"Tras el ataque al corazón tenía miedo de caminar, de dormir..."

Hace casi un año, el 1 de mayo de 2019, Iker Casillas sufrió un infarto agudo de miocardio. Desde entonces, el portero se ha centrado en recuperarse totalmente, sin ponerse plazos para una posible vuelta a la actividad futbolística o para anunciar la retirada, aunque el pasado 17 de febrero abrió una vía que habla de sus intenciones para un futuro a corto plazo: presentó su candidatura para presidir la Federación Española de Fútbol. Mucho le ha cambiado la vida a Casillas desde aquel 1 de mayo. “Algunas cosas han cambiado, principalmente en mi cabeza. Empecé a valorar más los momentos. A veces, nosotros, los jugadores, no valoramos lo que tenemos y no creemos que podamos hacer felices a mucha gente y eso ha cambiado un poco”, dijo el portero en el programa FC Oporto en casa, emitido a través de los canales oficiales del que aún es su club (renovó el año pasado hasta 2021), declaraciones reproducidas por A Bola.

Preguntado por un eventual regreso al fútbol, Casillas enfatizó que eso dependerá exclusivamente de la decisión médica. El portero no pondrá en riesgo su vida. “Hay que ser realista. Lo más importante es mi salud”, manifestó. El infarto frenó en seco la etapa de Casillas en el Oporto. Estaba en su mejor momento en el equipo portugués y eso le dejó ‘tocado’. Iker reconoció que el primer mes después de su ingreso en el hospital fue el peor: “Después del ataque al corazón, estuve triste durante aproximadamente un mes, tenía miedo de caminar, dormir y hacer algún esfuerzo físico. Era imposible. Ahora no, me siento bien. Pero también tengo mucha medicación que me hacen sentir bien. Creo que solo los médicos pueden decir lo que puedo o no puedo hacer”, concluyó el exguardamenta del Real Madrid y de la Selección, quien se ha lanzado en la carrera por presidir la Federación Española de Fútbol.