Tebas, aniversario bajo presión
El presidente cumple hoy siete años al frente de LaLiga: tiene como reto sacar a los clubes de una grave crisis con jugadores, técnicos y algunos presidentes de uñas.
Un 26 de abril como hoy, pero de 2013, Javier Tebas (Costa Rica, 1962) fue nombrado presidente de LaLiga, entonces LFP, en sustitución de Astiazarán. Llegó al cargo después de ser vicepresidente y liderar al G-30. Desde entonces, ha logrado una profesionalización y expansión internacional extrema de la organización (presencia física en 46 países y señal televisiva en 200), y ha conseguido que los clubes pasen de ser entidades endeudadas a empresas punteras en lo que él llama “la industria del entretenimiento”. Ahora, ese crecimiento se ha visto frenado por esta dura crisis del coronavirus por lo que, como los expertos aseguran, "hasta la temporada 2022-23 no va a volver la normalidad". De ahí, que Tebas cumpla este domingo un aniversario infeliz, preocupado por los efectos en el fútbol y por reactivar la competición; con futbolistas y médicos inquietos por los protocolos y con varios clubes muy molestos por los planes de ascensos y descensos si no se juega.
El mandato de Tebas se inició con la instauración de un control económico elevado hoy a ley bajo el paragüas del Consejo Superior de Deportes desde tiempos de Miguel Cardenal. Los clubes han pasado de deber a Hacienda 634 millones a menos de 47, todos ellos dentro de concursos con plazos aprobados para su pago. Una institución gubernamental con la que el dirigente se llegó a verse en los juzgados ("la recaudadora quiere liquidar a los clubes"). En ese camino de saneamiento, su estrategia contribuyó a acabar con las denuncias por impagos a jugadores (hubo 153 en 2013), antes una costumbre plasmada en decenas de reportajes con encierros en los vestuarios. Su obsesión con el dinero fue tal, que a los dos meses de ocupar su sillón propuso bajarse el sueldo a 348.000 euros. Su antecesor ganaba 395.000 y él decía por los pasillos que eso era mucho. La intransigencia con los que no cumplían llevó a Elche y Murcia a descender a 2ºB. Mientras, instauró un cambio radical con los horarios para dar a cada partido una franja de viernes a lunes, cuya polémica aún llega a nuestros días. Ahí fue creciendo una impopularidad que más tarde fue variando por su posicionamiento con Cataluña ("Si se independiza, Barça y Espanyol no jugarían LaLiga"), por su sinceridad en AS ("Soy madridista") o por su afinidad a VOX. "En Twitter no tengo seguidores, lo que tengo son perseguidores", dice.
Su siguiente hito, tras equilibrar las cuentas, fue disparar los ingresos para competir en las mejores condiciones con la Premier en un mercado feroz. Su jugada fue aferrarse al poder de la televisión. El Real Decreto Audiovisual de 2015, ahora reformado por Irene Lozano, marcó el paso y fue decisivo, con beneficios para el fútbol profesional, para el amateur e incluso para otras federaciones. LaLiga, cuando Tebas llegó, ingresaba 851 millones por la comercialización de los derechos, antes de forma individualizada, por lo que el ratio entre el que más y menos ganaba era de 6 a 1. Con él se formalizó una venta conjunta (3,5 a 1), disparándose los ingresos a 2.111 millones. En ese crecimiento, LaLiga unió como agente comercial en el extranjero a Mediapro, con una importante prima.
Tebas también lideró una nueva imagen en cuanto a Seguridad e Integridad. El pirateo de la señal estaba restando unos 500.000 abonados al año. Con los amaños llegó a escribir un libro sobre esta temática (El fútbol no es así), obviando esas críticas veladas que hacen (y le llegan) off the record algunos de sus opositores porque el Huesca que él presidió estuvo, supuestamente, metido en el pasado en varios charcos. Ahora, con la sentencia del Caso Osasuna, analizada también por sus críticos como una cortina de humo a la polémica de los test, LaLiga ha visto recompensada su lucha contra la corrupción. Pero el orgullo de Tebas es su cruzada anti-ultras. La muerte de Jimmy (2014) fue un punto de inflexión. Ni la pasividad de Villar le frenó. Les prohibió estar en las gradas y solicitó modificar el reglamento con cierres parciales por violencia física o verbal a la vez que suplicó endurecer las penas del Código Penal. Se puso tan serio que destituyó a Augusto César Lendoiro como embajador por asistir al funeral de Jimmy para despedirse del hincha del Depor.
Nuevos tiempos en la patronal
Tras taponar los escapes de ingresos y reputación, los clubes ya ingresan en total 4.100 millones anuales, haciendo que el fútbol suponga el 1,37% del PIB y que dé de comer a 700.000 familias. Eso facilitó que Tebas obligara a sus asociados a invertir en la mejora de los estadios (no sólo está en marcha el Bernabéu), perfeccionar el producto audiovisual y la seguridad para poder vender a un precio mayor el producto y diversificar el negocio. El crecimiento era tal que Tebas también fue mejorando su sueldo. Primero pasó a 425.000 euros. Luego a 879.033 (629.033 fijos más 250.000 por honorarios). Y hace dos años sometió a votación, tras una oferta de la Serie A que muchos cuestionan pero que confirmaron directivos del propio campeonato italiano, que pasará a percibir 1,2 millones de euros netos más 250.000 extra. Casi todos le arroparon menos el Madrid, con el que ha mantenido varias disputas en los tribunales, Athletic, Celta y dos entidades de Segunda.
