10. Fidel Uriarte
Los habrá habido más fuertes, técnicamente mejor dotados, con una clase superior, con una carrera más dilatada, que conquistaron gran número de títulos, pero Uriarte representaba los valores rojiblancos a la perfección, además de ser un futbolista de talento, espectacular y, sobre todo, muy completo. Centrocampista de vocación ofensiva, zurdo, un tanto anárquico si bien clarividente para interpretar el juego, poseedor de un demoledor instinto para el remate, Uriarte compartió época con otras dos glorias de la entidad: Iribar y Txetxu Rojo. Portentoso de cabeza.