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BARCELONA

El escándalo de las facturas del Barça mancha a La Masia

Los pagos fragmentados por el club azulgrana afectaron al fútbol base blaugrana, que pagó a una empresa llamada Tantra Soft 297.000 euros.

Barcelona
El escándalo de las facturas del Barça mancha a La Masia
RODOLFO MOLINADIARIO AS

El escándalo de las facturas fragmentadas por el Barcelona para pagar a la empresa I3 Ventures por la monitorización de las Redes Sociales no cesa. El diario Sport avanzó mediante Xavier Torres una información que confirma que los honorarios que cobró dicha empresa salieron en parte del presupuesto del fútbol base blaugrana, que en dos años abonó a una empresa llamada Tantra Soft, filial de I3 Ventures, 297.000 euros.

Los pagos se realizaron de la siguiente manera: 198.000 se pagaron en la temporada 18-19 y 99.000 en la temporada actual. Esa segunda cantidad se corresponde al primer plazo de lo acordado para este ejercicio. El segundo no se abonó porque la Cadena SER descubrió el escándalo y se suspendieron los contratos.

El concepto de estos pagos, que dependieron directamente del departamento de presidencia que dirigía Jaume Masferrer, supuestamente apartado de sus funciones a raiz del escándalo y se pagaron en concepto de seguimiento de las cuentas de las redes sociales del club referidas al fútbol base.

Según relata Sport, Tantra Soft S. A. es una empresa de servicios de consultores en informática y tecnología de la información que fue fundada en Buenos Aires, Argentina, en junio de 2007. Su gerente -desde julio de 2016, Juan Carlos Vera Zanotti, también está vinculado laboralmente a I3Ventures. Además, desde el 25 de septiembre de 2009 -según consta en el acta de la Asamblea Ordinaria de la empresa- se designó “como Director Suplente al Sr. Carlos Rafael Ibáñez Constantino”. Carlos Ibáñez es el máximo responsable de I3 Ventures.

La información relata que los gestores del fútbol base blaugrana vieron en su presupuesto unos gastos a nombre de Tantra Soft que no ubicaban. Cuando reclamaron a la junta a que venía ese gasto no recibieron respuesta y tuvieron que asumirlo porque lo habñia autorizado el CEO del club, Òscar Grau.