ALMERÍA | JUAN IBIZA
"Esta plantilla no tiene techo"
El central del Almería considera que todos sus compañeros van a crecer. "Appiah va a llegar a lo más alto", dice el zaguero.
Escuchando a Juan Ibiza al otro lado del teléfono no parece que tenga 24 años por cómo marca los tiempos al hablar y mide las palabras. Juan Fernández Blanco (Ibiza, 1995) es uno de los ídolos de la hinchada rojiblanca a pesar de no haber alcanzado la treintena de partidos con la UDA, algo que hará a la vuelta de la competición. En verano la antigua propiedad de la entidad indálica ejerció su opción de compra al Villarreal por el zaguero ibicenco y en septiembre este se rompió el ligamento cruzado de su articulación derecha, lesión de la que ya está prácticamente recuperado. La cuarentena la pasa en Almería con su pareja, madrugando -a las ocho en pie- para aprovechar el tiempo. Deporte, clases de inglés por Skype, juegos de mesa (le flipan el Uno y el Cluedo) y el Netflix son su medicina para que pase el tiempo y regrese el fútbol. Lo que de verdad le gusta, como se desprende en la charla.
- ¿En qué se parece un confinamiento a recuperarse siete meses alejado del grupo?
En bien poco porque realmente desde que me operé siempre he estado haciendo ejercicios. Estuve 15 días en Barcelona, pero después volví aquí a Almería y estuve entrenando por la mañanas y por las tardes todos los días. Todos los días son todos los días, sólo tenía uno libre a la semana. Aunque mi equipo tuviese uno y medio o dos si ganaba, yo siempre sólo uno libre. No pisaba mi casa, casi ni veía a mi novia porque yo salía por la mañana, volvía a las dos de la tarde, comía, a las cuatro me iba otra vez para el estadio y regresaba sobre las ocho y media. He pasado de no pisar mi casa a estar todo el día aquí metido. Con el confinamiento intento seguir la misma rutina que llevaba fuera. También es cierto que aunque haya estado seis o siete meses lesionado siempre he estado rodeado de mis compañeros, en el vestuario y gimnasio con ellos; ahora ya había empezado a hacer entrenamientos con el grupo... Es bien diferente.
- En los últimos entrenamientos se metió con el grupo. Aunque el fútbol ahora sea lo menos importante, ¿personalmente le viene bien o mal el parón?
A nadie le gusta el confinamiento y todos preferiríamos haber seguido y que esto no hubiese pasado, primero por la salud de todo el mundo; en el fútbol estábamos bien, dentro de lo malo de haber parado el ritmo de entrenamientos y partidos, a mí personalmente sí que es cierto que me da un poco más de tiempo para recuperarme y poder llegar a estar disponible más partidos que si no hubiese habido esto. Pero si me hubiesen dado a elegir, por supuesto que hubiese dicho que no, primero por la salud de la gente y después por el equipo: llegábamos una buena dinámica, bueno, habíamos cambiado esa pequeña mala racha ganándole al Depor. Había ilusión y estábamos haciendo una muy buena temporada. Sí que es cierto que lo mejor hubiese sido no haber parado. Pero ahora lo que hay que hacer es quedarse en casa. Cuando vuelva la liga estoy seguro de que el Almería volverá a dar el nivel que ha dado durante toda la temporada y seguiremos peleando por subir a Primera División.
- El curso pasado tuvo varias lesiones y en este cayó lesionado de gravedad. ¿Tiene miedo de volver a lesionarse?
No, que va. A ver, el año pasado sí tuve varias lesiones que no fueron de gravedad, excepto la del isquio, que me tuvo parado un par de meses, pero eran más bien problemas de cadera y por suerte ya los he solucionado del todo. Trabajo mucho diariamente en preventivos, en ejercicios de fuerza. Eso ya queda atrás. La lesión de este año fue algo casual, le puede pasar a cualquier futbolista, que se le quede clavado el pie al girar. Es una lesión que le pasa a muchos jugadores y que por desgracia te tiene fuera del campo mucho tiempo. En estos seis meses las ganas que uno acumula de volver a jugar al fútbol son tantas que no piensas en una posible lesión otra vez ni en nada que las frene. Las ganas que tengo son tremendas, el hambre de fútbol es grandísimo y no pienso en otra cosa que no sea volver a jugar al fútbol y competir.
- ¿Qué trabajo psicológico ha hecho?
