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COMUNICACIÓN

Habrá un 'Informe' de Michael

Luis Fermoso, coordinador y subdirector del programa de Movistar, lo revela en AS mientras recuerda la figura de Robinson.

Madrid
Michael Robinson en el décimo aniversario de Informe Robinson, en 2017.
EDUARDO CANDELDIARIO AS

"Lo más acojonant... de él era cómo dominaba el lenguaje alguien que escuchó su primera palabra de español con 28 años”. Habla Luis Fermoso, coordinador y subdirector de Informe Robinson, desde que llegó a Canal+ (hoy Movistar), hace 20 años, al lado de Michael Robinson. “Mi vida profesional es Michael, ha sido mi libro de estilo, mi ADN”. El Robinson comunicador, contador de historias. “Cuando llegué a la tele en 1997, de becario en El Día Después, él ya era una estrella”. Canal+ tenía siete años, hacía seis que Alfredo Relaño, entonces director de deportes, le había dado la alternativa ante los micrófonos.

En 1990 comentó en TVE el Mundial de Italia, con Luis Fernández, y a mí me había llamado la atención por un comentario. El narrador decía que tal linier era japonés. ‘Nunca he visto a un japonés sin la cámara de fotos al hombro’, replicó Robin”, rememoraba Relaño. Robinson había colgado las botas el año anterior, con 30, y aquel verano en Canal+ quedaba un hueco: el de Valdano. “Él hacía con Carlos Martínez los partidos y El Día Después pero quería ser entrenador”. Un día volvió a toparse con Michael, que trabajaba para Eurosport, y había ido a la tele para ofrecer “unos combates de boxeo”... Y así comenzó esa otra historia maravillosa que duró 30 años, hasta el pasado 11 de marzo en Anfield, la del Robinson contador de historias, comunicador.

Tenía un instinto natural”, revela Relaño. “Al principio, cuando hablaba muy mal español, tenía muchos dichos, ‘más solo que la una...’, y a mí se me ocurrió decirle más latinajos”, añade. “Era un chorro de anécdotas, un conversador extraordinario, gigante, y un encanto como persona”, cuenta Luis Fermoso. "Ejerció el periodismo siempre desde una peana ética", rescata Relaño mientras confirmaba lo que Nacho Aranda contaba en su Twitter por la mañana, a modo de despedida. "Siempre me decía: 'Mira Nacho, si llamas a puerta de un tipo que está viendo tele en pijama, tirado sofá, nunca te la abriría. A nosotros nos deja ponernos delante y contarle historias. Y paga. ¿Cómo no vamos a hablar ese tipo con respeto, coñ..? Escuché y apunté". "Lo aprendió de uno de sus entrenadores en Liverpool. Yo siempre insistía que en que para acudir al trabajo hay que vestir bien y él se ponía muy de mi lado", apuntala Relaño mientras añade aquello que Michael le decía, tan parecido a lo de Nacho. "Nos dan permiso para entrar en sus casas y debemos tener cuidado y mimo y todo el respeto en lo que hacemos".

Cuando llegaron Cuatro y Maracaná y aquel primer Día Después acabó, recuerda Fermoso el giro. "Un día, en 2007, Álex Martínez Roig (director de contenidos de Movistar+), le enseñó Real Sports with Bryant Gumbel, serie de documentales de HBO, con historias humanas alrededor del deporte”. Se lo envió a Michael. “Que le dijo: ‘Esto es una mie..., yo lo puedo hacer mucho mejor’. Así era”, ríe Fermoso. La gente del viejo Día Después (Fermoso, Larraza, José Luis de la Osa, Raúl Román..) volvía a ponerse a las órdenes de Michael. Acababa de nacer Informe Robinson. "Vio la luz en octubre de 2007". Generación Casillas, El reto de Luis Moya y Charla con Seve fueron sus tres primeros reportajes. "Seve era el ídolo de toda la vida de Michael, que dijo: 'En el primer Informe voy a ver a mi amigo Seve".

Ganó dos Premios Ondas

Informe Robinson, que dio a Michael en 2007 su segundo Ondas (el primero, en 1992), en 2013 vio nacer un hermano en la radio, Acento Robinson de la SER. Premio Internacional de Periodismo Vázquez Montalbán en 2017, Fermoso lo que más valoraba de él como jefe era su confianza. "Nos dejaba equivocarnos"."Ir de la mano de Michael era saber que confiaba en ti casi a ciegas y ese reportaje que estabas decidido a hacer lo acabarías haciendo: 'Yo no lo veo, pero tú lo tienes claro. Hazlo'. Si salía bien él se alegraría como el que más, pero si no le gustaba también era claro. Quién no querría tener un jefe así. Y un amigo así", relataba José Larraza en su Twitter esta tarde, en un texto con fondo negro. Michael estaba muy presente, pero a la vez dejaba mucha libertad. “Y no necesitaba gritar. Cuando algo no le gustaba te lo decía en una broma, un silencio”. Su fina inteligencia, su humor mordaz, “el Peter Pan de plata que llevaba en el bolsillo para no dejar que el alma se le encanallara”, señala Relaño, no lo olvidará la redacción de Movistar.

“Recuerdo una visita en la tele. Las recibía Michael. Era por la mañana y yo estaba en mi ordenador y levanté la vista. Siempre molaba ver al inglés. ‘Michael, ¿cuántos trabajan aquí?’, le preguntaron. ‘Creo que la mitad’. Así era”, vuelve a reír Fermoso, que revela que tendrá su propio Informe. “Le entrevisté el 15 de abril. Era una manera de decir adiós, pero también un canto a la vida”, musita, recordando como la enfermedad nunca pudo arrebatarle el humor ("hablé con él después de Anfield, y me dijo: 'Luis, esto tiene mala pinta, me han dicho que tengo 20 con metástasis en el cerebro, lo cual es una gran noticia porque significa que tengo que cerebro', me dijo", recuerda Luis con la voz triste), antes de volver a eso. “Cómo dominaba el lenguaje”. Cuánto se le añorará.