Primero reina la esperanza y luego llega la desazón
El Tenerife marca más goles antes del descanso, pero en la segunda mitad es cuando ha encajado la mayoría de las veces.
Es más que llamativa la estadística del Tenerife con sus goles, tanto a favor como en contra. Hasta que se paró la Liga por el Coronavirus, los blanquiazules marcaron y recibieron la misma cantidad: 36. Así, su diferencia de gol está en cero. Es más, hasta es muy similar el dato entre los tantos conseguidos para bien o para mal en la primera parte y en la segunda. Lo cierto es que los tinerfeños marcan más antes del descanso, pero reciben más tras él.
A lo largo de estas 31 jornadas, el cuadro insular festejó 20 veces en el primer tiempo por 16 en el segundo, mientras que con los goles en contra, la cifra es casi a la inversa: 15 y 21. Otra efeméride curiosa es que solamente en dos ocasiones se perdió poniéndose por delante en el marcador.
El gol más tempranero de la temporada lo consiguió Álex Bermejo en la quinta jornada ante el Albacete superando a Tomeu Nadal al minuto de partido. Aitor Sanz, con su golazo al Huesca en el cuatro minuto, le sigue. Por el contrario, Mikel Rico, del Huesca, Yacine del Elche y Zarfino del Extremadura fueron quienes más pronto castigaron a Dani o a Ortolá: en el minuto 7.
Es en el primer cuarto de hora del encuentro donde el Tenerife se muestra más certero. En ese lapso ha festejado hasta once veces, mientras que en la recta final de los partidos es donde más sufre: entre el 60 y el 75 encajó nueve tantos y entre el 76 y el final, otros diez.
La portería blanquiazul se mantuvo imbatida hasta en doce jornadas y trece veces no se vio puerta. Justo antes del parón, Adrián Ortolá había encontrado cierta regularidad y solo había encajado un gol en los últimos cuatro partidos.