Siempre hemos hecho trabajo con los psicólogos que hemos tenido. Cuando estaba Alejo [García] tuve algunas charlas en privado. Me decía cosas que hiciese durante esos seis meses, no sólo para recuperarme de la rodilla, sino para trabajar más cosas, cómo prepararme psicológicamente. Ahora con el nuevo psicólogo que viene a veces hacemos actividades grupales, que nos ayudan mucho. Después tengo el apoyo de mi novia día a día y de mi familia, siempre estoy en contacto con ellos, hablándome y animándome. Eso psicológicamente también ayuda mucho. Además del vestuario que tenemos, con compañeros que te apoyan todos los días, te hacen tirar para adelante. Tanto compañeros como cuerpo técnico y cuerpo médico se portan genial conmigo. Siempre me he sentido muy valorado y muy querido en el Almería. Se han preocupado de mi lesión de la mejor manera. Todo eso ayuda psicológicamente para sentirte bien y arropado.
- ¿Cómo fue su paso por la cantera del Villarreal, llegando a ser capitán del filial?
Mi paso duró bastantes años. Estuve allí doce años. Cumple once en agosto y a finales de septiembre ya estaba en Villarreal. Fue mucho tiempo allí, he ido pasando por varias categorías y sí, en algunas de ellas he sido capitán. Ha sido una experiencia maravillosa. Me han formado como futbolista, pero también como persona. Me han cuidado mucho, tanto la gente del club como la del pueblo, así que sólo tengo palabras de agradecimiento para la que ha sido mi casa durante todos años.
- Hizo las maletas para Villarreal a los once años. Existe otra corriente que argumenta que el joven debe estar con su familia y aceptar la llamada del equipo grande más adelante. ¿Cree que lo mejor es dar el salto en cuanto se tenga la oportunidad?
Es un tema difícil porque sí que es cierto que las oportunidades hay que aprovecharlas, pero cuando eres tan pequeño también dependes de tus padres y tienes una formación personal. Mi experiencia ha sido buenísima. Al principio mis padres no querían y era superentendible porque era muy pequeño, todavía no había acabado ni Primaria, tenía que empezar sexto. Entonces es entendible que al principio no quisieran. Al final me dejaron ir. Por suerte siempre he estado contento, me han tratado maravillosamente en la residencia del Villarreal. En mi caso hice bien aprovechando la oportunidad y yéndome. Pero cada caso es un mundo. Hay niños que a esa edad a lo mejor necesitan más tiempo con los padres. Yo también he visto gente que por mucho cariño que le dieses, incluso más grandes (cuando llegué era el más pequeño), echaban mucho de menos a los suyos, no eran felices y acababan volviéndose a casa. Al final uno tiene que buscar su felicidad. Las oportunidades hay que aprovecharlas, pero a la vez hay que ser feliz. Con 17 o 18 años hay que aceptarla porque es ley de vida y te vas a tener que ir de casa en algún momento, pero a una edad más joven hay gente que sí está preparada y otros que no. Cada caso es un mundo. Si eres feliz, aprovéchala; si no, haz lo que te haga feliz.
- Dice que fue muy contento en Villareal. ¿Y en Almería cómo se siente?
Espectacular. Al principio, claro, después de haber estado doce años en un mismo sitio, de haberme criado prácticamente allí (yo soy de Ibiza, pero he pasado más tiempo en Villarreal), te da un poco de miedo salir de ahí al haber estado siempre en el mismo lugar. Fue llegar y sentirme como en casa desde un primer momento, muy cómodo. La ciudad me ha encantado, con una calidad de vida tremenda: se come bien, tiene playas, sitios preciosos... La gente me ha arropado, me he sentido querido desde el primer día que llegué por la afición y por la gente de la calle. Y después en el club tanto por la antigua directiva como por la nueva siempre me han valorado. Me dieron la oportunidad de jugar en el fútbol profesional, apostaron mucho por mí y en verano me ficharon. Siempre me he sentido muy querido. Con la nueva directiva también, demostrándome cariño desde el primer momento. Tuve la lesión y se han ocupado de la mejor manera, preguntándome y esperando mi vuelta. También tuve la suerte de llegar la temporada pasada a un vestuario que puede ser el mejor que he tenido porque era una familia. Éramos todos nuevos e hicimos una familia. Pero es que este año sigue habiendo muy muy buen grupo. Se me ha hecho todo muy fácil.
- No lleva seis temporadas, apenas ha disputado 27 encuentros con la camiseta de la UDA y la afición le tiene un cariño especial. ¿A qué cree que se debe?
