El Vetusta, solución a la crisis

Los clubes siguen esperando a ver qué sucede con la competición, con el deseo de que se pueda jugar, aunque sea a puerta cerrada, las jornadas que restan de campeonato para que las pérdidas económicas no sean excesivas. Pero parece claro que a la pausa provocada por el coronavirus será sucedida por un periodo de recesión económica en la que los equipos deberán ajustarse el cinturón para sobrevivir. Y en ese nuevo escenario parece evidente que las canteras cobrarán una importancia máxima como vivero de futbolistas para el primer equipo.

El Oviedo puede estar tranquilo en este aspecto gracias al salto de calidad que ha dado el filial azul en las últimas temporadas. De transitar por la Tercera División pasó hace un par de campañas a la Segunda B, con el consiguiente salto competitivo y la mejora de sus futbolistas, algunos de los cuales han tenido la oportunidad de estrenarse en el primer equipo.

Apoyarse en la cantera fue la apuesta decidida de Michu el pasado verano. Quería el director deportivo ahorrar dinero en el tope salarial y darle una oportunidad a los canteranos. Futbolistas como Borja Sánchez, Edu Cortina, Lolo o Lucas se unieron a Jimmy, el descubrimiento en el último tramo de la temporada anterior para dar el paso adelante. Aunque con desigual suerte, la decisión puso de manifiesto que la cantera podía aportar muchas cosas.

Y la nueva hornada que viene por detrás también promete. Este año ya han tenido minutos con los mayores Javi Mier y Riki, dos centrocampistas talentosos, además de Obeng, delantero que llegó el pasado verano procedente del Calahorra, de Segunda B. Arnau toma nota de todos los chavales ante un futuro de estrecheces económicas como el que viene por delante.