GRANADA
Antoñín: "A día de hoy aún no me creo que he cumplido mi sueño"
Antonio Cortés, Antoñín, hizo un repaso a su carrera y a sus primeros meses como futbolista de Primera. El malagueño contó su día a día, su aventura alemana, los primeros mese en Granada..
Antonio Cortés Heredia, Antoñín, está viviendo un sueño. El delantero llegó a Granada en el mercado invernal para convertirse en fútbolista de Primera División: "A día de hoy aún no me creo haber cumplido mi sueño. Me ha costado mucho llegar adonde estoy y ha sido todo muy rápido”, explicó a los medios del club nazarí. El malagueño ha tenido una ascensión meteórica en los últimos meses: "¿En serio he cumplido mi sueño? La situación que he tenido ha sido muy complicada, porque me ha costado bastante llegar. Pero ha pasado todo como muy rápido. De estar en el Atlético Malagueño, a debutar con el primer equipo, marcar cuatro goles y llegar a Primera división".
Antoñín sabía que quería ser futbolista desde muy joven. "Empecé con seis añitos en un club de mi barrio, el 26 de febrero, y desde ese momento sabía que quería jugar al fútbol. Era lo que me gustaba. Y ya llegué al mundo profesional con la ayuda de mucha gente y estoy súper contento". E hizo un repaso a su carrera: "Llegué al juvenil del Málaga, dos años en División de Honor en los que no jugué casi nada. Hablé con el club para ver si podían cederme a algún club de allí y en El Palo estaba nuestro amigo Apoño. Hablamos con él y allí me fui. Era joven, quería jugar. Una vez allí, pude hacer goles y luego ya volví al filial del Málaga".
Antoñín se ha quedado en Granada, mientras que su familia sigue en Málaga. El delantero comparte confinamiento con un amigo y explicó cómo es su día a día: "Hago entrenamiento, termino y me ducho. Cocinamos y luego ya por la tarde echamos un rato de serie o un rato de play y hablo con la familia". "El vestuario y la dirección deportiva, el míster... Todos me han ayudado muchísimo hasta el día de hoy. Es más, hoy, en el día de mi cumpleaños no hay compañero alguno al que se le haya olvidado escribirme una felicitación. Tienes esa sensación de que están contigo y te sientes muy arropado y uno se adapta más rápido y es todo más fácil", sentenció. Y contó su mayor afición: "Después de los partidos o en casa, me pongo música relajante y me gusta escribir, expresar lo que uno siente. Me gusta reflejar lo que es la vida, lo que nos cuesta vivirla. En los viajes, o en el hotel, me gusta escribir un poquito. No se me da muy bien, pero me gusta". Y explicó su forma de ver la vida: "A mi desde pequeño me han enseñado a ser así. He nacido con esa garra, ese hambre de jugar cada partido como si fuera el último. Hay que vivir la vida y luchar para ser feliz, y al final yo siempre he luchado desde pequeñito para llegar a ser lo que soy a día de hoy".
Aventura en Alemania
Antoñín pasó unos meses en Alemania. El futbolista probó en el fútbol germano, pero no logró asentarse: "Con quince años me fui a jugar a Alemania, al Schalke 04. Teníamos una casa en Gelsenkirchen, donde estábamos seis o siete jugadores y teníamos una cocinera que nos hacía de comer. Estuve allí un tiempo, porque la verdad no me fue muy bien el tema de la adaptación, porque tampoco se hicieron las cosas como yo creo que se deberían haber hecho y no me adapté bien. Así que regresé a Málaga y regresé al 26 de Febrero, a mi club de siempre y luego ya me firmó el Málaga".