Creo que en los partidos que he estado he intentado dar lo máximo. Ha habido encuentros mejores y peores, como puede tener todo el mundo, pero siempre he intentado defender los colores de esta camiseta. La afición es agradecida y al final te lo agradece. Por eso la afición en general tiene bastante cariño a sus jugadores. Lo agradezco un montón.
- ¿Fue una suerte haber renovado tres años justo antes del cambio de propiedad a tenor de lo que ocurrió con la gran mayoría de sus compañeros?
Sí, renové tres años, el club apostó por mí. Creo que el año pasado, si quitas las lesiones que me frenaron muchas veces la continuidad, hice buenos partidos, fue una buena temporada para mí, consiguiendo que me fichase el Almería. Estoy encantado de eso. Es cierto que me vino bien hacerlo justo antes de la lesión porque te da esa tranquilidad de tener contrato. Más allá de eso, el club siempre me ha mostrado su apoyo y que me quería. No me mostraron dudas con la lesión. No, no. Desde el primer momento '¿qué médico necesitas?', 'te vamos a poner los mejores medios', 'queremos que vuelvas pronto'... Entonces así se hace todo mucho más fácil. Mucha parte de culpa de la gran recuperación que he tenido es gracias al club. Me han puesto al servicio de un cuerpo médico que es maravilloso y espectacular. Con el cuerpo técnico y con los compañeros también se me ha hecho más fácil. Así que sí, es una suerte haber renovado justo antes, pero también te digo que me he sentido muy, muy, muy querido por el club desde el principio. Nunca he llegado a pensar 'joder, qué suerte por renovar junto antes' porque desde el primer día sentí que me valoraban.
- ¿Cómo vivió el cambio de dueño?
Al principio hay un poco e incertidumbre porque te haces unos proyectos en tu cabeza y te acostumbras a un tipo de funcionamiento, cogiendo cariño a la gente que está y de repente ¡pam!, te dicen que va a cambiar todo. Estábamos en Estepona, nos hicieron volver y se creó una incertidumbre. La incertidumbre es incómoda. Empiezan a irse compañeros, a traer gente nueva y eso crea incertidumbre. Una vez que se acomoda todo y que ya el vestuario está cerrado se empieza a competir y lo hacemos ganando. Me acuerdo del primer partido, contra el Albacete. Ganamos 3-0 en casa y volvió toda la normalidad. Ha sido un cambio bueno, el equipo siempre ha estado peleando por el ascenso directo. Es un cambio positivo, lo vivimos con toda la normalidad y estamos orgullosos y contentos porque estamos ahí arriba gracias en parte a todo este nuevo proyecto.
- Fue un agosto complicado, con hasta seis centrales el 30 de agosto
Todos los que había ya te digo que eran de nivel. La competencia a uno le hace crecer. Cuanto mejor sea el de tu lado, más te tienes que esforzar para jugar, sin relajarte ningún momento. Estábamos contentos de tener los centrales que teníamos. Tener al lado compañeros tan bueno te hace sentir seguro. Cada uno queríamos dar lo mejor de nosotros para ayudar al equipo y aprovechar uno mismo. Después, lo que el técnico decidiese a la hora del partido, perfecto.
- Durante la temporada se lesionan usted y Owona, jugando Petrovic, De la Hoz y Martos de centrales a pesar de tener a Ozornwafor. ¿Le sorprendió la salida de Peybernes, uno de los mejores centrales de la categoría?
Fue una decisión del club. Al principio sí sorprendió un poco porque era un fichaje que acababa de llegar, pero son decisiones que tomó el club y en la que los jugadores no tenemos nada que ver. Decidieron eso y sus motivos tendrán. Con Peybernes estuve durante la pretemporada y es un magnífico jugador y una magnífica persona. Sólo tengo palabras buenas para él. Lo que pasó fue una decisión del club en la que los jugadores no entramos.
- Aparte del central francés, en ese mes se hizo una limpieza en el vestuario. ¿Qué opinión tiene al respecto?
Creó un poco de incertidumbre porque resulta que echaron a casi todos los jugadores nuevos que habían venido, lo que crea algo de incertidumbre e inestabilidad, pero son decisiones que, como te digo, tomó el club por los motivos que tuviese y ahí los jugadores no entramos. Durante la semana hubo algo de nerviosismo, pero después, una vez que comenzó la competición y que se asentó todo, ya vuelve a la normalidad.
- ¿En qué ha cambiado el club que viviste la temporada pasada con Alfonso García?
