El Murcia, obligado a la toma de decisiones en el apartado deportivo
Julio Algar, director deportivo, y Adrián Hernández, entrenador, acaban contrato. También otros jugadores que han destacado como Álvaro Rodríguez y Dorrio.
El coronavirus ha parado toda actividad con vistas al futuro de los clubes pero el Real Murcia está obligado a dar un paso adelante para concretar la continuidad de activos importantes para la próxima temporada. Entre ellos está Adrián Hernández, que hasta hace unos días no había recibido "ninguna llamada" del club, tal y como declaró a As. El actual inquilino del banquillo se mostraba tranquilo porque su idea es la de seguir "y los consejeros me han dicho que cuentan conmigo, pero no nos hemos sentado a hablar".
En la misma situación que Hernández está Julio Algar, director deportivo. Desde Nueva Condomina se confía en la dupla de este año para formar el nuevo proyecto a pesar de que el entendimiento entre ambos no ha sido total. Muchos de los fichajes realizados por Algar no han dado el rendimiento esperado (Lejárraga, su hijo Julio Algar, Albert, Manolo, Peque y Legaz, éste último ascendido del filial) e incluso Kevin García y Escudero abandonaron el equipo en diciembre.
Jugadores.
Álvaro Rodríguez y Dorrio, ambos llegados desde Tercera División, han sido de los escasos aciertos en las incorporaciones. El lateral madrileño ha gozado de la titularidad durante todo el curso pero al inicio cometió varios graves errores en la retaguardia. Con el transcurso de la competición mejoró y se convirtió en un referente sobre todo en el juego ofensivo. Por su parte, Dorrio, que aterrizó a primeros de septiembre, fue entrando poco a poco en los planes de un Hernández que aconsejó su fichaje y le dio un puesto en el once como extremo, delantero e incluso de lateral.
Tanto Álvaro Rodríguez como Dorrio acaban contrato el próximo 30 de junio y seguramente contarán con propuestas además de la del Real Murcia. En contra de la entidad de Nueva Condomina está que a día de hoy no hay cabeza visible del nuevo proyecto, al menos confirmada de manera oficial, y la incertidumbre que puede generar en los futbolistas el fracaso de la segunda ampliación de capital de cara a la tranquilidad económica.