NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Fútbol

Marcelino cumple hoy 80 años

Tras iniciarse en el fútbol en el Numancia de Ares y el Galicia de Mugardos, Marcelino, entonces medio volante, completó una gran temporada en el Ferrol, de Segunda División, y el secretario técnico del Real Zaragoza, Rosendo Hernández, lo incorporó como una gran apuesta de futuro. El club aragonés no tuvo que pagar nada al Ferrol por su fichaje, al tener Marcelino licencia federativa de aficionado. Al ser su padre marinero y estar en ese momento embarcado, se solventó la operación regalándole a su tío un cigüeñal de repuesto para su camión, además de acordar la participación gratuita en el Trofeo Concepción Arenal de Ferrol de 1959. Marcelino firmó por tres años con una ficha inicial de 150.000 pesetas.
Lo de Marcelino en el Real Zaragoza fue llegar y besar el santo. En su debut oficial, el 13 de septiembre de 1959 en el viejo José Zorrilla de Valladolid, fue el autor del único gol del equipo aragonés aprovechar a los 20 minutos una salida en falso del portero Cantero y rematar a placer con la derecha. El Zaragoza perdió por 2-1, pero Marcelino tuvo una actuación notable.
Marcelino hizo historia en el Real Zaragoza al convertirse en su primer internacional absoluto. El seleccionador nacional Pedro Escartín lo hizo debutar en el España-Marruecos, partido de vuelta de la eliminatoria valedera para la fase final del Mundial de Chile 1962 que se disputó en el Santiago Bernabéu el 23 de noviembre de 1961 (3-2). Marcelino, que abrió la cuenta goleadora de España, se alineó de interior izquierda, con el ‘10’ a la espalda y formando línea con Aguirre, Del Sol, Di Stéfano y Collar. Marcelino fue 14 veces internacional y disputó la Eurocopa de 1964 y el Mundial de 1966.
El mejor Zaragoza de la historia disputó el 23 de junio de 1963 la primera de sus cuatro finales de Copa consecutivas. Y fue frente al Barcelona en el Camp Nou, un escenario de lo más ‘neutral’. Pero el Zaragoza, que había eliminado al Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento en semifinales y era favorito en todas las apuestas, empezando por las del mago de los pronósticos Acisclo Karag, defraudó por completo ante un Barcelona que se limitó a aprovechar las facilidades que le dio un equipo aragonés que pagó la novatada. Marcelino jugó ese día de extremo derecha y se quedó sin marcar en el 3-1 favorable a los azulgranas.
En el estadio Rocourt de Lieja, en la ida de las semifinales de la Copa de Ciudades en Feria de 1964, Antonio Ramallets, entrenador del Real Zaragoza, alineó por primera vez a la célebre delantera de los ‘Cinco Magníficos’: Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. En un partido violentísimo, el equipo aragonés perdió 1-0 frente al Royal Liégeois, al que eliminaría en un partido de desempate en La Romareda el 28 de mayo de 1964.
Quizá el cabezazo más famoso de la historia del fútbol español decidió la victoria de España frente a la Unión Soviética en la final de la Eurocopa de 1964. A siete minutos del final, Pereda se internó por la banda derecha y puso un centro que Marcelino, con un prodigioso giro de cuello, remató de cabeza a media altura desde el punto de penalti para sorprender a Yashin y dar la victoria a España. Pese a que el Zaragoza estaba concentrado para jugar la final de la Copa de Ferias, Marcelino se quedó un día más en Madrid celebrando el título de la Eurocopa con el marqués de Villaverde y, ante la solicitud de un deseo, no se lo pensó: “Quiero el Volvo rojo de la exposición del automóvil de Barcelona”.
Quizá el cabezazo más famoso de la historia del fútbol español decidió la victoria de España frente a la Unión Soviética en la final de la Eurocopa de 1964. A siete minutos del final, Pereda se internó por la banda derecha y puso un centro que Marcelino, con un prodigioso giro de cuello, remató de cabeza a media altura desde el punto de penalti para sorprender a Yashin y dar la victoria a España. Pese a que el Zaragoza estaba concentrado para jugar la final de la Copa de Ferias, Marcelino se quedó un día más en Madrid celebrando el título de la Eurocopa con el marqués de Villaverde y, ante la solicitud de un deseo, no se lo pensó: “Quiero el Volvo rojo de la exposición del automóvil de Barcelona”.
Sólo tres días después de la victoria de España frente a la URSS, el Zaragoza de los ‘Magníficos’ abrió su palmarés el 24 de junio de 1964 al derrotar 2-1 al Valencia en el Camp Nou en la final de la Copa de Ciudades en Feria, lo que más tarde pasaría a denominarse Copa de la UEFA. Marcelino fue el autor del gol de la victoria en el minuto 64, al resolver de un derechazo inapelable una gran jugada entre Villa y Lapetra.
29 de mayo de 1966: su segundo título de Copa. El Zaragoza se sacó la espina de su derrota frente al Atlético de Madrid en la final de la Copa de 1965. En un partido antológico, los ‘Magníficos’ dieron una lección magistral de fútbol en el Bernabéu frente al entonces Atlético de Bilbao y conquistaron su segunda Copa del Generalísimo. Marcelino no logró ninguno de los dos goles del Zaragoza, pero tuvo una tarde sobresaliente. Iríbar, colosal, impidió una goleada de escándalo: el Zaragoza tiró 25 veces a puerta, estrelló dos balones en los postes y a Villa se le anuló un gol legal en el minuto 33. El portero vasco fue levantado en hombros por sus seguidores al final del partido al grito de “Iríbar es cojonudo, como Iríbar no hay ninguno”, pero éste no dudó en señalar que “Quienes merecían haber salido a hombros son los once jugadores del Zaragoza”. Marcelino pasó a ganar 1.400.000 pesetas, el quinto salario más alto de todo el fútbol español.
Apenas once días después de ganar la Copa de Ferias, el Real Zaragoza conquistó su primera Copa del Generalísimo, en su segundo intento, pese a jugarse la final en el estadio Santiago Bernabéu frente al Atlético de Madrid. Lapetra y Villa plasmaron en la primera mitad la indiscutible superioridad del equipo aragonés. El día siguiente en Zaragoza se desbordó el entusiasmo para recibir a los campeones y Marcelino fue literalmente llevado en hombros hasta la Basílica del Pilar.
Muy limitado ya por su maltrecha rodilla izquierda y también hastiado de la exigencia del fútbol, Marcelino disputó su último partido con el Real Zaragoza el 30 de noviembre de 1969 frente al Las Palmas en la Romareda. Jugó con el ‘11’ a la espalda, porque el paraguayo Ocampos ejercía ya de delantero centro, y tras una primera parte de ausencia fue sustituido tras el descanso por Planas. Al final de temporada, con sólo 30 años, puso fin a su carrera deportiva.
1 / 11

