NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

RACING

El club estudia alargar los abonos para la próxima temporada

La fórmula no está cerrada pero se busca fidelizar al socio durante el periodo a puerta cerrada y decidir como compensarle cuando se pueda volver al estadio

SantanderActualizado a
El club estudia alargar los abonos para la próxima temporada
Nacho Cubero DIARIO AS

El Racing está tirando de imaginación para intentar dar con una fórmula, todavía no cerrada, que pueda ser del agrado de sus abonados, que permita mantener la vinculación de estos con el club durante el periodo que continúen cerradas las puertas de El Sardinero y ofrecerles la compensación correspondiente por los partidos que no podrán presenciar esta temporada cuando se sepa a ciencia cierta el momento de volver al estadio. Esta por ver el mecanismo a implementar: si habría que recoger nuevos carnés en el cambio de temporada, o no, o si será opcional, o no, por ejemplo.


La idea trata de fidelizar al abonado, que no se desvincule del club durante el periodo en el que no podrá volver al estadio, previsiblemente no antes de 2021, que este pueda conservar su número de socio (eso que parece absurdo al que lo ve desde fuera, pero que tiene un valor sentimental indudable para los racinguistas) y, por supuesto, que el Racing no se vea obligado a devolver un dinero que no tiene, 420.000 euros, que es la cantidad que sale de prorratear los seis partidos que restan por jugarse en Santander, sobre 21, respecto al 1,5 millones que se habían presupuestado y más o menos cumplido de ingresos por abonos en esta temporada.

El presupuesto 19/20 del Racing llegó a 9.111.000 de ingresos, 5,7 millones de ellos por los derechos de TV, millón y medio por venta de abonos y 517.000 euros en concepto de venta de entradas. Teniendo en cuenta que restan por disputarse el 28% de los partidos como local, el club de El Sardinero se está jugando 420.000 euros que, en el peor de los casos, debiera devolver a los abonados y, también, unos 120.000 euros que dejaría de ingresar respecto a los 400.000 presupuestados como venta de entradas en Liga. Algo más del 6% de los ingresos que se esperaban en este ejercicio.

Todo esto a medio año de tener que pagar los casi seis millones de euros del quinto y último año del concurso de acreedores, una situación ya de por sí complicada. Más aún si se consuma el descenso a Segunda B