Nostálgico recuerdo de una final de Copa del Rey en desventaja
El sportinguismo revive la segunda disputa del título copero consecutiva, ante un Real Madrid que no había jugado dos días antes por una huelga de AFE
El confinamiento provocado por las crisis del coronavirus le ha permitido al sportinguismo volver a vivir, con la nostalgia de tiempo pasado esplendoroso, la segunda final de la Copa del Rey consecutiva que disputó su equipo, en una de las retransmisiones históricas previstas por el canal Teledeporte de TVE. El Sporting se enfrentó aquel 13 de abril de 1982 en Valladolid a un Real Madrid que, cuando menos, afrontó el partido con ventaja. La huelga convocada por AFE para las tres últimas jornadas de la Liga tuvo la culpa.
La final se disputó en martes y, mientras el Madrid descansaba dos días antes al llegar a un acuerdo con el Castellón para disputar su partido con juveniles, el Sporting derrotaba al Betis en El Molinón, gracias a un solitario gol de Uría, con prácticamente los mismos hombres que iban a disputar la final de la Copa del Rey. el portugués Fernando Gomes fue el único del once que no repitió zomo titular en Zorrilla.
El Sporting se estaba jugando la permanencia en una temporada complicada. La Liga era de 18 equipos, 34 partidos, y aquel Sporting-Betis se disputó en la jornada 32 y los rojiblancos salieron de ese día a solo dos puntos del descenso gracias a aquel sufrido triunfo. Seis semanas antes, José Manuel Díaz Novoa había sustituído a Vicente Miera en el banquillo sportinguista.
| Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Pese a la desventaja, la Federación Española mantuvo la final para ese martes 13, sin duda gafe para el sportinguismo. Todos los elementos se ponían en contra. Por si fuera poco, el partido se disputó bajo una temperatura gélida, con un fuerte viento, que dio origen al sobrenombre del 'estadio de la pulmonía' para el nuevo estadio pucelano, inaugurado para el Mundial-82 a punto de disputarse.
Más aún, la desgracia se cebó en el Sporting en los primeros minutos, con el gol en propia puerta de Manolo Jiménez. A partir de ahí, dominio rojiblanco la mayor parte del encuentro, a pesar de la incomodidad del viento frente a un Madrid que dispuso de menos ocasiones que los asturianos. El gol de Ferrero, antes del descanso, al transformar un penalti de Camacho a Joaquín hacía justicia hasta que Ángel desequilibró de nuevo el marcador en la continuación para darle el título a los blancos.
Rivero; Redondo, Maceda, Jiménez, Pereda; Joaquín, Uría, Andrés, Mesa; Abel y Ferrero fue la alineación que dispuso Novoa de salida. Urrechu y Gomes entraron en la segunda parte por Andrés y Abel. En el Madrid de Luis Molowny, que esa misma temporada también había relevado en el banquillo a Boskov, formaron de inicio Agustín; San José, Stielike, Sabido, Camacho; Juanito, Del Bosque, García Hernández; Ito, Santillana y Cunningham. También jugaron García Cortés y Ángel aquella final que pitó el cántabro Victoriano Sánchez Arminio.
"Aquella fue la final que debimos haber ganado", recuerda siempre Enzo Ferrero. "La historia le debe un título al Sporting de aquella época", añade siempre el legendario extremo argentino.