la categoría, suman seis descensos y ocho ascensos a Primera

Santander
El Racing en Segunda está de paso
Nacho Cubero DIARIO AS

Aunque la hoja de servicios del Racing es más que estimable, con 44 temporadas en Primera, categoría de la que es uno de los padres fundadores, y 35 en Segunda, lo cierto es que se encuentra en uno de los puntos más bajos deportivamente hablando de su historia. Hubo otras décadas tristes, como la de los cuarenta o la de los sesenta, pero esta, la que arrancó en 2011, es directamente trágica. De momento, y no hay más que mirar la clasificación para darse cuenta que puede empeorar, el Racing acumula cuatro descensos y cinco temporadas en Segunda B en estos últimos diez años.

Tras la mejor racha en Primera, diez temporadas consecutivas que incluyeron el paso por la competición europea, la bola de nieve de la mala gestión y la locura que supuso el paso de Alí Syed por el club, la década comenzó con un descenso bochornoso a Segunda. Sin ganar un partido en los cinco últimos meses, el Racing se arrastró por los estadios hasta perder la categoría en la temporada 11/12, en la que pasaron por el banquillo Héctor Cúper, el triunvirato Juanjo/Pinillos/Castaños y Álvaro Cervera. No fue mejor la siguiente campaña, en Segunda, con Ángel Lavín, Harry, en la presidencia y hasta ¡cuatro! técnicos en la banquillo: Unzue, que no pasó de la pretemporada, Fabri, Gay y Alejandro Menéndez. De locura en locura hasta el descenso final a Segunda B.

El primer paso en este siglo por la categoría de bronce, siempre con la sombra de la quiebra inminente y la lucha del racinguismo (y la plantilla) para echar a Harry y su inefable cohorte, se arregló en el campo con un ascenso ante el Llagostera. Eso y el histórico plante copero ante la Real Sociedad, convirtió en inolvidable a aquella plantilla que comandó Paco Fernández. Poco duró la alegría en casa del pobre, paupérrimo por aquel entonces, el ovetense fue destituido, Koné tuvo que ser operado y, ya con Munitis en el banquillo, el equipo volvió a caer en el pozo con un gol en el último minuto del Osasuna en Sabadell. Y luego..., cuatro interminables años en Segunda B. La más larga travesía del desierto afrontada por el club en 107 años de historia.

El ascenso en Mallorca del verano pasado parece quedar ya muy lejano. Iván Ania, el líder desde el banquillo, cayó a las 15 jornadas, Cristóbal Parralo solo aguantó otras once y Oltra, recién llegado antes del parón coronavírico, se encontró ya al equipo camino del pozo. El club es más estable societariamente, paga religiosamente a fin de mes, la afición no da un paso atrás, la plantilla está comprometida..., pero algo falla. La amenaza de la Segunda B está ahí de nuevo. Depende de si mismo, de ganar seis mano a mano a puerta cerrada frente a rivales directos, pero solo una remontada homérica impediría volver a las andadas por los modestos campos de Segunda B.

No sería, de producirse, que la suerte aun no está echada del todo, la primera vez que el Racing se despeña desde la Segunda División. Ya ha descendido en otras seis ocasiones: 42/43, 46/47, 67/68, 89/90 y las ya mencionadas 12/13 y 14/15. Eso sí, también puede presumir de haberse subido ocho veces al balcón del Ayuntamiento para celebrar sendos ascensos de Segunda a Primera: 49/50, 59/60, 72/73, 74/75, 80/81, 83/84, 92/93 y 2001/02. Eso sin contar que los santanderinos fueron los únicos de los diez fundadores de LaLiga, en 1929, que se tuvieron que ganar su presencia en Primera superando una fase previa en la doblegó al Oviedo, el Sporting, el Celta, el Depor, el Valencia, el Betis y el Iberia de Zaragoza.