El año pasado éramos un equipo con gente nueva, muchos veníamos de abajo, de otras canteras. Era un proyecto nuevo, a largo plazo. El objetivo era un poco menor, asentándose primero en la categoría, pero resulta que hicimos un temporadón porque había muy buen equipo y muy buen vestuario aunque los objetivos fuesen otros. Este año se ha invertido más dinero para intentar subir. El objetivo que tenemos todos en la cabeza es ir a Primera División. También es cierto que el año pasado era como un club más familiar, con gente que llevaba más tiempo en el Almería, mientras que este año es gente nueva, que viene también con mucha ambición. Es otra sensación, con un proyecto realmente nuevo. Me encantaba lo del año pasado porque, como te digo, empezó con jugadores nuevos, y para salvar la categoría hicimos un temporadón; ahora la meta es otra. Me gusta el proyecto nuevo al ser muy ambicioso: el Almería quiere estar en Primera sí o sí. Son dos estilos diferentes, a lo mejor el año pasado era más familiar y tranquilo y en este hay un objetivo marcado más claro. En las dos situaciones te sientes cómodo, se está a gusto.
- Gutiérrez ha repetido una y otra vez que el equipo necesita mejorar de manera defensiva. ¿Puede subir un equipo cambiando tanto de jugadores, defensas incluido? Ves un equipo campeón o que va a subir y prácticamente repite sus cuatro o cinco de atrás todos los fines de semana.
Sí se puede subir perfectamente. También es cierto que ha habido que cambiar muchas veces por las lesiones o sanciones. Eso te lleva a tener que tomar decisiones. En el fútbol de hoy en día ya no se habla de titulares o suplentes. Todo el mundo tiene un nivel muy alto, todo el mundo compite muy bien en los entrenamientos, todo el mundo tiene un nivel muy parejo. Hay muy pocos jugadores para jugar siempre. Todos los demás compiten día a día en los entrenamientos y es el míster el que tiene que decidir por pequeños detalles: de rival, de la semana... Hoy en día cada vez se van haciendo más cambio en las alineaciones, ya que la competitividad es más grande.
- La pasada campaña la afición sabía a lo que jugaba el equipo de Fran Fernández: rapidez en las bandas, presión muy alta y agresiva tras pérdida, líneas juntas... ¿Tiene este Almería un modelo de juego definido?
A ver, el año pasado lo teníamos muy definido. Se veía que era un equipo que presionaba alto pasase lo que pasase. Jugábamos mucho por las bandas. Teníamos un estilo muy definido. Ahora no es que no lo tengamos tan definido, que sí que lo tenemos (elaboramos bastante e intentando salir a la contra y cuando vemos alguna debilidad rival pegamos esos chispazos), sino que tenemos jugadores de todos los estilos, adaptándonos a cualquier tipo de juego. Por eso creo que hay veces en las que parece que no hay un estilo tan definido, pero no ocurre eso, sino que hay una plantilla muy buena, amplia y de muchas características para poder adaptarnos a cualquier tipo de juego. Somos un equipo que quiere tener la pelota y, sobre todo, que quiere ser vertical cuando puede serlo.
- Ahora hay más registros, con jugones como Vada o Coric, y gente para salir a la contra como Lazo o Darwin.
Este año hay una plantilla, muy, muy buena, con muchos registros de juego y muchos jugadores, pero sí que es cierto que la temporada pasada también había jugadores muy buenos. Hay muy buen equipo, lo que pasa es que era gente que venía de abajo, no era tan conocida y necesitaba un proceso de adaptación a esta categoría, muy complicada. Pero había muchos jugadores muy buenos y con muchos registros. También es verdad que la cantidad de jugadores que hay este año con calidad y muchos registros es muy grande. Con eso quiero decir que sí, que este año hay muchos futbolistas muy buenos, pero eso no quiere decir que el pasado no los hubiera; de hecho, se demostró que una vez que el equipo se adaptó, hizo un temporadón. Este año se ha fichado a gente con mucha mucha calidad.
- Uno de los fichajes es histórico al ser el más caro en los 30 años de la entidad: Arvin Appiah. ¿Cómo lo ve en los entrenamientos?
Appiah es muy muy bueno, un jugador muy completo. Es rapidísimo, de los jugadores más desequilibrantes que puede haber en el equipo. Es muy joven, llega de fuera, no habla el mismo idioma y tiene que adaptarse. Pero es un jugador con una proyección tremenda, en los últimos partidos que ha jugado lo ha demostrado, como hace en los entrenamientos día tras día. Va a llegar a lo más alto porque condiciones tiene de sobra.
