"Achraf es un avión, nunca he visto una velocidad igual"

José María Relucio, Relu, ha vivido mucho para tener sólo 22 años. Pasó por las canteras de Real Madrid, Rayo y Atlético, sufrió un fallido traspaso al Inter de Milán y terminó en el Trival Valderas de Tercera. Pero su debut con el Alcorcón lo cambió todo. El Borussia Dortmund le echó el ojo para su filial y allí se ha reencontrado con su amigo Achraf...

-¿Cómo fue su llegada al Real Madrid?

-Jugaba en Toledo y el Madrid se fijó en mí en un torneo en Illescas. Me llevaron al Pre-Benjamín, tendría siete años. Llegué a Valdebebas y estuve hasta el Alevín A. Ese año el club decidió no contar conmigo. Yo era delantero y me fueron retrasando al mediocentro, hasta que ese año mi entrenador (Iñaki Beni) que me mandó al lateral izquierdo. Jugué sin ser mi puesto y aún así fui con la selección de Madrid Sub-12 y fui subcampeón de España al lado de Achraf, los hermanos Obama... Nunca me lo expliqué, pero el Madrid decidió rescindirme. No me lo esperaba y me quedé en shock. Tuve que buscarme la vida y me fui al Rayo. Aún así mi etapa en el Madrid fue muy bonita, estuve también con Luca Zidane, Óscar Rodríguez...

-Casi del Trival Valderas al Borussia...

-No fue fácil. Venía de jugar en el División de Honor Juvenil del Atlético y hasta entrené a las órdenes de Simeone. La cosa es que iba a fichar por el Inter de Milán. Pero por problemas de papeles no podía jugar la Youth League y en el Primavera sólo podían tener tres jugadores de mi edad, así que el fichaje se vino abajo... Me fichó el Alavés por dos años pero fue tan tarde que estaban todas las fichas completas y me tuvieron que ceder, por eso acabé en el Trival. En tres meses pasé de jugar la final de la Copa del Rey Juvenil a estar entrenándome con Zaniolo en Milán... a terminar en La Canaleja de Alcorcón. Fue durísimo. Tuve que ponerme en manos de un psicólogo deportivo.

-Los scouts del Borussia fueron mucho a ver a Achraf cuando estaba en el Madrid y ya de paso veían más futbolistas. Yo comparto representante con él y les mostraron mi perfil. Vinieron a verme y les gusté. Cuando debuté con el Alcorcón en Segunda se decidieron.

-Y en Alemania le espera su amigo Achraf...

-Más que amigos, somos hermanos. Hemos vivido muchísimas cosas juntos. Al final la vida nos ha llevado a estar de nuevo muy cerca.

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-¿En qué posición se ve al mejor Achraf? Juega en tantas posiciones que es casi imposible definirlo. Porque empezó en La Fábrica de delantero...

-Como yo, jugábamos juntos en la delantera. Es un tío que le pongas donde le pongas va a rendir porque se machaca. No es de los que está pensando '¿pero por qué me ponen ahora en esta posición?'. Cuando sale al campo, juega. Donde sea. Pese a todo pienso que su puesto, para mí, es lateral derecho. Es más lo ideal es como carrilero por esa banda. Ahí es espectacular. Tiene una velocidad que no he visto a nadie en el fútbol...

-Como te descuides te arranca las pegatinas...

-Es un avión. Es un jugador de esos que es imprescindible en un once. Achraf es uno de esos jugadores que le mandas un balón en profundidad y te rompe las líneas rivales. Llega a línea de fondo y pone centros, da asistencias y encima mete goles. Todo a una velocidad que le define.

-A mucho madridista le quedó un sabor de boca agridulce por aquella única temporada del marroquí en el primer equipo. ¿Qué pasó?

-Achraf ha tenido una vida complicada y ha tenido que luchar desde muy niño por su sueño. Ha pasado por toda la cantera del Madrid. Pero no es fácil asimilar de repente que estás en lo más alto del mejor club del mundo junto a Ramos y Cristiano Ronaldo, con Zidane de entrenador y Carvajal en su puesto. Había presión. Por eso le vino espectacular la cesión al Borussia. Ha madurado muchísimo tanto psicológicamente como futbolísticamente. Se ha hecho hombre. Si la gente le conociera mejor se sorprendería para bien. Tiene todo muy bien estructurado en la cabeza, es un tío muy, muy listo.

-¿Ahora sí está hecho para el Madrid?

-Sin ninguna duda. Es uno de los mejores laterales del mundo y terminará siendo el mejor. Ese partido que hizo contra el Barça, o esos dos goles que le hizo al Inter en la Champions... Es un jugador único.

-¿Qué me puede contar de Haaland?

-Cuando estaba en el Salzburgo le empecé a seguir y al llegar aquí no vino como si fuera un fichaje más. Llegó pegando a lo grande, incluso antes de jugar. La gente aquí tenía muchas ganas de verlo. El caso es que Paco Alcácer también tuvo un inicio espectacular aquí. ¿Haaland? Me gusta, pero es muy joven. Creo que tiene que hacer más cosas. Debe seguir metiendo goles porque es pura potencia, un ariete destructivo, pero aún le queda.

-¿Y Jadon Sancho? Parece que la lista de jóvenes talentos del Borussia nunca termina.

-Es tremendo. Cómo se asocia, su técnica es increíble. Me encanta. Haaland lo mete todo en el área, pero Sancho es especial, te llama la atención. Por ejemplo, yo cuando estaba en el Juvenil del Atleti jugué contra el Mónaco en Suiza y enfrente estaba Mbappé. Aquel día no me fijé en él. Creo que explotó después.

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-Ha sido un año raro, porque hay que adaptarse al país y al club. No sólo al primer equipo, cuando entrenas con ellos, también al filial, que es donde juegas. Llegué al Borussia muy bien, venía de estar jugando en la Segunda española, hice la pretemporada con el primer equipo y llegué a ir convocado, pero justo el 1 de septiembre me lesiono la rodilla, un edema que me tiene dos meses y medio fuera. A partir de ahí fue muy difícil entrar en el equipo. El entrenador ya tenía un once y no es muy partidario del estilo español. La lesión marcó un antes y un después. No me quiero excusar porque estoy contento donde estoy, es un club impresionante.

-Tengo contrato, pero lo que tengo claro es que quiero jugar, quiero disfrutar con el fútbol. Este año he aprendido un montón y en muchas situaciones, pero la próxima temporada tengo que jugar mucho. Si no es aquí tendrá que ser otro sitio. El coronavirus ha dejado todo en un plano secundario, es normal, pero necesito jugar...