11 de mayo de 1959: Marcelino ficha por el Real Zaragoza

Tras iniciarse en el fútbol en el Numancia de Ares y el Galicia de Mugardos, Marcelino, entonces medio volante, completó una gran temporada en el Ferrol, de Segunda División, y el secretario técnico del Real Zaragoza, Rosendo Hernández, lo incorporó como una gran apuesta de futuro. El club aragonés no tuvo que pagar nada al Ferrol por su fichaje, al tener Marcelino licencia federativa de aficionado. Al ser su padre marinero y estar en ese momento embarcado, se solventó la operación regalándole a su tío un cigüeñal de repuesto para su camión, además de acordar la participación gratuita en el Trofeo Concepción Arenal de Ferrol de 1959. Marcelino firmó por tres años con una ficha inicial de 150.000 pesetas.

Foto:Pedro Luis Ferrer y Ángel Aznar

13 de septiembre de 1959: su primer gol con el Real Zaragoza

Lo de Marcelino en el Real Zaragoza fue llegar y besar el santo. En su debut oficial, el 13 de septiembre de 1959 en el viejo José Zorrilla de Valladolid, fue el autor del único gol del equipo aragonés aprovechar a los 20 minutos una salida en falso del portero Cantero y rematar a placer con la derecha. El Zaragoza perdió por 2-1, pero Marcelino tuvo una actuación notable.

Foto:Pedro Luis Ferrer y Ángel Aznar

23 de noviembre de 1961: su debut con la selección española absoluta

Marcelino hizo historia en el Real Zaragoza al convertirse en su primer internacional absoluto. El seleccionador nacional Pedro Escartín lo hizo debutar en el España-Marruecos, partido de vuelta de la eliminatoria valedera para la fase final del Mundial de Chile 1962 que se disputó en el Santiago Bernabéu el 23 de noviembre de 1961 (3-2). Marcelino, que abrió la cuenta goleadora de España, se alineó de interior izquierda, con el ‘10’ a la espalda y formando línea con Aguirre, Del Sol, Di Stéfano y Collar. Marcelino fue 14 veces internacional y disputó la Eurocopa de 1964 y el Mundial de 1966.

Foto:Pedro Luis Ferrer y Ángel Aznar

23 de junio de 1963: su primera final de Copa

El mejor Zaragoza de la historia disputó el 23 de junio de 1963 la primera de sus cuatro finales de Copa consecutivas. Y fue frente al Barcelona en el Camp Nou, un escenario de lo más ‘neutral’. Pero el Zaragoza, que había eliminado al Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento en semifinales y era favorito en todas las apuestas, empezando por las del mago de los pronósticos Acisclo Karag, defraudó por completo ante un Barcelona que se limitó a aprovechar las facilidades que le dio un equipo aragonés que pagó la novatada. Marcelino jugó ese día de extremo derecha y se quedó sin marcar en el 3-1 favorable a los azulgranas.