Siempre gozó de un respaldo mayoritario. Pese a que dijo que instauraría un límite de dos mandatos, ha sido reelegido dos veces (2017 y 2020) sin oposición y tiene las llaves de la madrileña sede de Torrelaguna hasta 2024. Alex Aranzábal (ex Eibar) intentó mantenerle el pulso la primera vez, pero finalmente se echó atrás. En LaLiga no es como en la RFEF: sólo se puede dar el aval a un candidato y Tebas, que manejaba la información y los plazos, siempre se los aseguró a tiempo. Sin embargo, esta confianza general ha menguado. En el último proceso electoral, Madrid, Celta, Zaragoza, Barça, Athletic, Getafe, Extremadura y Sporting, por discrepancias y porque los cinco últimos prefirieron actuar así al formar el Comité Electoral, no le avalaron. Quizás por esta creciente división, muchos dirigentes piensan que Tebas lleva tiempo con la idea de pasar a ser algo así como el CEO de LaLiga, para centrarse en el mercado audiovisual internacional y ceder el bastón de mando en el día a día a Carlos Suárez (Valladolid), Quico Catalán (Levante) o algún delfín de confianza.
Otra relación que evoluciona es con la Federación. Después de su cruda guerra con Villar ("cree que tiene un cortijo"), pareció empezar un tiempo nuevo. La llegada de Rubiales era una oportunidad para mejorar las cosas, pero sus batallas han sido más duras aún (competencias, los lunes, Plan Miami, VAR…), perdiendo varias de ellas. La tensión se remonta a 2015, cuando Tebas frenó una huelga abanderada en AFE por Rubiales y varios sindicalistas más que ahora trabajan para LaLiga ("no vengáis con escenas como Bildu y HB"). El Pacto de Viana, por el que la patronal inyectará al deporte español 200 millones de euros en cuatro años, apunta a que se han dado una tregua. "Deseo suerte al presidente de la RFEF y que tome la mejor decisión", dijo el viernes Tebas sobre la remodelación de la 2ªB. Tras apoyar a Jorge Pérez y a Larrea, ahora apuesta por Casillas rumo a Las Rozas. Los efectos de esta unión se verán en el futuro. El presente de Tebas lo marca, como al resto del mundo, el Covid-19.
La intrahistoria | 'El Patrón' insomne al timón de una Liga telemática
LaLiga, como institución, y según fuentes oficiales, hizo un ERTE a parte de su plantilla que ahora no puede ejercer su actividad. Sin embargo, Tebas tiene al resto bien ocupado. Ya lo dijo en AS José Guerra, el director general que ha sustituido a Javier Gómez: "Necesitamos a todos nuestros recursos humanos". Por eso LaLiga contabiliza que, en pleno confinamiento, ya ha realizado más de 2.000 reuniones por videoconferencia. En muchas de ellas está JT, como les gusta abreviar a sus colaboradores. Ha convertido Microsoft Teams en su medio de comunicación telemático preferido… Por esta vía ha coordinado estos días las Juntas de División y las Comisiones Delegadas más importantes en años, donde ha analizado las posibles pérdidas (desde 300 millones si se reinicia el campeonato a los 1.000 si no se juega) y ha lanzado mensajes contundentes como los desvelados por este diario: "Olvidaos del mercado de fichajes, contad con la cantera y repescad cedidos", "Se jugará sin público hasta 2021" o "Esto es lo que pude salvar del Real Decreto…".
Tebas se ha puesto desde hace tiempo en manos de un nuevo fichaje, Rocío Pérez de Sevilla, especialista en la gestión de crisis, mientras él mismo actúa a menudo y oficiosamente como director de comunicación. "Puede mandarte un mensaje a la 1:00 y el siguiente a las 5:30", es la comidilla entre los periodistas. El propio presidente de LaLiga reconoce que duerme lo justo y que lo primero que hace al levantarse es ojear los medios y estudiar informes, ahora relacionados con los planes de regreso a la actividad en otras ligas y no tanto con la televisión y con las nuevas competiciones que proponen los grandes y que él censura con vehemencia. Está manteniendo hasta seis y siete reuniones diarias de calado con organizaciones nacionales e internacionales. Las cumbres de asesoría jurídico-laboral con los clubes no las dirige él, pero suele entrar en ellas cuando tiene hueco y siempre exige feedback. Con los protocolos de salud no se pierde ni un solo detalle. Sabe que ahora todo depende de ellos. Le gusta delegar, aunque al final prefiere tener la última palabra. Por eso en LaLiga le conocen, de forma tan precisa como cariñosa, como El Patrón.