Villalibre: "Debo aprovechar los espacios, no estar parado arriba"
Al ariete del Athletic, que tiene como ejemplo a Aduriz, le seduce el juego de Luis Suárez "por su estilo, por cómo juega, lo bien que usa su cuerpo y los espacios, me gusta mucho".
Asier Villalibre se encontraba en un momento clave de su carrera justo antes del dichoso confinamiento. Cuando casi era ya titular, se lesionó en la espalda ante Osasuna y justo con el alta bajo el brazo, y derecho a la convocatoria ante el Atlético, se impuso el estado de alarma. "Estaba entrenando bien, lo que tenía era ganas de jugar con el grupo, con algo de cuidado con el contacto. Es una pena, ya estaba cogiendo el ritmo, estar en casa ha parado un poco ese seguimiento. Pero ya llegará el día de entrenar", desliza.
Villalibre, en una entrevista telemática auspiciada por el Athletic para goce de sus aficionados, señaló que recuerda con cariño el envite ante el Espanyol en Cornellá, a finales de enero: "Fue mi primer partido como titular en Liga y encima con gol. Estoy muy orgulloso, lo voy a guardar siempre", subraya, para desvelar que lo celebró con "euforia, desahogo, me dio por gritar", para después acordarse "de toda la gente que te ha apoyado, novia, familia y amigos". Dos temporadas antes atravesó el peaje de dos cesiones infructososas en Segunda en el seno de Valladolid y Lorca. "El año fuera no lo veo perdido, es verdad que no jugué, pero aprendí mucho psicológicamente. Me endurecí mucho, vi el frío que hace fuera y cualquiera querría estar aquí. Me ayudó a valorar lo que es importante y a esforzarme más", enumera mientras ahora se afana en su domicilio del centro de Bilbao a hacer bici, máquinas... "Diferente que en el campo".
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El delantero de Gernika no oculta sus "ganas tremendas por jugar ante nuestra afición y por haber superado esta situación". Contextualiza y apunta que "lo importante es cuidarnos y estar en casa, tener esa responsabilidad". Después, ya llegará la gran final de Copa ante la Real: "Deseo ganar esa final delante de nuestra gente. No hay favorito en una final, iremos con todo", aunque ya avisa de que la barba la quiere tener más larga y con una coleta cuando le insinúan si se la cortaría por un reto. Villalibre ha sabido tener paciencia y buscar su momento: "Todo el mundo quiere minutos y jugar, a base de confianza se consigue, no hay que tener prisa". A los más jóvenes, canteranos de Lezama, les anima a simplemente "disfrutar del fútbol y de sus amigos. Mi aita me decía "pásalo bien", que no piensen en llegar al primer equipo porque te puedes agobiar".
Villalibre reitera que nunca tuvo un ídolo de pequeño, pero que ahora le seduce el juego de Luis Suárez "por su estilo, por cómo juega, lo bien que usa su cuerpo y los espacios, me gusta mucho", recalca, sin olvidar un referente como Aduriz: "No puedo tener mejor ejemplo". En sus carnes ha superado el nerviosismo de lanzar penaltis definitivos en Copa: "En el primer penalti ante el Elche estuve muy nervoso, lo tiré mal. Tuve la suerte de que entrara. Necesité ese penalti para coger confaizna, me tranquilicé y al siguiente contra el Tenerife ya fui muy tranquilo tras lo de Elche. Me sentía bien, sin presión. Lo metí y le ayudó mucho", relata convencido. No duda en trazarse áreas de mejora en su juego, todavía es muy joven: "Debo aprovechar mejor los espacios, a veces no estar tan parado arriba, es en lo que más debo mejorar. Tengo que seguir trabajando como este año para demostrar que puedo estar ahí".
Este curso, además, ha retomado su amor por la música de cuando tocaba el txistu en Gernika compaginándolo con los estudios y los entrenamientos en Lezama por la tarde. "Mi mejor amigo toca la batería en una taranga y me hice amigo del trompeta. Me dio clases y con horas sigo aprendiendo con él", comenta, un "salvoconducto", añade, que "alegra bastante en estos tiempos en casa, me ayuda mucho". Se entretiene con la novia con los juegos de mesa, las cartas, las películas, mientras echa en falta los ensayos con el grupo musical que ha formado con algunos de sus compañeros: "Lo de cantante fue al probar, no lo hago ni bien ni mal. Ahora nos lo hemos tomado más en serio. Quedamos todas las semanas, tocamos canciones de Fito... Tenemos hasta profesor, es un hobby bonito que nos une más", señala de su experiencia en los ratos de ocio junto a De Marcos, Balenziaga y Vesga.