Foto:Pedro Luis Ferrer y Ángel Aznar

22 de abril de 1964: los ‘Cinco Magníficos’ se alinean juntos por primera vez

En el estadio Rocourt de Lieja, en la ida de las semifinales de la Copa de Ciudades en Feria de 1964, Antonio Ramallets, entrenador del Real Zaragoza, alineó por primera vez a la célebre delantera de los ‘Cinco Magníficos’: Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. En un partido violentísimo, el equipo aragonés perdió 1-0 frente al Royal Liégeois, al que eliminaría en un partido de desempate en La Romareda el 28 de mayo de 1964.

Foto:Pedro Luis Ferrer y Ángel Aznar

21 de junio de 1964: su gol a su Rusia en la final de la Eurocopa

Quizá el cabezazo más famoso de la historia del fútbol español decidió la victoria de España frente a la Unión Soviética en la final de la Eurocopa de 1964. A siete minutos del final, Pereda se internó por la banda derecha y puso un centro que Marcelino, con un prodigioso giro de cuello, remató de cabeza a media altura desde el punto de penalti para sorprender a Yashin y dar la victoria a España. Pese a que el Zaragoza estaba concentrado para jugar la final de la Copa de Ferias, Marcelino se quedó un día más en Madrid celebrando el título de la Eurocopa con el marqués de Villaverde y, ante la solicitud de un deseo, no se lo pensó: “Quiero el Volvo rojo de la exposición del automóvil de Barcelona”.

Foto:Pedro Luis Ferrer y Ángel Aznar

21 de junio de 1964: su gol a su Rusia en la final de la Eurocopa

Quizá el cabezazo más famoso de la historia del fútbol español decidió la victoria de España frente a la Unión Soviética en la final de la Eurocopa de 1964. A siete minutos del final, Pereda se internó por la banda derecha y puso un centro que Marcelino, con un prodigioso giro de cuello, remató de cabeza a media altura desde el punto de penalti para sorprender a Yashin y dar la victoria a España. Pese a que el Zaragoza estaba concentrado para jugar la final de la Copa de Ferias, Marcelino se quedó un día más en Madrid celebrando el título de la Eurocopa con el marqués de Villaverde y, ante la solicitud de un deseo, no se lo pensó: “Quiero el Volvo rojo de la exposición del automóvil de Barcelona”.

Foto:Pedro Luis Ferrer y Ángel Aznar

24 de junio de 1964: su primer título con el Real Zaragoza

Sólo tres días después de la victoria de España frente a la URSS, el Zaragoza de los ‘Magníficos’ abrió su palmarés el 24 de junio de 1964 al derrotar 2-1 al Valencia en el Camp Nou en la final de la Copa de Ciudades en Feria, lo que más tarde pasaría a denominarse Copa de la UEFA. Marcelino fue el autor del gol de la victoria en el minuto 64, al resolver de un derechazo inapelable una gran jugada entre Villa y Lapetra.

Foto:Pedro Luis Ferrer y Ángel Aznar

29 de mayo de 1966: su segundo título de Copa. El Zaragoza se sacó la espina de su derrota frente al Atlético de Madrid en la final de la Copa de 1965. En un partido antológico, los ‘Magníficos’ dieron una lección magistral de fútbol en el Bernabéu frente al entonces Atlético de Bilbao y conquistaron su segunda Copa del Generalísimo. Marcelino no logró ninguno de los dos goles del Zaragoza, pero tuvo una tarde sobresaliente. Iríbar, colosal, impidió una goleada de escándalo: el Zaragoza tiró 25 veces a puerta, estrelló dos balones en los postes y a Villa se le anuló un gol legal en el minuto 33. El portero vasco fue levantado en hombros por sus seguidores al final del partido al grito de “Iríbar es cojonudo, como Iríbar no hay ninguno”, pero éste no dudó en señalar que “Quienes merecían haber salido a hombros son los once jugadores del Zaragoza”. Marcelino pasó a ganar 1.400.000 pesetas, el quinto salario más alto de todo el fútbol español.

Foto:Pedro Luis Ferrer y Ángel Aznar

5 de julio de 1964: su primer título de Copa

Apenas once días después de ganar la Copa de Ferias, el Real Zaragoza conquistó su primera Copa del Generalísimo, en su segundo intento, pese a jugarse la final en el estadio Santiago Bernabéu frente al Atlético de Madrid. Lapetra y Villa plasmaron en la primera mitad la indiscutible superioridad del equipo aragonés. El día siguiente en Zaragoza se desbordó el entusiasmo para recibir a los campeones y Marcelino fue literalmente llevado en hombros hasta la Basílica del Pilar.

Foto:Pedro Luis Ferrer y Ángel Aznar

30 de noviembre de 1969: su último partido con el Zaragoza

Muy limitado ya por su maltrecha rodilla izquierda y también hastiado de la exigencia del fútbol, Marcelino disputó su último partido con el Real Zaragoza el 30 de noviembre de 1969 frente al Las Palmas en la Romareda. Jugó con el ‘11’ a la espalda, porque el paraguayo Ocampos ejercía ya de delantero centro, y tras una primera parte de ausencia fue sustituido tras el descanso por Planas. Al final de temporada, con sólo 30 años, puso fin a su carrera deportiva.

Foto:Pedro Luis Ferrer y Ángel Aznar