Las cinco revelaciones del Leganés en esta temporada
En una campaña oscura, con muchos más sinsabores que esperanzas, un puñado de chispazos ilusionan a un Leganés que aún sueña con la permanencia.
En tiempos de penumbra, la luz es un lujo escaso, pero no ausente. El Leganés, por ejemplo. Su temporada está siendo mala. Hundidos en descenso desde la segunda fecha, los pepineros tienen poco que rescatar de este curso. Pero existen chispazos en su rutina que han iluminado estos meses. Revelaciones que, por inesperadas y positivas, se saborean con regusto mayor todavía dentro del contexto lúgubre que rodea Butarque. Estas son las cinco sorpresas agradables del Leganés en la presente temporada.
1.- Óscar Rodríguez
La primera tiene nombre de chaval con mirada pilla y diestra asesina. A sus 21 años, sus espaldas son más anchas que su ambición. Y ya es decir. Óscar Rodríguez es el clavo ardiendo al que se aferra este Leganés despoblado de pólvora (luego hablaremos de ello) que ve en sus goles (siempre bellos) argumento para creer. En la receta de Javier Aguirre hay más elementos de fe, pero el chaval aporta una buena dosis a este condumio esperanzador. Sus, por ejemplo, siete goles (es el pichichi actual del equipo), son uno de esos motivos para creer. Jamás había tenido tanta puntería. Y siempre que marca, el Leganés no pierde. Una fórmula que funcionó la pasada temporada, pero que en la vigente ha crecido de forma exponencial. Cedido por el Real Madrid su crecimiento es notable. Aunque haya tenido baches de rendimiento. Su ímpetu es oxígeno en Butarque.
2.- Chidozie Awaziem
Érase una vez una sonrisa perenne que solo se ponía seria dentro de un terreno de juego. Eso es Chidozie Awaziem. El central nigeriano cedido por el Oporto (tiene 23 años, en Portugal lo ven como una perla) llegó de puntillas a Butarque. Fue una incorporación tardía, gestada en los viajes de Txema Indias a Francia. Lo vio hace dos años con el Nantes y el club pensó en incorporarlo tras una temporada irregular en Turquía. Apuesta arriesgada. Apuesta que funcionó. Poco a poco ha ido consolidándose en la zaga hasta ser el central quizá más regular de lo que llevamos de curso. Juegue donde juegue. Lo ha hecho de lateral diestro, central en ambos costados e incluso líbero. Casi siempre cumple, sereno en la salida del balón y rápido al cruce. De cabeza tampoco va mal. Normal que Monchi lo tenga en su agenda para el Sevilla. Y mientras Chidozie sólo sonríe.
3.- Kevin Rodrigues
La suya fue otra incorporación tardía. El último día del mercado estival de 2019, el 1 de septiembre, el club anunció su llegada cedido desde la Real Sociedad como último fichaje del curso. En Butarque lo querían para recambio de Jonathan Silva. Con Szymanowski lesionado y Kravets defenestrado, se buscaba un lateral solvente. En este franco-portugués (26 años) encontraron eso y algo más. En realidad ese 'algo más' lo halló Javier Aguirre, que empujado por la necesidad de las ausencias, adelantó su posición a la de interior zurdo e incluso segunda punta. El debut en su nuevo rol fue en escenario grande. En el Wanda y ante el Atlético. Fue el mejor del partido. Un alto nivel que mantuvo después, ejerciendo de comodín ofensivo (el nuevo Rubén Peña) o bien de lateral también volcado en hacer daño al rival. Acumula 19 partidos y está a solo cuatro de superar su mejor registro, el que logró con la Real en 2017-2018. El Leganés no tiene opción de compra sobre él. Una pena, suspiran al sur de la capital.
4.- Jonathan Silva
La verdadera revelación de este argentino con toque de cantautor moderno se produjo la pasada temporada. Arribó de puntillas a Butarque y salió a hombros. Un lateral izquierdo de recorrido y llegada que el club compró por apenas 3 millones. Este curso era el de la consolidación. Y lo ha hecho, pero por vías diferentes. También forzado por las ausencias (lesión de Siovas) Aguirre lo reinventó como central zurdo. A Silva, que le recorre gasolina por las venas para convertirlo en un tipo desatado al ataque. Para sorpresa de muchos, incluido el que suscribe, funcionó. Jonathan ha ejercido de central solvente con una suficiencia única. Nueva versatilidad que añadirle a su currículum de jugador provechoso.
5.- Braithwaite y En Nesyri
Ya no están. Pero su sombra alargada (y goleadora) se sigue proyectando sobre Butarque. Lógico. Antes de emprender destinos mayores, uno y otro se desataron como goleadores fundamentales para un equipo sumido en las cuitas del descenso. El primero abandonó Butarque tras seis dianas en Liga y dos en Copa. El segundo dejó el contador en cuatro tantos, suficientes para acumular 12 y ser el máximo goleador en la historia del Leganés en Primera. Los dos apuntaron ya maneras la temporada pasada. Su condición de revelación no llega tanto de su rendimiento, como de su desenlace. Porque no es normal que dos jugadores se marchen en medio de la temporada para dejar el penúltimo y nutrir al FC Barcelona y el Sevilla. Ilógica lógica en esta campaña oscura para un Leganés plagado de sorpresas. Y también de chispazos de esperanza para no dejar de creer.