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Bartomeu rompe el tablero a un año de las elecciones

La remodelación de la junta que incluye la degradación del delfín Rousaud cambia el paisaje a un año de las elecciones.

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Barcelona's president Josep Maria Bartomeu gives a thumbs-up during a press conference at the Camp Nou stadium in Barcelona on July 5, 2019. (Photo by LLUIS GENE / AFP)
LLUIS GENEAFP

Hasta la noche del lunes una de las pocas certezas que había en el FC Barcelona era que no se iban a adelantar las elecciones, que se iban a celebrar entre el 15 de mayo y el 15 de junio del próximo año, y que el candidato continuista de la junta iba a ser Emili Rousaud ya que Josep Maria Bartomeu no podía presentarse por mandato estatutario. Pues bien, a última hora de ayer todo este escenario saltó por los aires después de la purga que prepara el presidente en el consejo de cara a su último año de mandato.

En la política americana la figura del presidente que afronta su último año de mandato sin posibilidad de reelección recibe el nombre de ‘pato cojo’. Su gestión se caracteriza por la de una política de poco calado y de favorecer a su sucesor. En el caso del Barça esto del ‘pato cojo’ no existe y se ha visto sustituido por un tigre de Bengala. Bartomeu va a acabar su gestión acentuando el carácter presidencialista de su obra de gobierno. Su política es un “o conmigo, o contra mí” sin medias tintas.

Por eso le ha dejado muy claro a dos de sus vicepresidentes de más calado, Rousaud en el área institucional y además hasta ayer el delfín, y Enrique Tombas, el vicepresidente económico en unos tiempos más que convulsos, que van a ser descabalgados de sus responsabilidades. De ellos depende aceptar la degradación o dimitir. Hay que recordar que el presidente no puede destituir a los miembros del consejo.

Otros directivos que pueden verse en esta misma situación son Silvio Elias, miembro de la comisión deportiva responsable del fútbol base, y Josep Pont, responsable del área comercial. Por si faltara algún ingrediente al guiso de desconcierto, el secretario de la junta, Jordi Calsamiglia, también abandonaría el palco, pero por temas personales, tal y como apuntaba Mundo Deportivo.

Ante esta situación, obviamente, el paisaje electoral desde dentro de la junta ha dado la vuelta como un calcetín. Dimita o no Rousaud, que todo apunta a que no lo hará, lo que es seguro es que ha dejado de ser el delfín y candidato continuista. Ahora, los nombres en pujanza son los de Jordi Moix, que promocionará a vicepresidente económico yde patrimonio como responsable del mega proyecto del Espai Barça y, especialmente, el de David Bellver, el último elemento que se incorporó a la junta a la que llegó gracias a su buena relación con Sandro Rosell. Bellver apunta a ser el nuevo tesorero y hombre fuerte en la parcela económica. Asesor fiscal, Bellver llegó al mundo del fútbol como uno de los creadores del torneo MIC, que bajo el paraguas de Nike se ha convertido en uno de los campeonato de fútbol de base más importante del mundo.

También vuelve a valorarse la figura de Jordi Cardoner, colaborador íntimo de Bartomeu, vicepresidente del área social que tenía todos los números para ser elegido como delfín, pero que se autodescartó. Ahora los focos se giran hacia él.

Por otra parte, no se descarta ante la crisis creada, la llegada de nuevos miembros a la junta si se producen dimisiones. Entre ellos podría estar el nuevo delfín. pero de momento, Bartomeu ha roto el tablero electoral y asume el control absoluto de la entidad