- ¿Considera que el nivel mostrado como colectivo está a la altura del gran nivel individual de la plantilla?
Hay partidos de este temporada que se ha jugado muy muy bien y sí que se ha demostrado. En los últimos, antes del Depor, tuvimos cuatro-cinco más flojos, pero como tiene cualquier equipo. Sin embargo, en muchos partidos sí se ha demostrado la calidad que tiene este equipo. Hay gente muy joven que vienen de otros países y necesitan un periodo de adaptación. Este equipo cada vez va a ir dando más y los jugadores van a explotar aún más de lo que lo han hecho.
- ¿Qué jugadores?
Te digo la verdad: creo que todos están haciendo una gran temporada, pero todos van a ir progresando con el paso del tiempo porque es una plantilla muy muy joven. Entonces no sé dónde está el techo de esta plantilla. No hay techo. La gente es muy buena, lo ha demostrado, pero es tan joven y tiene tantos recursos, que todo, todo el equipo va a crecer. No hay ninguno que yo piense 'hasta aquí ha llegado'.
- ¿Qué ha aprendido de Guti en el aspecto defensivo?
Ya sabemos todos el jugador que ha sido, al nivel que ha competido, por lo que está claro que sabe muchísima. Poca gente ha vivido más que él como futbolista. Eso te hace saber muchas cosas de fútbol. En el plano defensivo es una persona que también trabaja bastante, analiza mucho al rival para saber cuándo tenemos que presionarle y cuándo no. A Jesús [Muñoz], que ha venido ahora, también le gusta mucho planear el aspecto defensivo. Practicamos muchos centros laterales, pero también los momentos de presión alta, los de repliegue, los de presión media... Al final son gente que analiza al rival y que según el partido ponen bastantes matices tanto a nivel defensivo como defensivo. Nuestra idea, sí, siempre es presionar, pero hay momentos del juego en los que no se puede, por lo que hay que practicar todo. Así lo hacemos día a día. El trabajo es bastante completo.
- Como defensa, ¿prefiere una presión alta, con espacios a la espalda para correr o estar replegados?
Estoy acostumbrado de toda la vida a hacer presión alta. Desde que jugaba en el Villarreal siempre hemos sido un club que presiona, jugando con bastantes metros a la espalda. Llevo haciéndolo toda la vida. Pero uno tampoco puede aguantar los 90 minutos presionando arriba. Entonces, prefiero presionar arriba, pero tengo que dominar todas las facetas del juego porque no siempre puedes presionar arriba ni siempre estar atrás o en zona media. Como preferir prefiero arriba, pero hay que saber jugar en todas las facetas.
- ¿Con dos o tres centrales?
Yo ahora prefiero jugar con dos porque casi toda la vida he jugado con dos. Estoy más acostumbrado. Pero si hay que jugar con tres y durante la semana se practica, no tendría ningún problema.
- Ha hablado de Guti. Otro entrenador que tuvo esta temporada, Pedro Emanuel, hacía mucho énfasis en la defensa.
Pedro Emanuel era un entrenador muy completo, aparte de una gran persona. Él incidía muchísimo, muchísimo en el aspecto defensivo. A mí me enseñó bastante. Quería que todo el mundo estuviese muy, muy junto, que no nos separásemos más de cinco-seis metros. Eso hacía que fuese muy difícil que el rival nos hiciese peligro. Sabe mucho de fútbol y nos ha enseñado cosas tremendas.
- En qué zona del campo se presione es importante, pero lo de las líneas juntas es clave, sobre todo, a la hora de perder el balón.
Sí, sí, tener las líneas juntas siempre es importante. Tanto si presionas arriba, atrás o en el medio es básico estar juntos. Si hay distancia entre líneas te meten un balón entre líneas y ya hay una que se ha quedado fuera y que no llega, entonces, cuanto más juntito esté el equipo, más fácil es defender.
- El pasado lunes decía Owona que si fuese presidente de un equipo y no tuviese problema con el dinero, ficharía a Juan Muñoz. ¿Usted a quién compraría de los compañeros que ha tenido en el Almería?
Me lo pones difícil porque he tenido tantos compañeros buenos... A mí me gustó mucho, mucho el año pasado Juan Carlos Real. Me pareció un jugadorazo. También Romera. Fue una sorpresa para todos. Es que he estado con tantos muy buenos jugadores... Pero, bueno, si tengo que elegir uno, a mí Juan Carlos Real me gustaba mucho. No quiero decir que no haya jugadores muy buenos este año, pero Real el año pasado.