Stuani se pega contra el palo
El delantero del Girona ha rematado cinco veces al poste esta campaña, dos más que en las dos últimas, y lidera el ranking con Mikel Rico, del Huesca.
Nadie duda en Segunda División de que Cristhian Stuani es el mejor delantero de la categoría esta temporada. Como mínimo así lo indican los datos porque el punta del Girona ha firmado 23 goles en los 26 duelos que ha disputado (2.294 minutos) esta campaña y es el pichichi. Festeja un tanto cada 100 minutos. Su máximo perseguidor, Luis Suárez (Zaragoza), suma 17 dianas. Pero el de ser el máximo anotador no es el único ranking que lidera Stuani porque en los aspectos de ataque es un valor seguro.
Sin ir más lejos, el charrúa también es el que más veces ha rematado al poste esta campaña. En hasta cinco ocasiones se ha topado con el palo y tan solo le iguala Mikel Rico, del Huesca. Este curso, el dato sobresale en sus estadísticas porque ha superado las veces que tiró al palo en temporadas anteriores. Es más, sumando las de las dos últimas, ambas en Primera y también como rojiblanco, solo lanzó tres balones al poste (una la campaña 2017-18 y dos la pasada). En caso de haber acertado de pleno con las porterías de los equipos rivales este curso, Stuani sumaría 28 goles, una cifra aún más de récord para él y que le permitirá estar más cerca de Baltazar, que hizo 34 la campaña 1986-87 con el Celta. La voracidad que demuestra el punta uruguayo es enorme y los adversarios tratan de atarle en corto porque son conscientes de que secándole, el Girona es menos letal.
En el área contraria, sus números son para enmarcar y así se explican sus 23 goles: es el segundo de la categoría de plata del fútbol español en toques dentro del área (120), el segundo en remates realizados (82) y el primero en tiros a portería (40). Y, por último, su eficacia desde el punto de penalti es altísima porque ha aprovechado siete de las ocho penas máximas que ha lanzado este curso. El que falló lo tiene en la memoria porque fue contra el Alcorcón, en Montilivi, en el último minuto y supuso que el Girona no ganara el partido (0-0). El balón tocó en el palo derecho y salió despedido.