‘Ciclismo estático’ para tomar contacto con la competición
La plantilla añade la bici a su preparación y el club recoge una carrera virtual con la victoria “en solitario” de Pedro Díaz en la imaginaria meta en Gijón
Después de más de un mes en casa, la imaginación tiene que comenzar a volar para salir de la rutina y el Sporting ha encontrado en las últimas horas una excusa en el ciclismo. La puesta en escena le suena a todo el mundo: imágenes aéreas, en este caso de Gijón y alrededores, protagonistas en bici, narración digna de los mejores acontecimientos ciclistas televisados y un vencedor final, esta vez ante la Mareona y en la playa de San Lorenzo.
El Sporting ha dotado a sus jugadores de todo lo necesario para mantener la condición física de la mejor manera posible. A las cintas de correr, las mancuernas y demás aparatos de gimnasio se suman también las bicicletas estáticas que se han convertido en la estrella en las últimas horas con una carrera virtual entre los jugadores rojiblancos.
| Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Fran Albert, el preparador físico, también apoya en la bici la puesta a punto de sus futbolistas en la bici. El ciclismo es su otro deporte en casa, su pasión también en tiempos de ocio, porque para eso tiene cerca toda la experiencia acumulada por su pareja, la ex campeona del mundo Dori Ruano.
Las redes sociales del club se esmeran durante este confinamiento en interactuar con los seguidores sportinguistas, con diferentes propuestas y concursos, al tiempo que trasladan el día a día de sus futbolistas. La última ocurrencia ha sido un vibrante final de etapa de la Vuelta en Gijón con un pelotón retrasado en persecución de Pablo Pérez y Babin –“el último ganador del Tour”, dice la narración--, que a su vez intentan llegar hasta Aitor García, más adelantado e intentando dar caza al escapado, Pedro Díaz.
Ésa es la situación de carrera que se plantea en los últimos kilómetros que se consumen con la victoria del corredor-futbolista asturiano. Pedro Díaz levanta los brazos en señal de victoria. No hay competición real, pero al menos para eso está la imaginación en estos tiempos.