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SI NO ESTUVIÉSEMOS CONFINADOS

Valverde, a cantar los cuarenta

El murciano conoce a media Bélgica por su nombre. El Barça contra el comunismo. El Getafe de Bordalás acaba las obras del Bernabéu.

BarcelonaActualizado a
TOPSHOT - Spanish cyclist Alejandro Valverde celebrates after winning the Men's Elite road race of the 2018 UCI Road World Championships in Innsbruck, Austria on September 30, 2018. (Photo by Christof STACHE / AFP)
CHRISTOF STACHEAFP

Incombustible. El veterano del pelotón internacional sopló ayer las 40 velas de su pastel de aniversario y hoy piensa volar sobre las carreteras belgas donde todos los jovenzuelos le temen más que a un nublado. Alejandro Valverde, 40 tacos recién cumplidos, rodó ayer para entrenarse por las carreteras donde hoy discurrirá la Lieja Bastogne Lieja, que ya ha ganado cuatro veces. Fue un entrenamiento atípico, porque a cada curva aparecían señoras mayores que le regalaban pasteles, señores que le hablaban del nieto que ya va a la universidad y que Alejandro vio por primera vez cuando empezaba caminar hace ya 15 años. Por aquel entonces el murciano ya ganaba este monumento del ciclismo y la mayoría de sus rivales llevaban ruedines en su primera bicicleta. En las carreteras belgas, Valverde es ya como de la familia. Más clásico que un señor de Logroño, el ciclista español sigue a su edad con las costumbres adquiridas: se toma un café al final de cada sector de entrenamiento y espera que en Tokio le tengan preparada la cafetera porque quiere cantar los cuarenta a lo grande. Para Clásico, él.

El peligro comunista. El Barça jugó ayer su semifinal de la Futsal Champions League en el Arena de Minsk extremando las precauciones. No era para menos. El rival era el Partido Comunista de Rusia y eso impone, especialmente a ciertos sectores del barcelonismo y de la junta (anteriores y actual) a los que hubo de sacar del entuerto a base de pedagogía: hubo que convencerles de que Jaume Roures no era el entrenador del rival ni se pensaba en colectivizar el Camp Nou. También tuvieron que aclararles que el jugador Ángel velasco, Lin, no era Lenin mal escrito. Se tranquilizaron cuando vieron que el rival vestía de Nike, como ellos, aunque con una hoz y un martillo en el escudo.

Champions en LaLiga. La jornada 33 de Liga se disputó ayer con enfrentamientos de Champions. El Getafe de Bordalás se presentó en el Bernabéu para asentar su puesto de cara a la máxima competición europea y lo mismo hizo el Atlético de Madrid en el Camp Nou. Para recibir a su ex equipo, Antoine Griezmann preparó junto a Piqué un nuevo documental sobre la decisión de si se ponía una goma nueva en el pelo para jugar o tiraba confeti si marcaba.

Bordalás. El técnico del Getafe se plantó en el Bernabéu tan motivado que en la pizarra llegó a escribir los nombres de Casemiro y Valverde en la alineación de su equipo. "A mi me das a estos tipos y ni Liverpool ni nada. Ganamos la Champions tres temporadas seguidas a un ritmo que no aguantaría nadie", se justificó. Aún así, su equipo jugó a un ritmo tan alto que al final del partido ayudaron a que se acabaran las obras del Bernabéu y se pusieron a cargar tochos y a mover andamios. "Es que el rival tampoco nos ha exigido mucho", argumentaron desde la grúa.